Suplementos | Arefoo nos comparte los secretos detrás del mentalismo La magia de la observación Arefoo nos comparte los secretos detrás del mentalismo –profesión que desarrolla desde hace más de tres lustros-, donde la psicología y la mirada atenta son la clave del éxito y de su poder Por: EL INFORMADOR 27 de diciembre de 2015 - 00:26 hs GUADALAJARA, JALISCO (27/DIC/2015).- La magia y la posibilidad de leer la mente han cautivado a los seres humanos desde hace muchísimos años. El misterio alrededor de quienes parecen hacerlo a veces nos resulta sobrenatural, ¿pero qué hacen estas personas, cómo lo logran? Arefoo es un mentalista tapatío y cuenta que “dentro del arte de la magia existen varias ramas: ilusionismo, magia de cerca, hipnosis, y una rama muy poco practicada, por lo menos en América: el mentalismo”. La definición que nos aporta del mentalismo es: “La impresión de leer los pensamientos de las personas o adivinar su pasado”. No leer los pensamientos, sino la impresión: “Un mentalista es siempre escéptico. Como conozco el secreto para hacerlo (dar la impresión nada más), no creo en los gurús, ni en la lectura del tarot o del café. Sé que no existe: lo que hacen ellos es una técnica llamada ‘lectura en frío’, y aprovechan para obtener dinero, diciendo que pueden adivinar el futuro o saber los problemas de las personas”. ¿Cómo da esa impresión un mentalista? “No me puedo meter a tu mente, pero por medio de la observación, intuición y el análisis psicológico de diferentes factores (las microexpresiones faciales, lenguaje corporal) sí puedo saber casi totalmente lo que estás pensando”, afirma Arefoo. También comenta sobre lo que hacen quienes dicen leer el tarot u otros métodos de adivinación: “Se llama lectura en frío: es dar datos generales en los que todos encajamos. Decir que sabes que hay un problema, que causa algo. La gente contesta, y con eso dan la señal de por dónde irse”. El comienzo del viaje ¿Cómo es la formación de un mentalista? “Empecé haciendo trucos de magia, pero me gustó más la parte psicológica, el análisis corporal. Fui a Estados Unidos (California) a estudiar. Hay escuelas de mentalismo: obviamente también con libros… No sólo es estudiar el secreto, es también estudiar la psicología, cómo piensa la gente”. Actualmente Arefoo se presenta en dos formatos distintos, según sea un grupo pequeño o en espacios mayores. Al estar frente a poca gente realiza trucos de manera cercana con todos: adivina fechas, sucesos pasados, nombres, “es un poco más íntimo”. En lugares más grandes escoge gente al azar. Este tipo de mentalismo lo clasifica como emocional, ya que recurre a las emociones de las personas: “Por ejemplo, le pido a la gente que piense en un ser querido que haya fallecido. Hago que se conecten con esa parte emocional. Al azar escojo a alguien que pase al frente y adivino el nombre y la fecha”. La formación —dice Arefoo— incluye conocer los recovecos de la psicología: todos los seres humanos encajan en un patrón, que de manera explícita se expresan con las tribus urbanas. “Pero más allá de eso hay un patrón psicológico o una conciencia colectiva que nos hace ser de cierta forma. Ese carácter me ayuda a saber cómo van a reaccionar a cierto tipo de cosas, por eso doy la impresión de que adivino. Hay muchas clasificaciones, como el eneagrama de personalidad, donde hay nueve patrones donde caben todas las personas. Hay otras clasificaciones, pero yo no uso esas terminologías, simplemente sé cómo son: por cómo se peinan, cómo se visten, uno se da cuenta si son personas aprehensivas, nerviosas o relajadas. Eso ayuda a adivinar cosas, dar la impresión de que les leemos la mente”. Como ejemplo de ello, el mentalista toma un baraja y le pide a quien esto escribe que elija una carta al azar. Luego de él mismo revolver todas las cartas, sigue la ronda de preguntas. “A todo lo que te pregunte vas a responder sí”. Es la única indicación (sea verdad o sea mentira, la respuesta siempre será sí). Empezamos por la pregunta del nombre. “¿Tu nombre es Jorge?”, “Sí” (cierto), “¿Tu nombre es Daniel?”, “Sí” (falso), “¿Tu carta es roja… es negra… es un número… es uno… es dos?”... y así hasta cinco, para luego recorrer las preguntas sobre si es de corazón, diamante, trébol o de espadas. A todas las preguntas la respuesta es “sí”, indistintamente. Al final, sin dudarlo, el mentalista afirma que la carta elegida era un rey de espadas, es decir, sí supo cuál era. ¿Cómo lo hizo? “Me fui dando cuenta en cuándo me estabas mintiendo”. El mentalista solicitó que escribiéramos el nombre de un ser querido y una fecha especial en un papel que él no vería, para que con el mismo método de responder “sí” a todas las preguntas lo adivinara. También lo logró. Para Arefoo, “la magia no está en el secreto o en el truco, sino en la que la persona llega a sentir”. En el rubro de la magia sí tiene la capacidad de manipular las cartas a gran velocidad (desaparecer una carta en su mano, reaparecerla, etcétera), pero lo considera un complemento: “Como me dedico al mentalismo, lo que debo hacer es hacerlo lo más natural posible… Pero perdería credibilidad: no logro adivinar por tener habilidad en las manos, es habilidad en la mente”. ¿Qué sucede cuando un mentalista se topa con alguien que tiene una formación similar o que se niega a colaborar? Arefoo comenta su amistad con Armando Tell, también mentalista, con quien “no existe celo profesional. Cuando me hace un efecto de mentalismo, lo que causa en mí es la intriga de intentar saber cómo lo logró, y viceversa”. Sobre los otros casos, agrega: “Hay gente escéptica: cuando buscamos hacer el efecto del mentalismo a veces la gente se siente invadida en su privacidad, y ponen una barrera y dicen que nada es cierto. Y esto es entretenimiento, si me topo con una persona así no intento seguir. Es como un payaso o un cuentachistes que llega con una persona que está renuente, toda seria; no tiene caso”. Conexiones con desconexiones Otro objetivo de Arefoo es “llevar la manipulación mental para un objetivo positivo… Podría malutilizarlo, pero se puede usar para tener mayor inteligencia emocional, ser más positivos en la vida, desempañernos mejor en lo que hacemos”. ¿Cómo podría la gente trabajar más en su mente y conocer mejor el comportamiento humano?: “Concentrándose más en lo que sucede alrededor, seríamos una mejor sociedad y seríamos más felices. ¿Cómo? Desconectándose de lo que estamos conectados: audífonos, whatsapp, redes sociales. No son malos, pero se abusa y no nos damos cuenta de lo que pasa alrededor”. Arefoo nos comparte una práctica de cómo se adentró en el conocimiento de la psique humana: “Algo que hacía era sentarme una hora en una plaza pública, ver a las personas, observar cómo se tratan… Eso me ayudó a ver que existen patrones de comportamiento. Si la gente se dedica a hacer eso, a mirar, ser más observadores, funcionaríamos mejor como sociedad, entenderíamos más por qué las personas reaccionan de cierta manera. Cuando hay un conflicto sabrían más, con más empatía, por qué la otra persona reacciona así, si tiene un problema emocional o le falta inteligencia emocional: es ponerse en los zapatos del otro. Se evitarían muchos problemas”. Pero conocer los secretos de la mente y del comportamiento humano puede tener su contraparte. Por ejemplo, Arefoo nos cuenta su experiencia personal: “A las parejas que he tenido no les gusta para nada que pueda detectar las mentiras. A veces la gente difiere entre lo que dice, lo que hace, lo que piensa y siente. Y como puedo saberlo, pues a una novia no le gustará que me dé cuenta de que lo que dice no es lo que piensa, o lo que quiere hacer o sentir”. Otro aspecto negativo, ya no personal, es el “recelo de la gente que se dedica a hacer creer que realmente podemos leer la mente de las personas, como los tarotistas, los que leen el café o la mano”. Temas Tapatío Lee También Vive la innovación musical en el festival MéxicoY2K Más bosques, porque nunca son suficientes El Centro de Artes Circenses Zapopan celebra dos años de magia Labores sociales en el occidente precolonial Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones