Sábado, 11 de Octubre 2025
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La inolvidable vida de la asociación Concierto Guadalajara

Trejo Zaragoza detalló los motivos que lo impulsaron a realizar la ardua investigación para crear el libro

Por: EL INFORMADOR

En 656 páginas se rescató un gran acervo cultural. EL INFORMADOR / G. Gallo

En 656 páginas se rescató un gran acervo cultural. EL INFORMADOR / G. Gallo

GUADALAJARA, JALISCO (12/FEB/2017).- La historia de Jalisco está llena de personas ilustres que han destacado a nivel internacional, como lo son Juan Rulfo, Clemente  Orozco y Consuelo Velázquez, por nombrar algunos ya que la lista completa sería muy larga. Reconocer el trabajo jalisciense cultural es un aspecto vital para nuestra historia, por eso Óscar Trejo Zaragoza se dio a la tarea de rescatar y contar la vida de la asociación civil cultural más importante del Estado en su época, Conciertos Guadalajara, en el libro “Una pasión compartida. Los pasos de Conciertos Guadalajara”.  

Trejo Zaragoza detalló los motivos que lo impulsaron a realizar la ardua investigación para crear el libro: “Debemos hablar de lo que ya se hizo, recuperar nuestras propias cosas, no sólo tenemos mariachi y tequila. Jalisco es un generador de riqueza cultural enorme que no debe pasar inadvertido. Los participantes en la historia de Conciertos Guadalajara teníamos por entendida su trayectoria pero no viviremos por siempre, dentro de unos años nadie sabría que existió esta asociación, por lo que se debía hacer un testimonio”.

El proceso de creación implicó desveladas, días enteros dedicados a él y madrugones. El resultado son 656 páginas, pero para no “asustar” al lector con el tamaño del texto, cabe detallar que 200 contienen la pura historia, mientras que el resto son las muestras de las actividades realizadas desde 1950 hasta 2009. Además, cuenta con un gran acervo fotográfico para demostrar gráficamente los eventos y también, en palabras del autor, “para que sí se lea”.

En cada capítulo se desarrolla la vida y cooperación de las personas involucradas en la asociación. Destaca la participación de las tres directoras que tuvo: Teresa Casillas Hernández, fundadora, María Teresa Santos Rojo de Oroz y Martha González de Hernández Allende. “Hoy que tanto se habla de la igualdad de género, en la historia de la asociación se muestra el poder de las mujeres. Fueron tres grandes mujeres, muy trabajadoras y tenaces. Ellas escribieron la historia de Conciertos, lo fundan y consolidan. La tenacidad femenina jalisciense está aquí probada”.

Conciertos Guadalajara, A.C., tiene su origen en 1919, cuando un grupo de jaliscienses se interesan en la divulgación de las bellas artes. Sus antecedentes son la sociedad de conciertos y Amigos de la música. Desde su fundación, la asociación ha promovido la música de calidad. Gran parte de sus eventos fueron gratuitos, como las temporadas de órganos y los festivales internacionales en la Catedral. También organizaron conciertos en comunidades y sitios públicos gratuitamente, pues deseaban llevar la cultura a cada rincón del estado.  

Para equilibrar la cuestión económica, se contó con la participación de la Rondalla de Saltillo y los niños cantores de Viena, quienes se presentaron 80 veces, ambos significaban un lleno absoluto. Dichas actividades eran sin fines de lucros, tan es así que se llegó a presentar Plácido Domingo en ópera por sólo 10 pesos: “Muchos de los músicos tocaban en la ciudad por relaciones personales, por lo que no cobraban ni el 5% de lo acostumbrado, un ejemplo es Fernando de la Mora”.

Además, muchos músicos encontraron su primera oportunidad de tocar ante un público numeroso a través de Conciertos Guadalajara, por lo que hubo mucha gente agradecida con ellos que después prestaron sus servicios musicales de manera gratuita. En la actualidad, todavía existen solistas agradecidos con la asociación.

La presencia en la ciudad tapatía de músicos como el reconocido internacionalmente, Arthur Rubinstein, pianista polaco, hasta Plácido Domingo, quien presentó su temporada de “Zarzuela”, se dio gracias al empeño de la asociación: “Los grandes solistas que alguna vez pisaron el Teatro Degollado, todos sin excepción, los trajo Conciertos Guadalajara”.  

En 1970, cuando se forma oficialmente una institución encargada de la cultura, hoy llamada Secretaría de Cultura, termina el convenio que mantenían con el gobierno estatal respecto a la Orquesta Sinfónica, en este año el estado se hace cargo de ella. Antes de dicha fecha, la asociación civil la programaba de manera gratuita en diferentes puntos de Jalisco y era la única organización encargada de promover la cultura.  

“Es sin duda de las que más ha dado por la cultura, incluyendo a las instituciones oficiales, éstas son muy recientes. Antes de la cultura oficial, Conciertos fue el responsable de hacer actividades culturales”.

La cooperación por parte de empresas privadas y civiles fue primordial para Conciertos Guadalajara. “La asociación presentó en Guadalajara a grandes directores y músicos gracias al esfuerzo de la sociedad civil, esto es muy importante destacar. Hubo dos pilares fundamentales para su éxito: don Jesús Álvarez del Castillo [fundador del periódico EL INFORMADOR] y don Francisco Javier Sauza [fundador de Tequila Sauza]. Publicaban los desplegados de los eventos y financiaban, compraban instrumentos para apoyar. También la Universidad de Guadalajara, entre otros, fueron patrocinadores que en su momento creyeron en esto”.  

El autor afirmó que además de ser un testimonio histórico, el libro es implícitamente un homenaje a los ya mencionados y a todos aquellos que hicieron posible la trayectoria de la asociación: “EL INFORMADOR ha sido el cronista de la ciudad desde 1917, la Orquesta sinfónica nace un año antes, y en el 19 nace la Sociedad de conciertos. Van muy parejitos. Por lo que es un reconocimiento a toda la gente que logró que Conciertos viviera, gente que sin ninguna retribución económica dio su tiempo y apoyo a esta asociación civil”.

Óscar Trejo agregó otro motivo del libro, por lo que se suman tres: rescatar la historia, homenajear a los involucrados y mostrar que la cultura no está peleada ni con la política ni con las empresas privadas. Afirma que por falta de información, no se apoya a la cultura, pero que con el libro pretende demostrar que se puede forjar una armonía entre la economía y la cultura.  

“Me queda la esperanza que algún día se pueda continuar con este maravilloso proyecto, legalmente todavía existe, y quizá mostrando su historia a los jóvenes, renazca el interés por promover las bellas artes”.

Tapatío

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