Blog de imagen

Es verdaderamente un desperdicio no aprovechar nuestra imagen como una poderosa herramienta aliada a otros esfuerzos para lograr nuestros objetivos. Y con objetivos no me refiero sólo a mujeres u hombres ejecutivos y con deseos de ocupar la oficina grande,  ya que la imagen es una herramienta para todos.

Es efectivamente un tremendo bache en la autoestima pensar que o se nace bonito (a) o guapo (a) y punto, lo demás es un gasto de tiempo, de dinero y de esfuerzo.
Puede ser que en toda mi carrera como consultora haya realizado más de dos mil cambios de imagen. Todas esas veces he visto a estos hombres y mujeres sorprendidos de que ese personaje, fuera él o ella,  no se reconocen, y expresiones como “¿Ésa soy yo?” las he escuchado cientos de veces. No explotamos todo nuestro potencial, no explotamos toda nuestra inteligencia, nuestra habilidad de convencimiento, nuestros talentos, nuestras cualidades. La mayoría de los seres humanos aprovechamos sólo lo mínimo de todo lo que tenemos, partiendo por darnos a nosotros mismos tan poco, pudiéndonos dar tanto.
Podemos ser y hacer lo que queramos, tenemos todo el potencial, sólo hay que descubrirlo y estar conscientes de hacerlo, analizarnos y desarrollarnos. No sé si usted vio al película de Atrápame si puedes con Leonardo de Caprio. No le diré el final, pero sí que a los 18 años este estafador -personaje que representaba este maravilloso actor- era el más buscado por el FBI. Él decidió estafar a una línea aérea, su arma era un uniforme de piloto y, claro, su habilidad de falsificar. ¿Quién cree usted que le pediría una identificación al cambiar un cheque de una línea aérea vestido con un impecable uniforme de piloto? El uniforme era su identificación, el uniforme decía: quién soy, a qué me dedico, soy persona de confianza, con credibilidad, este cheque es producto de mi capacidad, aparte tengo personalidad y nadie puede dudar de todo esto que represento ya que inspiro congruencia. Y eso era lo que toda la gente leía en él. ¿Cómo dudar?

Igualmente nos podemos preguntar qué papel quiero representar en la vida por medio de mi imagen, de una mujer acabada y fracasada,  descuidada y fachosa o de una mujer interesada en su persona, agradecida con su cuerpo y destellando confianza, guapura, elegancia y actitud. O un hombre con aspecto de no voy a ningún lado, no tengo metas, con actitud de perdedor antes de entrar a la batalla, descuidado y con expresión corporal de rendido.

Traiga a su mente el nombre de un actor o actriz, recuerde los papeles que ha representado, ¿en todos ha sido convincente? Seguramente, porque actúa como lo requiere el rol del personaje, se viste como tal, habla como tal y usted le cree; efectivamente el actor es lo que representa. ¿Usted es lo que representa? ¿Y qué quiere representar? ¿Cuál es su rol en esta película en la que usted es el protagonista?

Estas personas de 24 países que he visto transformadas en su imagen, desarrollando todo su potencial físico, complementado con cambios internos, alcanzan verdaderos logros también en su actividad, son de todos los niveles sociales y económicos, todos con diferentes creencias, religiones, educación y costumbres, pero todos coinciden en experimentar un verdadero crecimiento en su autoestima y descubren sus rasgos, su cuerpo, su postura, y todo lo que con esa imagen pueden obtener.

No desperdiciemos todo lo que podemos ser bajo pretextos como “no sé cómo”, “eso no se hizo para mí”, “soy pobre, no tengo tiempo”, “si lo hago ahora, tengo que hacerlo siempre”, “eso no se me da”, “en lo que yo trabajo no necesito una imagen”, “soy mamá de tiempo completo”, “no quiero llamar la atención”, “si me quieren que sea así tal cual soy y de cara lavada”.

Podemos empezar a construir metas e incluir nuestra imagen entre nuestras herramientas para lograr nuestros sueños. Lo invito a ponerse a trabajar en su imagen y a cosechar resultados.

Consultora en Imagen Integral
annyrico@prodigy.net.mx