Suplementos | Una de las figuras imprescindibles de la industria librera Martín Solares de oficio, editor A unos días de que comience la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, reconocemos la labor de algunas figuras imprescindibles de la industria librera Por: EL INFORMADOR 22 de noviembre de 2015 - 05:19 hs EL INFORMADOR / ARCHIVO GUADALAJARA, JALISCO (22/NOV/2015).- Este año el editor y escritor Martín Solares regresó a trabajar para la editorial Tusquets, por invitación de Nubia Macías. Platicamos para EL INFORMADOR sobre el oficio, labores, responsabilidades y peculiaridades. “Es la segunda vez que trabajo en esta editorial. El año que viene cumplo oficialmente 20 años de trabajar de planta como editor. Me inicié entre el 94 y 96 como freelance para distintas casas editoriales, principalmente para ERA. Mi primer trabajo de planta interesante, subyugante y muy novelesco, fue para Tusquets. “Empecé a hacer reportes de lectura para el editor de entonces, Guillermo de la Mora, que fundó la sucursal mexicana en febrero de 1996. Yo entré en octubre. Hice dictámenes meses antes, pero mi primera labor en la editorial nunca la voy a olvidar. Tusquets era una pequeñísima oficina que estaba en Cuajimalpa y que solamente tenía tres despachos: el de la directora, el del director literario y el mío. Primero pregunté en qué consistiría mi trabajo como asistente del editor literario. De la Mora sonrió, abrió la puerta y me enseñó una habitación rectangular, inundada de manuscritos engargolados; estaban desde el primer hasta el último paso que se podía dar dentro. Me dijo: ‘Tienes que leerlos todos y decidir si hay algo que valga la pena, para publicarlo. Y que todo eso quede resuelto en tres meses, porque ya tiene mucho tiempo aquí’. Así empezó mi carrera como editor literario”. *** Para Solares, leer una gran cantidad de textos en estado prístino significó asomarse a un universo literario que el común de los lectores no alcanza a atisbar. “Me hacía un café y no paraba hasta por lo menos terminar un manuscrito. Fue una gran escuela. Uno aprende muchísimo al ver los primeros intentos de los libros de escritores valiosos, pero que no han pasado por la mano de un editor literario. La gente se sorprendería de las cosas que se pueden ver sobre el estilo de un autor en esos primeros borradores, es algo sumamente valioso. Sobre todo si te interesa la literatura de una manera vital, absoluta: es una gran escuela. Para mí esos tres meses iniciales fueron el equivalente a hacer una maestría en edición. Porque todos los días tenía que dar argumentos para contratar o para rechazar autores”. Pero esa no iba a ser la única labor de Martín dentro de Tusquets. “Poco a poco me fui incorporando al Departamento de Promoción, porque no había nadie que hiciera la labor de difusión de los libros. Aun si contratábamos cosas muy valiosas, si no teníamos alguien que apoyara difundiendo la existencia de esos libros frente a la prensa, los académicos o los estudiantes, no se cumplía el ciclo que merecen todos los libros. Fui campechaneando en esa labor durante algunos meses, hasta que mandaron a México a Aurelio Major y me convertí en su asistente. Me tocó colaborar de alguna manera muy directa en algunos casos, menos directa con otros, con libros que ahora todo mundo lee. Por ejemplo, ‘Un asesino solitario’ de Élmer Mendoza: cuando llegó el texto había sido rechazado por las tres grandes editoriales mexicanas. Lo leí y me fascinó, desde que empecé a leerlo no podía soltarlo. De plano me lo llevé a la casa para terminar de leerlo. Una de las cosas que me he propuesto como editor es solamente contratar ese tipo de libros que empiezo a leer dentro de la oficina y que me los quiero llevar a la casa para saber cómo terminan. Novelas en las que el destino de los personajes se vuelve algo imperativo para el lector. Es lo que queremos hacer en esta nueva etapa: no publicar nada por compromiso, nada tibio, nada fallido desde el punto de vista artístico o estilístico, sino sólo grandes logros”. *** El lector se preguntará por qué terminó su primera estancia en Tusquets: “Me costó mucho trabajo. Fue para seguir a mi mujer que se fue a estudiar fuera del país. Fui a alcanzarla, traté de convencerla de que se regresara a México, y lo hice con tan mala pata que ella terminó convenciéndome de quedarme estudiando. Por motivos románticos hice un doctorado y terminé mi novela, que la había interrumpido para trabajar en Tusquets”. Ya de regresó a México, Solares continuó su vida en la edición: “Dirigí un tiempo la parte literaria de Almadía, luego tuve el honor de crear dos colecciones literarias en Océano”. ¿Y cómo volvió a Tusquets? “Me convenció Nubia Macías, a quien admiro por su labor que hizo en la FIL de Guadalajara. Me transmitió todo el entusiasmo que tiene por promover la literatura. Me convenció de seguirla en esta misión de crear más lectores. Me dijo: ‘Queremos que sigas haciendo lo que has hecho toda tu vida como director literario: busca la mayor calidad artística de los libros que puedas conseguir, contrátalos y con esa calidad nosotros nos encargaremos de crear más lectores’. Me dio a entender que los libros que yo contraté hace 20 años aún se siguen publicando y son la base del catálogo mexicano de Tusquets”. *** Solares nos resumió algunas de sus actividades en esta nueva etapa dentro de la editorial: “Estoy buscando básicamente tres cosas: descubrir voces jóvenes, talentosísimas, que merezcan ser publicadas: no importa si son mexicanas o no, o si hay que traducirlas. Localizar y publicar en México libros de culto, de esos que lees una vez y no puedes olvidar jamás, de cualquier idioma y de cualquier país. Y también traer libros que por algún motivo u otro no han tenido edición en esta parte del continente. También traducimos una serie de novelas de otros idiomas, siempre y cuando tengan calidad literaria y aporten un punto de vista único sobre aspectos de la vida y de la literatura. Y por último, lograr la belleza de las ediciones: invitamos a jóvenes artistas mexicanos, solicitándoles que nos permitan rentarles algunas de sus obras para usarlas como portadas. Se trata de darle continuidad a la búsqueda de libros de enorme calidad literaria”. *** El panorama internacional de la edición ha cambiado notablemente desde que Martín entró en la industria. Ahora con poco de inversión un autor puede publicarse sin necesidad de una editorial. Pero ello tiene sus asegunes: “Es posible que algunos autores vendan miles de ejemplares si se venden y editan ellos mismos. Pero no estamos seguros si seguirán leyéndose por cientos de años si no pasan por la mano de algún editor. No digo que los editores seamos indispensables, pero somos solamente un paso muy modesto en la cadena de la publicación de un libro. Pero ese paso puede ser decisivo para que un libro se recuerde o no. A veces sugerimos solamente cambiar una palabra en el título. A veces sugerimos fundir tres verbos en uno solo y usar un sinónimo de los tres para que la fuerza expresiva de un texto sea muy superior. Pero a veces también sugerimos operaciones mayores: como sumar dos capítulos en uno, resumir capítulos tortuosos o aburridos, o aclarar partes oscuras, oscurecer partes muy evidentes. Y, sobre todo, respetar lo que ya funciona y que no necesita trabajarse. Un editor debe tener en mente al abordar un manuscrito que no hay moldes, no buscamos hamburguesas con queso y papas. Buscamos platillos diversos, cada uno de los cuales incluye ingredientes peculiares, en una forma de preparación única que sólo el autor es capaz de lograr. Nuestra obligación principal es entender esa fórmula secreta del autor, distinguir cada uno de sus ingrediente secretos y ayudarle a revisar si la preparación del libro se hizo con la proporción y con el tiempo adecuado, o requiere un poco más de cocción literaria. Esa es la labor principal de un editor”. Temas Tapatío Libros Lee También László Krasznahorkai: Libros para adentrarse al mundo del nuevo Nobel de Literatura El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal FIL: El epicentro literario La revolución lectora de los booktubers Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones