Suplementos | El artista multidisciplinario, vuelve a Guadalajara para trabajar en proyecto artístico Nicolás de Maya, de paso por la ciudad El artista multidisciplinario, procedente de Murcia, España, vuelve a Guadalajara para trabajar en un proyecto artístico, como lo hizo por primera vez hace más de una década Por: EL INFORMADOR 16 de noviembre de 2014 - 00:30 hs Nicolás de Maya ha vuelto a ver a su enorme caballo, ahora que ha sido rodeado de grandes edificios. EL INFORMADOR / M. Vargas GUADALAJARA, JALISCO (16/NOV/2014).- La cartilla de identificación nacional de Nicolás de Maya señala que nació en Cehegín, una comunidad en Murcia, España. En su carnet académico dice que realizó estudios de educación básica y después se graduó como diseñador industrial. Pero su curriculum profesional registra una vida dedicada a la pintura, escultura y cerámica convirtiéndolo en una artista plástico que ha viajado por todo el mundo, ciudades como Londres, Florencia, Viena, Berlín, Madrid, Barcelona, Sevilla o Guadalajara tienen su obra. Las etiquetas, clasificaciones o géneros para ceñir el trabajo de Nicolás de Maya son difíciles de usar, pues maneja distintas técnicas, materiales, formatos y estilos, por lo que se puede resumir como un artista plástico multidisciplinario contemporáneo, comprometido con su trabajo, el arte y la sociedad. Narra que en su primera vista a Guadalajara en el año 2000 encontró una metrópoli con un circuito artístico, cultural e intelectual muy vivo y rico para nutrir el alma y comenzar a trabajar: “Caminar por las calles, conocer a su gente, su comida, fiestas y tradiciones es lo que hace a un extranjero apropiarse de la ciudad que visita y así comenzar a generar su obra. Sabía que continuamente había exposiciones en distintos espacios y galerías de la ciudad. Siempre hay conciertos y otras presentaciones artísticas, tenía un amigo diseñador que a diario me pasaba una agenda cultural por toda la ciudad”. Sobre su proceso creativo De Maya señala que es un trabajo constante: “Mi mente siempre está en constante movimiento, observando, mirando el lado distinto del mundo, de las cosas. Esto hace que llegue al estudio con ideas y conceptos que necesito plasmar a través de la pintura”, advierte que el trabajo de un artista tiene que ser de constancia y rigor: “Un día de trabajo normal comienza por la mañana atendiendo llamadas, correos electrónicos, interactuando en las redes sociales, revisando nuevos proyectos, para luego estar más de ocho horas en el estudio, dedicados al 100% a las piezas”. Nicolás recuerda que su estancia en la ciudad fue un vértigo en todos los aspectos, que le sirvió para asentar su propuesta plástica: “Conocí a los grandes pintores de Guadalajara, con ellos aprendí, dialogué y sobre todo aprecié a los grandes artistas de México”. El tiempo pasó y todo transformó, ahora se ve a un Nicolás más maduro como persona y artista: “La paternidad y la vida en pareja me sentó muy bien, estoy en un momento de serenidad personal, que me da tranquilidad creativa”. Equus, el colorido caballo “En mi primera estancia en Guadalajara, fue que descubrí lo fabuloso que es el caballo como manera de expresión artística. Con los caballos encontré una conexión especial y así comencé a estudiar su anatomía, la forma de poder llevar su movimiento a un trazo”, indica Nicolás, quien tiene un amplio catálogo de obra dedicado a la exploración del caballo y su naturaleza. Producto de esa pasión a los equinos en 2003 realizó una exposición en la Fundación Álvarez del Castillo en Guadalajara, que contenía una pieza llamada “Equus caballus”, que representaba a un caballo multicolor de pie. “La pieza resultó después de ver en una plaza pública palitos de paleta que los niños comieron, sus colores y forma me hicieron proyectar la escultura. Gracias a la visión de empresarios comprometidos con el arte en la ciudad y el apoyo de las autoridades de Zapopan fue que se logró hacer la escultura y dejarla para toda la ciudad”, expresa emocionado Nicolás de Maya. La versión monumental de “Equus caballus” fue colocada en uno de los montículos del camellón en la avenida Acueducto en 2006, para su elaboración se requirieron cientos de tramos de piezas de perfil tubular rectangular (PTR) de acero, pintados de distintos colores, que fueron soldados y montados sobre una base de metal. La escultura está colocada en un ángulo especial que hace que la pieza tenga una perspectiva del volumen y composición que pueda ser apreciada durante todo el recorrido por la vía. “Tenía cuatro o cinco años de no ver la pieza, ahora el entorno urbano ha cambiado mucho y creo que le ha favorecido. Cuando la colocamos no había estos edificios monumentales (Plaza Andares) que en cierta forma hacen que tenga más vida y un impacto artístico con todos los que la ven desde las alturas de los edificios”, señala Nicolás, quien buscará que con las obras de pavimentación que sufre la avenida Acueducto actualmente se le dé una remozada a la obra y se instale luz para que pueda ser apreciada con otro sentido por las noches. Nuevos proyectos a la vista La mente creadora de Nicolás no para y señala que tiene distintos proyectos en puerta para el próximo año en España, pero que buscará darse un tiempo para regresar a Guadalajara y hacer otra estancia en la ciudad. “Estoy muy agradecido con Guadalajara, desde la primera vez que vine noté la calidad y calidez de su gente. Personas siempre dispuestas a ayudar, con una calidad humana increíble. Tengo grandes amigos en los medios de comunicación, en la comunidad artística, de la vida social y empresarial de la ciudad”. Explica que busca dejar algo de su esencia como ser humano y artista por la ciudad: “Estoy preparando una pieza que se va integrar al entorno urbano de la ciudad, que dejará parte de lo soy yo en Guadalajara. También estoy trabajando otras piezas en el tradicional adobe con el que se construían las casas antiguas, será un intervención donde la letra de la canción ‘Guadalajara’ estará muy presente”. Temas Tapatío Escultura Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Año de “ballenas flacas” El maestro de la brevedad: a 107 años del nacimiento de Juan José Arreola La vida del jazz tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones