El Cerro del Tesoro

Conocí por primera vez el Cerro del Tesoro gracias a los sonidos y la narración que el artista sonoro tapatío Israel Martínez imprimió en Walking Around, pieza que me invitó a escuchar hace un par de semanas y que está alojada dentro de su página web (www.israelm.com). Sonidos crudos y sin edición son los que durante unos minutos se escuchan, pasos, respiración, un perro ladrando a lo lejos. Después la voz del artista interrumpe la grabación y empieza a contar historias. Yo no sabía que pasaba en el Cerro del Tesoro, tampoco sabía que lo habían partido en dos. Conociendo la trayectoria y la forma de trabajo del Israel M, no se me hizo difícil adelantarme a la información y suponer que esta pieza era un trabajo con un trasfondo social, como lo ha realizado en varias ocasiones. El artista define esta pieza de la siguiente manera: “Es un paisaje sonoro intervenido por mi voz”. También nos comenta que quería hacer algo que funcionara para radio, sin efectos, poca edición. Nunca se imagino que el lugar donde acudía donde niño con su padre y su hermano a caminar, hacer deporte y donde muchas personas caminaban y hacían deporte, donde los ecos de los gritos de sus amigos y el horizonte que se pinta infinito en la ciudad está a punto de desaparecer por el Santuario de los Mártires -deberían poner un árbol como mártir, para conmemorar todo lo que hemos devastado-. Aunque en un principio Israel Martínez no se imaginaba lo que se encontraría, “pero en realidad yo iba al Cerro del Tesoro a ver el sitio con los cambios que habían sucedido sin imaginarme la barbarie, entonces yo iba tratando de capturar insectos, sonidos de caminata por el pasto y gente haciendo ejercicio o platicando, quería tender un puente entre mi niñez cuando iba a meditar ahí con mi maestro de deportes o cuando iba con mis amigos a ‘viajar’ oyendo música y viendo el horizonte”. Además Israel afirma que le ganó la sorpresa y el coraje. En días pasados  lo acompañé al Cerro del Tesoro a documentar con fotografías el proyecto y fue ahí donde me convertí en testigo de lo que le habían hecho al cerro: maya ciclónica divide la periferia de la construcción, máquinas y albañiles trepados como changos que tejen infinitas redes de acero para después poner el concreto en estas telarañas. Pasamos desapercibidos en la tierra rojiza, los árboles, la brecha que algún día fue camino de mucha gente y el aroma del anis que me hace recordar mi niñez.
Pueden descargar a su computadora la pieza Walking Around de manera gratuita en la página del artista (www.israelm.com).