A dos años de haber asumido la Presidencia tras su sorpresiva victoria, Donald Trump y sus políticas enfrentarán hoy la primera prueba de fuego, cuando millones de estadounidenses acudan a las urnas para renovar parte del Congreso y los gobiernos de 36 entidades.Para Eduardo González, profesor del ITESM Campus Guadalajara, un probable triunfo del Partido Demócrata, ya sea en el Senado o en la Cámara de Representantes, podría provocar un mayor contrapeso a los planes de Trump y mejores noticias para México. Por ejemplo, que no prosperen las políticas en materia migratoria. “Si los republicanos obtienen posibilidades más amplias en ambas Cámaras, podrían llevar a cabo algunas modificaciones respecto a tratados comerciales, migración y seguridad, lo cual vendría a complicar el ejercicio gubernamental en nuestro país”.Pero en caso de sufrir un revés, Alejandro Díaz, especialista en temas de Estados Unidos por el Tecnológico de Monterrey, advierte que es posible que, en caso de no tener una mayoría legítima, Trump pueda recurrir a otras acciones como los decretos para sacar adelante sus promesas de campaña.Benjamín Temkin Yedwab, de la Universidad de Columbia Nueva York, explica que “hay una participación muy alta en la votación temprana, particularmente se nota un incremento en la participación de jóvenes y mujeres, eso parece dar una esperanza al Partido Demócrata. Lo que las últimas encuestas están mostrando en este momento, con un 85% de probabilidad, es que el House of Representative tendrá una victoria demócrata; en cambio, en el Senado, los republicanos van a conservar su mayoría con 85 por ciento”.Por su parte, Víctor Olea, académico del ITESO, añade que “es la primera gran prueba de la administración de Donald Trump, porque funcionará como una especie de evaluación del Gobierno. Para los demócratas es muy importante esta elección porque les puede dar la mayoría en la Cámara de Representantes, para posteriormente aplicarle un speech man al presidente”.El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, siguió ayer su maratón de mítines a pocas horas de que se abrieran las urnas para los comicios a la mitad de su mandato, considerados como un referéndum sobre su persona.Ayer participó en varios actos de campaña en Cleveland, Ohio; Fort Wayne, Indiana, y después Cape Girardeau, en Misuri. “Todo lo que hemos creado y lo que hemos logrado está en juego”, dijo Trump a la multitud en Cleveland.Pese a que el nombre de Trump no está en las papeletas, está claro que las elecciones son un referéndum sobre su Gobierno, en las que están en juego la totalidad de los escaños en la Cámara de Representantes, un tercio de los puestos del Senado, 36 gobernadores y docenas de legislaturas estatales.Los estadounidenses asisten al final de una campaña que estuvo marcada por dos violentos incidentes: el envío de paquetes con explosivos a prominentes líderes opositores y la masacre en una sinagoga en Pittsburgh donde murieron 11 personas.Los dos hechos motivaron acusaciones de que Trump alienta la violencia con sus tuits incendiarios y discursos cargados de duros comentarios contra sus opositores.Pero el mandatario estadounidense reaccionó culpando a los periodistas críticos de alimentar el extremismo.En el ambiente electrizado de sus mítines, Trump saca partido de su experiencia como presentador de televisión, logrando cautivar a su público y colocarse en el centro del debate.Con un estilo que mezcla las declaraciones grandilocuentes, el lenguaje llano y los toques de un humor cruel con el que fustiga a sus detractores, Trump coloca a los votantes en la vicisitud de elegir entre su gestión, en la cual la expansión de la economía llevó al desempleo a un mínimo de 3.7%, y su visión de la seguridad, y las posturas de los demócratas, a los que califica de izquierdistas extremos.“Si los demócratas radicales toman el poder, van a lanzar una bola de demolición contra nuestra economía y contra nuestro futuro”, advirtió.La estrategia de centrar todo el debate político sobre sí mismo es una apuesta, al igual que el viraje de su discurso, que pasó de elogiar los logros económicos de su gestión a una narrativa dura (que algunos califican de racista) en la que ha denunciado la inmigración ilegal como una “invasión”.A pocos días de las elecciones, Trump envió a más de cuatro mil 800 efectivos a la frontera con México y sugirió que si los migrantes centroamericanos que marchan por miles en caravanas hacia Estados Unidos tiraban piedras a los agentes, éstos podrían responder con tiros, aunque después se retractó.Los demócratas “quieren imponer el socialismo en nuestro país. Y quieren borrar las fronteras de Estados Unidos”.Esta táctica le funcionó en 2016 cuando, en contra de todos los pronósticos logró salir elegido, pero estos discursos también irritan a muchos, lo que les ha dado a los demócratas una esperanza de una mayor movilización.CLAVESGUÍA¿Qué se elige?Una cifra récord de mujeres y de candidatos pertenecientes tanto a minorías étnicas como de género participan en las elecciones intermedias de EU, impulsados en buena medida por su oposición a las políticas de Trump.Las elecciones, que se celebran este martes, definirán no sólo 39 gobernadores sino la composición futura de las dos Cámaras del Congreso, así como varias legislaturas locales. Determinarán asimismo los retos políticos que enfrentará Trump en la segunda parte de su Gobierno.Más de una cuarta parte de los cientos de candidatos a puestos de elección popular en Estados Unidos son mujeres, lo que incluye 84 mujeres de color. Esa cifra es un aumento de 42% respecto de las elecciones generales del 2016.También se reportan al menos 216 candidatos de color; es decir, afroamericanos, latinos, indígenas americanos y de origen asiático; y 26 candidatos que abiertamente se identifican como LGBT, una cifra más de cinco veces mayor a la de las pasadas elecciones intermedias de 2010.Estos candidatos compiten en un contexto sin precedentes, con campañas que han apelado de manera abierta a sentimientos xenofóbicos y racistas, y con incidentes de odio e intolerancia que han ocupado a la opinión pública en las semanas recientes.Las candidatas mujeres y de minorías, la gran mayoría de los cuales compite por el Partido Demócrata, se enfrentan contra los mensajes de un presidente que ha hecho de la retórica anti-inmigrante el eje principal de las campañas para promover candidatos de su partido.De acuerdo con el grupo civil Emily’s List, encargado de respaldar candidaturas de mujeres progresistas, un total de 42 mil mujeres en Estados Unidos expresaron su interés por competir por algún puesto de elección popular en este ciclo electoral.“Estamos en un momento sin precedentes para las mujeres en la política. En enero, habrá un número histórico de mujeres en cargos electos”, afirmó Stephanie Schriock, presidenta de Emily’s List. Entre las mujeres progresistas sobresale Stacey Abrams, quien compite por el Gobierno del Estado de Georgia, y quien sería la primera gobernadora afroamericana en la historia de Estados Unidos.Resalta además Michelle Lujan Grisham, quien compite en Nuevo México y quien de triunfar sería la primera gobernadora demócrata. Lujan Grisham sucedería a Susana Martínez, republicana y primera gobernadora latina en la historia de EU.Otros candidatos minoritarios que podrían hacer historia en este ciclo electoral son Marsha Blackburn, primera senadora mujer por el Estado de Tennessee; y Jared Polis, primer gobernador abiertamente gay, compitiendo por Colorado.Los temasUn probable triunfo del Partido Demócrata en las elecciones intermedias de Estados Unidos, ya sea en el Senado o en la Cámara de Representantes, podría provocar un mayor contrapeso a los planes del actual presidente Donald Trump y mejores noticias para México, afirma Eduardo González, académico del Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara. Esto significaría la posibilidad de que no prosperen políticas en materia migratoria y de otro tipo que puedan afectar a nuestro país, consideran expertos. “Si los republicanos obtienen las posibilidades más amplias en ambas Cámaras, podrían llevar a cabo algunas modificaciones respecto a tratados comerciales, migración, seguridad, lo cual vendría a complicar el ejercicio gubernamental en nuestro país los dos primeros años al menos”.“Como vecinos, no estaría del todo mal que el triunfo fuera de los demócratas y se reparta el poder en Estados Unidos, esto le da cierto margen de maniobra a México, más que si tuviera solamente un partido el poder absoluto de las cámaras”.La actual elección significará para Trump la oportunidad de obtener una mayoría legislativa para cumplir sus promesas no completadas. “De obtener la mayoría en las dos cámaras, me parece que la gran ventaja para Trump sería legislar de manera más agresiva algunos de los proyectos propuestos en la campaña electoral. Si no es así, su presidencia se debilitaría de manera sustantiva”.En el mismo sentido converge Alejandro Díaz, especialista en temas de Estados Unidos por el Tecnológico de Monterrey, aunque ve posible que, en caso de no tener una mayoría legítima, Donald Trump pueda recurrir a otras acciones como los decretos para sacar adelante sus promesas de campaña. “Un presidente con mayoría puede promover una legislación que, en efecto, pueda movilizar políticas muy restrictivas en materia migratoria como el famoso muro, y la movilización constante de las Fuerzas Armadas en la Frontera”, consideró Díaz.Para el Partido Demócrata, obtener la mayoría en el Senado o en la Cámara de los Representantes también representa una última oportunidad para competir con garantías contra Donald Trump en unas futuras elecciones presidenciales.“Si los demócratas no salen victoriosos hoy, me parece que se pueden ir olvidando de obtener la Presidencia en dos años más, así de importante es la elección para ellos”, concluyó Eduardo González, profesor del ITESM-Campus Guadalajara.El Poder Legislativo redacta las leyes propuestas, confirma o rechaza las nominaciones presidenciales de los jefes de las agencias y jueces federales y de la Corte, además tiene la autoridad para declarar la guerra. El Congreso está constituido por el Senado y la Cámara de Representantes, así como agencias y oficinas especiales que brindan servicios de apoyo.Hay dos senadores elegidos por Estado, que suman 100 en total. Un período en el Senado es de seis años; no hay límite para la reelección.En la Cámara de Representantes de Estados Unidos hay 435 diputados, que se dividen entre los 50 Estados en proporción a su población total. Existen otros delegados sin derecho a voto que representan al Distrito de Columbia y otros territorios.Un representante sirve un término de dos años; tampoco hay límite para la reelección.La elección intermedia de Estados Unidos definirá el futuro de la presidencia de Donald Trump, incluyendo una probable reelección en 2020, considera Eduardo González, académico del Tec de Monterrey. “De obtener la mayoría en las dos Cámaras, me parece que la gran ventaja para Donald Trump sería legislar de manera más agresiva algunos de los proyectos propuestos en su campaña electoral. Si no es así, su presidencia se debilitaría de manera sustantiva.De acuerdo con estimaciones del experto, el Partido Republicano (al cual representa Trump) tiene un 66% de posibilidades de hacerse con la mayoría del Senado. Sin embargo, el Partido Demócrata posee un 76% de posibilidades para ganar la mayoría de la Cámara de los Representantes, actualmente dominada por los republicanos.“Lo que al inquilino de la Casa Blanca siempre le preocupa en las elecciones intermedias, es asegurar condiciones favorables para buscar su reelección”.Recuerda que, en los últimos 80 años, el partido que tiene la presidencia sufre una derrota al menos en una de las dos cámaras en las elecciones intermedias, por lo que el escenario parece que no cambiará demasiado.El profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey en la Ciudad de México, Alejandro Díaz, vislumbra los resultados de las elecciones a la inversa: una mayoría republicana en la Cámara de los Representantes y una mayoría demócrata en los Senadores.Sin embargo, para Trump y los republicanos el mejor resultado será preservar al menos una de las dos legislaturas. “El escenario más pesimista es que el Partido Republicano se vea bajo la posibilidad de perder la mayoría en las Cámaras, perder gubernaturas, pero parece que no va a ocurrir, y eso en sí mismo, se leerá como ‘no nos fue tan mal’”.Wall Street cerró ayer con sus índices dispersos cuando los inversores apostaron a valores considerados menos volátiles en la víspera de las elecciones legislativas de Estados Unidos.El índice industrial Dow Jones subió 0.76% a 25.461,70 puntos; el Nasdaq, de valores tecnológicos, perdió 0.38% a 7.328,85, y el S&P 500 dejó 0.56% para quedar en 2.738,31 unidades.“Pocas cosas importan hoy más que las elecciones de mañana (este martes)”, dijo Phil Davis, de PSW Investments.Varios escenarios se han diseñado sobre estas elecciones en el Congreso y muchos analistas creen que los republicanos de Trump retendrán su actual mayoría en el Senado, pero la perderán en la Cámara de Representantes.Empero, “las verdaderas inquietudes de los mercados se sitúan más en torno a las tasas de interés, las tensiones comerciales con China y el enlentecimiento del crecimiento de economías extranjeras”, acentuó Patrick O’Hare, de la firma Briefing.Los mercados se preparan para la reunión de política monetaria de dos días que la Reserva Federal de Estados Unidos abrirá este miércoles y de la que no se espera un incremento de las tasas de interés, pero sí señales sobre la marcha de la economía.En el mercado de obligaciones el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años bajaba a 3.201% contra 3.212% del viernes, y el de los bonos a 30 años era de 3.434% contra 3,454% de la jornada previa.¿Qué preocupa?Las verdaderas inquietudes de los mercados son tres:Sigue: #DebateInformador¿Las políticas públicas de Donald Trump serán suficientes para ganar este martes el Congreso de Estados Unidos?Participa en Twitter en el debate del día @informador