GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2016).- La historia, esa azarosa e intrincada sucesión de hechos, tiene a las ideas como un motor fundamental en los puntos de quiebre e inflexión. Filósofos y científicos han marcado la evolución de las sociedades a partir de pequeñas ideas que se han transformado en grandes revoluciones. En nuestro siglo XXI, la germinación de esas ideas en busca de modificar la historia se dan en laboratorios, talleres, en las pequeñas empresas cuyos emprendedores pretenden impactar el mercado con un nuevo producto; pero este proceso se da también en la televisión.El canal History lo ha hecho con “Una Idea para cambiar la Historia”, que recibe propuestas de ideas innovadoras a las que apoyará económicamente a las mejores ideas para impactar en el beneficio de la sociedad. En esta ocasión se recibieron cerca de cinco mil 800 ideas, provenientes de todo Latinoamérica. En la selección de los 10 semifinalistas los jurados enfatizaron las propuestas para ayudar a quienes tienen un grado de discapacidad, prevención de enfermedades, proyectos centrados en la protección del medio ambiente y energías renovables, además de soluciones de arquitectura efímera en situaciones de emergencia.Entre las ideas seleccionadas (de las que surgirán los cinco finalistas), está la del mexicano Luis Mario González Venegas, quien charló sobre su proyecto. Luis Mario elaboró un filtro solar absorbedor de dióxido de carbono, con el fin de retener las partículas contaminantes, tanto en espacios abiertos como cerrados; todo ello impulsado por tecnología con luz solar.Con 18 años de edad, el interés por el medio ambiente es una pasión que nació cuando tenía doce años. “Desde esa edad tenía amigos gracias a un foro de discusión científica”, comentó: con dicho grupo acudió en varias ocasiones al campo, para acampar en la naturaleza y apreciar los animales silvestres.Fue en la preparatoria donde pudo desarrollar más sus ideas, dentro de una materia práctica en un taller de productos de ciencias. Ante la petición de investigar una problemática, el joven supo de inmediato que ya la tenía bien identificada: “Yo ya sabía: atacar el problema de la contaminación y el medio ambiente, el cambio climático, la muerte de las especies y de personas por la contaminación del aire por el bióxido de carbono. Es un problema muy grande… La afectación del aire provoca una de cada ocho muertes”.En una primera investigación, Luis Mario descubrió que filtros similares eran muy grandes, además de ser muy costosos y entregar pocos resultados en contraste con la magnitud del problema. Pero eso no lo iba a detener: “Si es tan fácil contaminar, debe ser fácil descontaminar”, comentó.El corazón del sistema incluye varios niveles de filtración, mismos que impiden el paso de partículas de mayor tamaño (polvo y basura). Un filtro intermedio libera al aire de las concentraciones de dióxido de carbono que pudiera tener, gracias a la detención de partículas no deseadas en el proceso de absorción. Ello nos previene de bacterias, virus, polen, smog, etcétera.Su primer plan fue proponer el uso de estos filtros en los escapes de los automóviles, pero tras investigar más descubrió que la mayor parte de la contaminación no proviene del uso de los coches, sino de las grandes empresas: la quema de carbón, la producción de energía eléctrica, las fábricas, aviones, etcétera. Pero, ¿qué sucede con esa contaminación controlada a través del filtro? En lugar de compactarla y deshacerse de ella, el filtro transforma ese dióxido de carbono en carbonato de calcio, mismo que puede ser vendido a empresas que lo utilicen como materia prima.Uno de sus filtros puede procesar la cantidad de dióxido de carbono que procesarían 20 árboles; otros modelos podrían elevar la capacidad hasta alcanzar las cantidades de dióxido de carbono procesadas por 200 árboles.Con este proyecto Luis Mario resultó ganador en el concurso de química intercolegial de preparatorias Maristas, además de acudir a eventos nacionales, como Código Ciencia, e internacionales (Asunción, Paraguay); este 2016 fue ganador también del Oro Verano Nacional Científico para Estudiantes Sobresalientes 2016. Más allá de ir de feria en feria y de que el proyecto no salga de los stands o de la academia, Luis Mario vio en “Una Idea para cambiar la Historia” de History una oportunidad para impulsar el filtro solar absorbedor de dióxido de carbono.Habiendo terminado educación media superior, Luis Mario González Venegas enriquece su formación estudiando cursos y diplomados en diversas áreas como software, automotriz, salud, entre otras, con un perfil multidisciplinario que no encontraría si se ciñera sólo en una licenciatura o ingeniería.El concepto de un programa que provoca cambiosLas votaciones abrieron el primero de noviembre; el 27 es la fecha límite para votar en esta semifinal. El dictamen se dará a conocer el 7 de diciembre en la Ciudad de México. El objetivo es darle mayor visibilidad a estos proyectos, pero también estimular su desarrollo: el primer sitio obtendrá 70 mil dólares, 40 mil el segundo, 20 mil el tercero; cuarto y quinto recibirán 10 mil dólares cada uno. Los jueces son la periodista científica Nora Bär, Emilia Díaz (CEO de Kaitek Labs), Alejandro Franco Restrepo (de Ruta N, de Colombia), doctor Emilio Sacristán Rock (UAM-Iztapalapa), y el doctor Bernardo González-Aréchiga (rector de la Universidad del Valle de México). Entre los demás semifinalistas hay otro proyecto mexicano: un sistema para la medición de daño auditivo en neonatos; de Colombia hay una propuesta de exoesqueleto y un horno de fabricación autónoma; de Argentina compite un dispositivo de lectura artificial para débiles visuales y un kit para la detección de bacterias patógenas; de Chile un aparato neurocontrolador de una silla de ruedas; de Ecuador un proyecto de hogares emergentes ligeros plegables y un radar para personas con discapacidad visual; de Uruguay una propuesta de neuromodulación por imágenes virtuales. La votación se realiza en www.tuhistory.com/1idea.EL INFORMADOR/ JORGE PÉREZ
