Suplementos | Por Aimeé Muñiz Entre las piernas Nosotros somos los… Por: EL INFORMADOR 12 de junio de 2010 - 01:15 hs Escena de ''Las tremendas aventuras de la capitana Gazpacho''. EL INFORMADOR / GUADALAJARA, JALISCO (12/JUN/2010).- Debo decir, con tristeza, que a mí no me tocaron los buenos tiempos de El Personal; de hecho, yo conocí a la agrupación por rebote, cuando ya ni siquiera daban tocadas, aunque alguna vez tuve la oportunidad de ir a un concierto del grupo en un aniversario del Centro Cultural Casa Vallarta. El asunto es que este grupo me gustaba muchísimo, porque me daba la impresión de que nosotros como escuchas, nos identificábamos con la gran mayoría de las canciones. Incluso en un viaje, en el que me sentí absolutamente perdida los primeros días, ponía en mi walkman (o sea que hace ¡¡¡¡uuuuu!!!!) la canción de "No me hallo", que definía a la perfección mi estado. En otra época de mi vida, escuchaba junto a unas compañeras de trabajo "nosotros somos los cochinos", con algunas variantes para adecuarla a nuestro trágico momento: "Nosotras somos las chillonas nananananananana", mientras arrastrábamos nuestro sufrimiento por los pasillos del sitio en el que laborábamos. Hoy me acuerdo nuevamente de esta canción y le hago una vez más una variante: "Nosotros somos los desmemoriados" y eso por supuesto que no es una novedad, cualquier persona sabe que -no sé si suceda en todo el país- aquí en Guadalajara no tenemos memoria; y esto ya lo había dicho en una columna anterior. En este caso quiero referirme de manera especial a una nota que leí hace unos días en un diario, con respecto a la polémica Compañía de Teatro de Jalisco, es decir, el grupo ése que es subvencionado una vez al año por la Secretaría de Cultura (SC) para dar unas cuantas funciones. Lo que se leía en el texto es que a partir de la próxima convocatoria que lanzan las direcciones de Actividades Culturales y Artes Escénicas para constituir la “compañía”, ya no se impondrá una terna de obras a montar para que los directores interesados en adquirir la “batuta” del inexistente grupo, presenten su proyecto con base en una de ellas. Ahora -dice Carlos Sánchez, titular de Actividades Culturales, después de analizar las convocatorias anteriores-, el tema será libre; es decir, cada director presentará su proyecto de la obra que se le ocurra. Yo pienso entonces, ¿qué convocatorias analizó? Porque seguramente no se echó un clavado en lo que sucedió en la primera etapa de la compañía, cuando las cosas eran justamente así: el teatrista presentaba un proyecto de escena de una obra de su elección, como sucedió en el caso de Víctor Castillo cuando montó en 2005 ¡Auxilio!, una comedia sobre las tragedias del corazón, cuyo estreno tuvo lugar en el Teatro Experimental de Jalisco. Fue después de esto cuando se decidió dar a los teatristas una terna de obras sobre la cual elegir el proyecto a presentar; así, Javier Serrano dirigió Fuenteovejuna, de Lope de Vega. Debo decir con toda honestidad que no sé bien a bien cómo fueron las cosas en la primera edición de la Compañía Estatal de Teatro, en 2004, cuando la batuta quedó en manos de Ricardo Delgadillo, quien dirigió Las tremendas aventuras de la capitana Gazpacho, de Gerardo Mancebo del Castillo; pero sí tengo total conciencia de que la decisión de optar por establecer una terna surgió “quesque” porque se habían presentado proyectos de ínfima calidad en 2006 y pensaban las susodichas autoridades que de esa forma las cosas iban a mejorar. Por eso no me cuadra que ahora regresen a los inicios, como si se tratara de la gran novedad; y me revienta que ni los funcionarios, ni los reporteros hagan su chamba de indagar en lo que sucedió antes… ¿Nosotros somos los desmemoriados o los… flojos? Y bueno, ¿qué me dicen de esta declaración de Carlos Sánchez en cuanto a que se ha descartado que se integre una compañía teatral con repertorio y elenco fijo? ¡Por Dios, eso se sabe desde que comenzó este proyecto en 2004! Ya todos sabemos que por más que nos hayan gustado ¡Auxilio!, Fuenteovejuna, Otelo y El burgués gentilhombre, jamás nunca en la vida volveremos a verlas en un escenario. Podría suceder si acaso con la obra que dirigió Ricardo Delgadillo, pero seguramente no será con el título de “Compañía Estatal de Teatro”. Estamos total, completa y absolutamente convencidos, de que la Secretaría de Cultura tiene cero intenciones de darle formalidad a la compañía, pues su interés está claramente puesto en la de “Danza Clásica y Neoclásica” que supuestamente está empezando a repuntar. En todo caso, ya veremos qué tan guapos se ponen a partir de ahora en la “gestión de recursos” para quien resulte ganador de la batuta del próximo proyecto teatral, porque también resulta que ahora no habrá un techo presupuestal fijo, sino que cada director solicitará un aproximado y la SC gestionará el dinero para llevar a escena tal o cual obra. En este sentido, yo me pregunto para mis adentros: ¿elegirán los proyectos con base en la su calidad o en la cantidad de dinero que requieran los directores para su trabajo? lexeemia@gmail.com Temas Tapatío Entre las piernas Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Año de “ballenas flacas” El maestro de la brevedad: a 107 años del nacimiento de Juan José Arreola La vida del jazz tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones