Donald Trump intensificó su respuesta a las protestas migratorias en Los Ángeles (LA), enviando 700 marines, además de los cuatro mil 100 efectivos de la Guardia Nacional previamente desplegados. La intención es proteger propiedades y personal federal, incluidos los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Sin embargo, esta medida generó incertidumbre y un creciente enojo entre la población y las autoridades locales, aumentando la tensión en una ciudad marcada por manifestaciones contra las redadas y las detenciones de migrantes.El Comando Norte de Estados Unidos justificó el envío de los marines al señalar que están entrenados en desescalada de conflictos, control de multitudes y en el uso adecuado de la fuerza. Pero la situación podría exigir una respuesta más matizada, ya que los agentes, acostumbrados a operar en zonas de conflicto como Siria y Afganistán, se enfrentarían a una nueva realidad: confrontaciones con manifestantes, algunos armados con latas de gas, lo que los obligaría a tomar decisiones rápidas para proteger a los guardias de inmigración y sus compañeros.El despliegue de las fuerzas federales fue autorizado sin invocar a la Ley de Insurrección, que permite el uso de tropas para funciones policiales en emergencias nacionales.Mientras tanto, las protestas contra las políticas migratorias de Trump siguen aumentando. Álex Aguilar, un joven de origen salvadoreño y mexicano, expresó su frustración por el despliegue militar: “Mis papás vinieron aquí porque tuvieron que huir de sus países. No es un crimen trabajar para mantener a tu familia. Que traigan a la Marina… eso sólo aumenta el miedo, pero también nos da más razones”. El gobernador de California, Gavin Newsom, reaccionó con firmeza ante la presencia de las tropas federales y reveló que está presentando una demanda contra la administración de Trump para poner fin a lo que considera una “toma ilegal” de la ciudad, que ha contribuido al caos y la violencia. La demanda se centra en que el presidente violó la Constitución de los Estados Unidos al excederse en sus poderes y vulnerar la soberanía de California. Esta controversia no sólo involucra la seguridad pública, sino también un intenso debate sobre el papel de las fuerzas federales en el control de las protestas dentro de las fronteras del país.La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, calificó la presencia militar como un “experimento” del Gobierno federal, rechazando las declaraciones de Trump que describen a la ciudad como “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y delincuentes. Necesitamos unirnos, no permitir que nos dividan”.Expertos aseguran que las redadas migratorias violan los derechos humanos, lo que obliga a México a implementar recursos legales. Arturo Santa Cruz, director del Centro de Estudios sobre América del Norte, advirtió que Trump está utilizando el tema migratorio como excusa para involucrar al Ejército en asuntos civiles, lo que podría derivar en violaciones constitucionales. Remarcó el riesgo de que las manifestaciones violentas se intensifiquen y que las víctimas mortales se sumen a la lista si las redadas se extienden a ciudades con alta población migrante. Añadió que el despliegue de la Guardia Nacional es ilegal y que Trump está usando esta estrategia para fortalecer su base política.Por su parte, Eduardo González, profesor del Tec de Monterrey, denunció la criminalización de los migrantes y el peligro de que las protestas escalen a disturbios mayores.Al grito de '”¡Fuera ICE!” y “¡Liberen a todos!”, los manifestantes en Los Ángeles continuaron con las protestas por cuarto día consecutivo, advirtiendo que el despliegue de tropas ordenado por el presidente Donald Trump no hace más que intensificar la indignación popular.Una multitud diversa se reunió desde el mediodía de este lunes en la entrada del edificio federal ubicado en el centro de la ciudad para exigir la liberación de los migrantes detenidos en las recientes redadas antiinmigrantes por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y la retirada de la Guardia Nacional y de los 700 infantes de la Marina desplegados por orden de Trump.“La gente está enojada y que (las autoridades) respondan con violencia hace que nos enfurezcamos cada día más”, respondió Isabella, una joven originaria de Los Ángeles, hija de padres mexicanos y argentinos, que acudió a la convocatoria de este lunes.La congregación se llevó a cabo de forma pacífica la mayor parte del día con las personas mostrando banderas de México, Guatemala, Honduras, El Salvador y Palestina.Los ánimos se caldearon por la llegada de unos cuantos partidarios del presidente Donald Trump que instigaron confrontaciones con los manifestantes, quienes, pese a la rabia que generaban entre los presentes, intentaron expulsarlos de forma segura de su manifestación, sin dar pie a más respuesta violenta.Los manifestantes nuevamente cargaron contra la Casa Blanca por ordenar un operativo migratorio de unos 30 días, en un pulso con una ciudad en la que los indocumentados hacen parte importante de su tejido social.Para Alex Aguilar, un joven originario de la ciudad de Los Ángeles, de padre salvadoreño y madre mexicana, ha sido un deber acudir a las protestas en nombre de sus familiares y comunidad latina.