El calvo del ojo saltón cumple 87 años

GUADALAJARA, JALISCO (17/ENE/2016).- Popeye vio la luz por primera vez en una tira cómica de nombre “Timble Theatre” el 17 de enero de 1929, en el periódico The New York Evening Journal. La creación del personaje le es atribuida a Elzie Crisler Segar, un caricaturista e historietista estadounidense.

Bajo el lápiz de Segar, Popeye vivió muchas aventuras, pero los inicios del éxito del personaje fueron humildes. Originalmente Popeye era un personaje secundario en la tira cómica, y su aparición iba a ser de carácter temporal.

La trama de la tira giraba en torno de Olivia Olivo, su hermano Castor Olivo y su novio (el de Oliva, claro), Ham Gravy. En una de sus aventuras Castor y Gravy se harían a la mar, pero no sabían dirigir un barco; cuando Castor caminaba por el puerto encontró a un personaje vestido con traje de marino y pantalones de mezclilla, con dos anclas por tatuajes, una en cada desproporcionado antebrazo, y le preguntó: ¿Eres un marino? A lo que el marino replicó: ¿Piensas que soy un vaquero? Castor lo contrató como el capitán de su barca y lo demás es historia.

El humor y las apariciones de Popeye le valieron ganar popularidad, e incluso Olivia dejó a su novio por Popeye, quien se convirtió en protagonista del tiraje. La fama ganada le hizo llegar a cortometrajes, programas de radio, películas, otros cómics y la famosa caricatura, donde la mayoría de nosotros lo conocimos.

Popeye significa “ojo saltón” (Pop/Eye), pero el término era usado por los marinos reales para referirse a alguien que había perdido un ojo, por lo que también puede traducirse como “tuerto”.

El personaje es considerado como un “superhéroe común”, ya que era una persona normal, con la particularidad de adquirir una fuerza descomunal al consumir espinacas y que ofrecía sus servicios a su país de origen. Se piensa que la creación de este personaje era una interpretación de cómo eran realmente los marinos de aquella época. Rudos, fuertes, valientes y con valores, por lo que también es considerado un tributo.

La influencia de Popeye fue tal, que a él se le atribuye un aumento en el consumo de espinacas entre los niños a lo largo de los Estados Unidos. Incluso en la ciudad productora del vegetal —Crystal City, Texas—, se levantó una estatua del personaje para rendirle honores.