Viernes, 26 de Abril 2024
Suplementos | El autor presenta su libro 'Un vaquero cruza la frontera en silencio'

Diego Osorno contra el Silencio

Con el libro 'Un vaquero cruza la frontera en silencio', el periodista retrata la vida de su tío Gerónimo y da voz al Norte del país, cada vez más violentado por el crimen y la pauperización

Por: EL INFORMADOR

Osorno es reconocido por sus temas de investigación en conflictos sociales. EL INFORMADOR /

Osorno es reconocido por sus temas de investigación en conflictos sociales. EL INFORMADOR /

GUADALAJARA, JALISCO (20/AGO/2017).- Gerónimo cruzó la frontera muchas veces, antes de que el crimen se apoderara de esa región y que un presidente xenófobo gobernara el país más poderoso del mundo. Gerónimo es un hombre con sordera profunda, que ocasionó que también sea silente. Sin embargo, a Gerónimo lo de definen muchas otras cosas: es un hombre emprendedor, un mexicoamericano por convicción, un ranchero que aún cruza una de las fronteras más peligrosas del mundo, la que habitan los polleros, narcotraficantes y rancheros dispuestos a aislar su país del resto del mundo.

Y sobre Gerónimo es la crónica de Diego Osorno, periodista norteño y sobrino de este vaquero que monta camioneta en silencio. El libro lleva el título de “Un vaquero cruza la frontera en silencio”, y fue editado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación en el 2011 pero no llegó al mercado de librerías y se distribuyó de manera interna; después sería traducido al italiano y después al inglés. A casi siete años, Random House Mondadori  reedita el libro para poner el dedo en la llaga: el Norte de país ha sido silenciado por la violencia y el crimen, y no hemos sido capaces de crear un lenguaje que nos libere de esa cadena.

En entrevista, Diego Osorno, habla sobre cómo este libro, a pesar de ser una crónica personalísima de su tío, también puede ser entendido como una metáfora de la vida en el Norte de México.  “El lenguaje como todos sabemos es lo que define el pensamiento, y pensar es lo que define nuestra libertad, no somos libres sino podemos pensar; la metáfora aquí es que hoy en día en el Norte del país hay una sordera profunda, tú vas a esos lugares y lo que te dirán tus amigos: no salgas, no hables, no veas. La eliminación de los sentidos es una forma de supervivencia en estos lugares. Yo lo que creo que esa región en particular del país tiene que crear un lenguaje de lo que está viviendo, de lo que está pasando, como Gerónimo creó un lenguaje para contar lo que él veía y lo que sentía y no volverse loco, ahí es donde creo que la metáfora también puede ser esperanzadora, porque Gerónimo lo logró, es alguien sumamente funcional, que no tiene una discapacidad en el sentido práctico del tema, sí en el normativo”.

Una frontera que aún o se narra

El periodista, reconocido por sus temas de investigación en conflictos sociales, señala que si bien la vida en la frontera se ha complicado a partir de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, también es cierto que ya se dio una integración imposible de disolver con políticas públicas.

“Hoy en día cruzar por la frontera es más difícil, pero a diferencia de hace 30 años hay una mayor integración entre México y Estados Unidos, hay una gran cantidad de mexicoamericanos, que tienen las dos nacionalidades y tienen esta vida sin dramatismos; me parece que Trump es un síntoma de esta integración que ya dio, es una reacción tardía. Hay que recordar que esta no es sólo la frontera de México con Estados Unidos, es la frontera de Estados Unidos con Latinoamérica, por aquí vemos ecuatorianos, salvadoreños, brasileños y de todo América Latina. Lo que hoy estamos viendo es que mucha de esta gente se está quedando a vivir en esta zona del país, y eso es valioso a pesar del racismo que pueda existir”.

Porque la frontera se convirtió en una realidad palpable, que se alejó de la idea de ser un tercer país y se convirtió en un crisol que se extiende por todo Norteamérica, donde existen cientos de familias integradas por distintas nacionalidades que se unen al amparo de la mezcla; y esas historias, ya no trágicas, aún no se han contado.

“Hay otra realidad, es una realidad mexicoamericana, Gerónimo se siente de tener las dos nacionalidades: se siente orgulloso de ser mexicano y americano. Y estoy seguro que en Guadalajara encontrarás una persona con esta doble nacionalidad. Siento que no los hemos contado bien, que nos hemos quedado con la historia del mojado que va, sufre para conseguir trabajo, que sigue existiendo, pero hoy en día hay millones que tienen una vida interesante que valdría la pena contar como cronista”.

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