Conocimientos inútiles

Desde que nacemos comienza el arduo y divertido proceso del aprendizaje. Es a través de nuestros padres, maestros y amigos, que vamos adquiriendo sabiduría y conocimiento que según nos dicen “son indispensables para la sobrevivencia y el desempeño profesional y personal”. En pocas palabras, todo aquello que aprendemos se supone que será de suma utilidad en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, existen cosas que nos enseñaron con gran ahínco y no sirven de un carajo. A continuación un breve listado de dichos conocimientos inútiles.
- Si cenas muy pesado, seguro tendrás pesadillas terroríficas toda la noche.

- Exactamente para que sirve conocer el valor de π (π= 3.1416) ¿en qué momento de la vida lo voy a necesitar?

- Siguiendo con las matemáticas, para qué nos pasamos semestres enteros tratando de entender las raíces cuadradas y geometría ¿acaso cuando pagamos manzanas y pepinos nos hacen la cuenta utilizándolas? y para saber si el cambio es correcto ¿sacamos la hipotenusa de los valores implicados?

- Por ningún motivo se te ocurra meterte a nadar en la alberca o el mar después de comer, por que te da una congestión y seguro te ahogas. Debes esperar a que te haga la digestión, por lo menos hora y media.

- Cuando las televisiones no tenían control remoto y para cambiar los canales había que hacer girar una rueda dentada, había que saber dos cosas básicas: jamás girarla rápido y mucho menos en sentido inverso a las manecillas del reloj, por que se decomponían. (Dogmas incuestionables)

- La distancia mínima apropiada para mirar tele -según las mamás- era de entre tres y cinco metros, cualquier cosa más cercana significaba una ceguera progresiva o en su defecto que te quedaras visco.

- Apuntar a las personas además de ser de pésima educación, significaba la posible aparición de un mezquino en el dedo.

- Si vas llegando a tu casa después de un caluroso día en la escuela, por ningún motivo se te ocurra quitarte los zapatos y las calcetas. Pisar el suelo así de frío con las patotas calientes seguro te provocaría juanetes.

- Jamás se te ocurra comer engrudo o pasta de hot cakes cruda por que te empachas.

- Existen nomenclaturas para las medidas de personas, animales y cosas, y pobre de ti donde las confundas o no las sepas. Por ejemplo: para hacer referencia a la estatura de una persona, debes levantar el dedo índice de la mano derecha, para la de un animal debes hacerlo con la mano en posición como de judo y por último para las cosas tendrás que hacerlo con la palma de la mano hacia abajo. ¿Quién carajo decidió esto? no tengo idea pero es otro dogma que enseñan las madres, no cuestiones.

- Por ningún motivo debes tomar leche si recién has comido sandía, podrías provocar un caos estomacal.

- Siempre que sales de noche debes hacerlo bien abrigadito, no sea que te agarre el sereno y te resfríes.

- Después de las dos de la mañana, todas las mamás consideran que sus hijos se convierten en una especie de criaturas en celo, por lo cual es imprescindible que lleguen a casa de inmediato, no vaya a ser que la familia crezca. (Lo que nunca toman en cuenta es que los moteles están abiertos desde la mañana ¡ja, ja, ja!)

- Las madres contemporáneas, prohíben a sus hijos dormir junto a celulares, iPods, gameboys y artefactos electrónicos similares, ya que “las ondas magnéticas” emitidas por dichos artefactos producen cáncer. (Conocimiento adquirido en gimnasios o charlas de café con las comadres del club).

- Nunca truenes tus dedos, ni mojes tus manos después de cocinar o planchar, sino serás un anciano con artritis deformativa. (Si lo dudas, consulta a tu reumatólogo de confianza).

- La mejor forma de convertirte en adorador del “chamuco” es compartir secretos y que te cachen en el acto (del secreto).