“Mis papás vinieron aquí porque tenían que salir de sus países. No es un crimen trabajar para mantener a tu familia. Que traigan a la Marina, eso es para crear más miedo, pero nos da más razones para estar presentes”, aseguró el californiano.Los agentes de la Guardia Nacional, quienes estuvieron estoicos frente a la puerta principal del edificio federal durante todo el día, recibieron toda clase reclamos de la sociedad civil sobre su papel en las protestas.“¿No deberían de estar del lado de la gente?”, le preguntaba una señora junto a su hijo, mientras un grupo les gritaba “¡Traidores!” al unísono, además de cánticos como “¡Trump se tiene que ir ahora!”.En este sentido, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo en una conferencia que el Gobierno federal está utilizando la ciudad para “un experimento”, al desplegar tropas, e instó a la administración a detener las redadas migratorias, que han enfurecido a los manifestantes. “El jueves pasado no ocurrió nada en esta ciudad que justificara las redadas”, puntualizó.EFELas redadas contra migrantes en los Estados Unidos violan derechos humanos de los migrantes, por lo que México debe implementar recursos legales, aseguran académicos.Arturo Santa Cruz, director del Centro de Estudios sobre América del Norte, explicó que la administración del presidente Donald Trump está usando el tema migratorio como pretexto para involucrar al ejército.Dijo que la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, puede acudir a interponer recursos legales. Además dijo que a través de la red de consulados se puede brindar apoyo a la comunidad.Eduardo González, profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, dijo que las redadas desataron los demonios de persecución y la criminalización de los migrantes. “Lo que estamos viendo nos demuestra que hay un peligro inminente para todos”.Reconoció que la política migratoria es un asunto de Estados Unidos, pero no deben existir violaciones a los derechos humanos.Las redadas para detener a migrantes ilegales en los Estados Unidos comenzaron la semana pasada, y provocaron manifestaciones el fin de semana en Los Ángeles, California, donde el 35 por ciento de sus habitantes es de origen mexicano. LA VOZ DEL EXPERTOEduardo González, profesor del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.Señaló que las redadas desataron los demonios de persecución y la criminalización de los migrantes. “Lo que estamos viendo nos demuestra que hay un peligro inminente para todos. Cuando digo para todos, me refiero a la sociedad migrante y no migrante”. Añadió que la incorporación de Marines sumándose a los elementos de la Guardia Nacional, FBI, la DEA y los agentes de Migración y Control de Aduanas, dejan en claro la política antiinmigrante de la administración del presidente Donald Trump.“Me parece que lo más grave es que están deportando a migrantes que no están cruzando apenas a Estados Unidos, sino que ya tienen muchos años en la zona de Los Ángeles y que ya forman parte de la comunidad angelina”, comentó.Para el catedrático, el peor escenario es que las manifestaciones se desborden y se salgan de control, y de arrestados y lesionados por balas de goma y gas pimienta, pasemos a disturbios mayores con asesinatos.Arturo Santa Cruz, director del Centro de Estudios sobre América del Norte.“Lo que Donald Trump en realidad quiere, es normalizar el involucramiento del Ejército en cuestiones civiles, y eso le está dando pretexto para violar la ley y la Constitución”.Para el especialista, enviar a la Guardia Nacional es ilegal, porque el argumento es que está hablando de una invasión y una insurrección, cosas que no se cumplen.El académico dijo que lo peor que puede suceder es que llegue a haber muertos en las manifestaciones, y estas se extiendan a otras ciudades con fuerte presencia de migrantes, como New York, Chicago y Denver.“Como ya sabemos, Trump es muy hábil para encontrarle vericuetos a la ley o simplemente ignorarla. Él está jugando a su estrategia de política en televisión. Sabe que las imágenes son muy llamativas y esto le sirve para consolidar su base y para hacer creer a otras personas que tienen legítimos temores sobre la migración ilegal y con eso, puede salir fortalecido con esta política televisiva”, añadió.