Un diario tiene entre sus metas registrar la vida pública de una ciudad y región, al igual que un autor busca reflejar esa misma vida en sus aspectos privados. Una relación centenaria entre periódico y escritor es la de Juan Rulfo y EL INFORMADOR, que recientemente tuvieron un capítulo más con la visita de su hijo, Juan Carlos Rulfo. En la hemeroteca se guarda la nota que dio cuenta del asesinato del padre de Rulfo en 1923, un suceso que lo marcó en la infancia: Rulfo tenía seis años y se celebra su centenario de natalicio este 2017, como esta casa editorial.En las décadas siguientes, Juan Rulfo sería protagonista de noticias, columnas de opinión y entrevistas presentadas en las páginas del periódico, gracias a la publicación de “El llano en llamas” (1953) y “Pedro Páramo” (1955), colección de cuentos y novela clásicos de la literatura mexicana.Aunque Rulfo fijó su residencia en la capital del país, regresó a Guadalajara para seguir en contacto con la comunidad cultural. En una de sus visitas (1961) habló sobre la vida cultural en la capital del país y leyó su obra. En las páginas del periódico se refieren también los comentarios del escritor, quien señalaba en su presentación pública los escasos comentarios que tuvo su novela al publicarse en la Ciudad de México. En cambio, agregó Rulfo, la traducción al alemán generó muchas lecturas positivas. En las secciones culturales y dominicales, colaboradores de EL INFORMADOR publicaron textos donde se valora la importancia de la obra del jalisciense.Cuentos de Juan Rulfo publicados por EL INFORMADOR han sido “Paso del Norte”, “Diles que no me maten” y “No oyes ladrar los perros”, dentro de los suplementos dominicales de los años sesenta. Al mismo tiempo, literatos colaboradores escribían ya sobre la importancia de su obra en la literatura universal.El lunes 4 de junio de 1923, Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno, un niño de seis años se enteró, por boca de su madre, que su padre, Juan Nepomuceno Pérez Rulfo, estaba muerto. Días después, EL INFORMADOR daba cuenta del hecho en una nota de su primera plana: “Fue asesinado cerca de una hacienda, antier, el señor Juan Nepomuceno Pérez Rulfo”.Noventa y tres años después, el nieto -Juan Carlos Rulfo- se encontró de golpe con los motivos y las descripciones del asesinato, “a traición”, de su abuelo que no conoció. Lo anterior ocurrió el 14 de febrero de 2017 cuando el cineasta e hijo de Juan Rulfo visitó las instalaciones -fototeca- de esta casa editorial como parte de las grabaciones del documental “100 años con Juan Rulfo”, que se estrenó el 16 de mayo del 2017.La presencia en el periódico del autor originario del Sur de Jalisco no cesó tras su muerte: como todo artista atemporal, la obra de Rulfo pertenece a la posteridad. Luego de su fallecimiento se han publicado ediciones especiales de su obra, además de que su acervo fotográfico ha cobrado un papel más importante dentro de la fotografía nacional, con tintes antropológicos.En la edición del XLV aniversario de EL INFORMADOR, Juan Rulfo envió un mensaje de felicitación al periódico y permitió la publicación de su cuento “El hombre”, en el diario. Probablemente “El hombre” es uno de los cuentos más complejos de Rulfo. En él podemos observar la asunción y el manejo de técnicas narrativas contemporáneas, al tiempo que un entrañable vínculo con Jalisco -su región de origen-, y todo el universo del que procede. En él, presenta la historia de José Alcancía, quien es perseguido por un hombre que busca matarlo para vengar la masacre de la familia Urquidi.Este artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. El resto de los contenidos especiales están disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.
