Suplementos | La revista literaria Luvina, de la Universidad de Guadalajara, cumple 20 años Del cuento a la realidad La revista literaria Luvina, de la Universidad de Guadalajara, cumple 20 años Por: EL INFORMADOR 17 de julio de 2016 - 01:23 hs Silvia Castillero (directora), Víctor Ortíz (coeditor) y Sofía Rodríguez (coordinadora del programa Luvina Joven), parte del equipo. EL INFORMADOR / E. Barrera GUADALAJARA, JALISCO (17/JUL/2016).- Luvina, la revista literaria de la Universidad de Guadalajara, cumple 20 años de circulación. Su nombre proviene del cuento “Luvina”, publicado en el emblemático libro de Juan Rulfo, El llano en llamas. En sus páginas desfilan poemas, cuentos, ensayos, entrevistas y, aunque es una revista dedicada a las letras, incluye también artes plásticas que concuerdan con la temática del número. Luvina nació dentro de la Revista Universidad de Guadalajara, donde se publicaba como dossier literario. La revista dejó dicha matriz a comienzos de 1996, para estrenarse como publicación trimestral. En sus primeros años estuvo bajo la dirección del escritor y profesor sinaloense César López Cuadras, fallecido en 2013. Desde hace 12 años, la directora es Silvia Eugenia Castillero, quien comentó en entrevista sobre la historia de Luvina: “Ha sido mucho trabajo en todas las diferentes etapas”. Silvia Eugenia comenzó a trabajar en Luvina como editora en 2003, para luego convertirse en directora. Acompañada de Víctor Ortiz Partida y José Israel Carranza como editores, Castillero apuntó que el trabajo en equipo ha adaptado y evolucionado Luvina con el paso de los años. Sobre los resultados que puede ver el lector, comentó: “Es un orgullo ver el cambio, ha tenido una evolución estética y de calidad”. Sus cinco primeros números tuvieron un formato que ahora nos resulta inusual, con las dimensiones de un empaque similar al de los LP (27 cm x 27 cm). Muy pronto la revista mudó al tamaño carta, primero engrapado y luego con lomo, en números en los que imperó el diseño de fondo blanco y un recuadro con iconografía. Un diseño posterior dejó el fondo blanco y creció las imágenes, pero no duraría mucho, pues Peggy Espinosa fue la encargada de diseñar el formato que perdura hasta nuestros días, que cambió de tamaño, más cercano a la media carta y con portadas cien por ciento tipográficas, resaltando que se trata de una revista literaria donde la palabra y las letras son las protagonistas. La única modificación ha sido el color, ya que empezó en negro y ahora utiliza un fondo blanco. Peggy Espinosa, quien realizó el diseño editorial del actual formato, es editora de Petra y recibió el Premio al Mérito Editorial en la FIL de 2015. Sobre la selección de los autores publicados, la directora celebró que no se haya cerrado a un círculo literario, pues incluso convocan a autores de diferentes culturas, sin importar edades. La meta es dar a conocer voces que no se conozcan en México, afirmó Silva Eugenia, además de publicar también a los grandes: “Es el equilibrio de voces nacionales y extranjeras, de jóvenes, consagrados y no tan jóvenes pero no conocidos… Un objetivo de Luvina es descubrir talentos para los lectores”, dijo. Cada nuevo número de Luvina se centra en una temática general, con textos que tocan el tema desde diferentes perspectivas y estilos. Estos temas se preparan hasta con un año de antelación: “Las reuniones para definir los temas y los colaboradores son divertidas… Sí es mucho trabajo, pero es algo muy divertido”, comentó Castillero. Víctor Ortiz Partida, coeditor de Luvina, empezó sus labores en 2008. De la dinámica de trabajo de esta labor en conjunto, resaltó el papel de la tecnología para compartir con mayor facilidad los textos, comentarlos y ya después sostener las juntas donde se define el índice y el acomodo. Desde 2003, el número de invierno tiene como tradición al país o región invitada de la FIL como el protagonista literario. Aquel año fue Quebec, cuya literatura se publicó como dossier. Para 2004, con la literatura catalana, ya se publicó el número completo. Para perfilar mejor la selección de los autores, los editores realizan un viaje previo para contactar y conocer más a profundidad a los personajes que entrarán en el número. Es una satisfacción de la directora de Luvina que los escritores que se eligen para ese número especial suelen repetir en posteriores publicaciones, pues se vuelven amigos de la revista. También sugieren a otros colaboradores, todo ello apuntalando que la revista se conozca más allá de las fronteras mexicanas. Sumado a esos contactos con escritores, la dinámica ha derivado también en alianzas estratégicas con instituciones, como sucedió con Israel. Castillero apuntó que desde un principio la visita fue una experiencia ejemplar, al ver cómo la política cultural del país trataba a sus autores y les armaron toda una agenda para conocer a muchos de los escritores del país. Aunque todavía es muy temprano para hablar del número 84, que será el especial de la FIL en su 30 aniversario, los editores adelantaron que habrá sorpresas interesantes para los lectores: si bien el panorama literario es muy amplio con América Latina como invitada de honor, “Nuestra imaginación también es muy grande”, comentaron. Víctor Ortiz señaló que desde el número de Israel de 2013 surgió un convenio que sigue hasta la fecha, en donde les comparten para publicar textos de autores del país. En ocasiones son textos que sólo han visto la luz en hebreo, por lo que significa una gran novedad para los lectores occidentales. El editor recordó otra alianza que devino en un dossier especial de la literatura coreana. Para Víctor, esta labor de búsqueda y selección es un deleite como lector: “Es un placer leer la literatura contemporánea, no sólo en español”. A propósito de la diversidad y novedad que se advierte en los textos, Castillero apuntó: “se trata de ofrecerles a los lectores en español un termómetro de la literatura, pocas revistas lo logran”. Edición especial Este verano, el número 83 de Luvina tuvo el título de “Sabor”, con múltiples vínculos entre la comida y la lectura. “Comer con los ojos”, “devorar un libro” son frases recurrentes en el vocabulario cotidiano, y es que “la literatura ha explorado el tema de la comida desde hace mucho”, dijo Víctor. El tema de la comida sirve para señalar las desigualdades sociales, rescatar los recuerdos de la infancia, cuestionar la ética de comer animales, en resumen: “La comida es un tema que se puede abordar desde muchas partes, es un tema existencial”, agregó Silva Eugenia, quien puntualizó la comida desde el vínculo maternal, con la madre que alimenta al hijo en su seno. Gonzalo Calcedo, José Homero, Maricela Guerrero, Verónica Grossi y Vicente Echerri son algunos de los nombres que vemos en la portada de “Sabor”. La sección gráfica de esta edición incluye dibujos y fotografías Javier Pulido, con un tono crítico. En Luvina ya trabajan en la digitalización de todo su acervo: se planea que antes de que acabe el año esté listo todo el catálogo de la revista, del número 1 al 83, a presentarse este miércoles 20 de julio en el Ex Convento del Carmen a las 20:00 horas. Para la próxima presentación en el Ex Convneto del Carmen asistirán varios de los autores que radican en Guadalajara, para compartir la lectura en voz alta de sus textos. Además de los escritores, el chef Luis García (de El Apartamento) también participará. EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ Temas Tapatío Lee También El río Lerma: un pasado majestuoso, un presente letal Año de “ballenas flacas” El maestro de la brevedad: a 107 años del nacimiento de Juan José Arreola La vida del jazz tapatío Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones