Suplementos | Por: Juan Palomar Diario de un espectador jpalomar@informador.com.mx Por: EL INFORMADOR 4 de septiembre de 2010 - 01:23 hs GUADALAJARA, JALISCO (04/SEP/2010).-Vuelven a rodar las amarillas esferas sobre el tapete de septiembre. El guayabo insiste y con milenaria paciencia entrega sus frutos sin reparar en otra cosa más que en el cumplimiento de un rito elemental y generoso que se pierde en el tiempo. Cuántos años necesita el ojo para aprender los ciclos del jardín que se enlazan y entreveran. El plúmbago, sin aviso ni rastro aparente, apagó como un semáforo sus luces azules. El jazmín sigue lloviendo sus alas blancas en la terraza recién barrida: su olor impregna los últimos rincones. Nada más abrir la puerta, al otro extremo de la casa, y su presencia trasmuta el tráfago callejero en una calma tersa y pulida como la que dan los remates de cedro trabajados durante semanas por el sabio carpintero de siempre. ** Postales. Cómo evitar que cada imagen siga llegando a su destino. Como recuperar el resplandor inicial que el viajero quiso apresar en esa imagen, la carga de afectos y afinidades que el correo, indiferente, transportó. Las postales, a diferencia de las reproducciones encontradas en libros y revistas, han cubierto una distancia, establecido, sobre la superficie de la tierra, un arco que, por misteriosos caminos, permanece. Al azar, aparece una vista de unos portales hace tiempo desaparecidos, una calle empedrada, ancha y desierta. Al fondo, una iglesia de trazo barroco levanta sus dos torres de tres cuerpos. El reverso completa la visión: Zapopan en los años treinta; una señora manda a Guadalajara saludes y las seguridades de haber rezado por la destinataria en la basílica de la Virgen. ** Hace años, en alguna conversación, Álvaro Mutis afirmaba con su característico énfasis, que El cuaderno gris de Josep Pla había sido uno de los libros que habían influido más poderosamente en su propia escritura. Desde entonces, este espectador frecuenta las páginas intrigantes de ese diario hipnótico y desconcertante. Y siguen apareciendo cosas: “Una obra literaria de un volumen importante, como la de Proust, por ejemplo, es un pozo sin fondo. Contiene cosas directamente vividas y cosas vividas por una gran cantidad de gente. No hay ninguna frase que no tenga un origen concreto ni ningún párrafo que no tenga su historia. Es una obra hecha sobre una confusión inextricable e inmensa exactamente como es la vida. Sobre esta confusión, el autor proyecta la luz de su memoria –que es, en definitiva, el elemento relativamente clasificador pero, dentro de sus límites, decisivo. La memoria de Proust es prodigiosa: no solamente tiene una memoria vivísima de las personas y cosas que vio o conoció o le explicaron los demás, sino que llega a recordar los pensamientos que le sugirieron estos contactos, lo que fueron, ante estas apariciones, sus reacciones mentales y sensibles.” ** Ante una exposición. Después de trasponer el umbral del cuarto en donde las obras fueron dispuestas, quien las mira no puede evitar el instintivo reconocimiento al trabajo hecho, y más allá, al gesto moral de mostrar con toda seriedad y aplomo las hechuras al ojo ajeno. Desastrosa o espléndida, con todos los matices intermedios, una exposición que se despliega ante el observador puede ser, casi siempre, una herramienta de especulación intelectual y estética que lleva a otra parte. Esa fuga posible, esa evocación que algunos trazos, una instalación, un video o una escultura producen, es quizás el verdadero territorio del arte. Como una nube más o menos propicia, una radioactividad que genera en cada observador sus propias reacciones. ** Vista en video, esta película hace extrañar particularmente la anchura y profundidad de la gran pantalla en penumbras en la que desfilaría esa ciudad de excepción y su meticuloso y helado orden flamenco. Comedia del más negro de los humores, logra una narración llena de trazos irónicos, de asomos inquisitivos y también compasivos en la naturaleza humana. Dos irlandeses, asesinos a sueldo, se refugian en Brujas después de que un “trabajo” salió muy mal. Uno no quiere más que irse, el otro, más tranquilo, se compra una guía y disfruta de la ciudad. Martin McDonagh, director de teatro y se nota- realiza su primera película con buen éxito. Las actuaciones son muy eficaces. Quizá lo más notable es la manera como la propia ciudad se inscribe no tanto como un mero escenario, sino como un personaje determinante en la trama. ** Canciones intervenidas/ (The song remains the same.) Como un huracán, de Neil Young y, por supuesto, su mítica banda Crazy Horse. Ya alguna vez visitante de estos renglones, esta canción de 1977 cruza las décadas con la misma urgencia, con la furia del primer día. Va una versión a la que acompaña el mismo requinto insistente, la idéntica música contenida y feroz, pero en la que las palabras trasmutan y sitúan un sentido que quizá es el mismo. Pensé una vez verte/ en un bar atestado y borroso/ bailando sobre la luz/ de una estrella a otra./ Lejos sobre un rayo de luna/ sé que esa eres tú/ y vi tus ojos de miel/ volverse de repente de fuego.// Como un huracán/ calmo es tu ojo./ Y soy arrastrado por el viento/ a un lugar más quieto/ donde dura esa huella./ Quisiera quererte pero/ soy arrastrado por el viento.// No soy más que alguien que sueña,/ y eres justamente un sueño,/ podrías haber sido/ no importa quien para mí./ Antes de esa vez tocaste mi piel/ ese momento exacto/ cuando el tiempo sólo se fuga/ de entre nosotros/ en este viaje incierto.// Como un huracán/ calmo es tu ojo. ** Uno a uno van cayendo, demolidos por el hacha de la estupidez. Son los eucaliptos rojos que Guillermo de Alba sembrara alrededor de 1900 en las banquetas de las entonces flamantes colonias. La última víctima centenaria yace en Progreso, casi esquina con la Paz. Su noble madera roja, ultimada por la dejadez y la sinrazón, dice adiós. Temas Tapatío Diario de un espectador Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Año de “ballenas flacas” El maestro de la brevedad: a 107 años del nacimiento de Juan José Arreola La vida del jazz tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones