Año de inocentes

Pareciera una burla que las autoridades federales deseen un feliz año a la población… una burla, puesto que su ocupación, hasta hoy, no ha sido la protección de la economía de los mexicanos; aunque, para ser honestos, debe decirse que sí han estado muy ocupados, pero beneficiando a los bancos —casi todos extranjeros—, protegiendo a las grandes, muy grandes empresas con exenciones tributarias y dejando a la Bolsa de Valores y sus movimientos en absoluta libertad; un trabajo cumplido a cabalidad, pero en una democracia, los elegidos deben hacer más, mucho más que sólo cuidar a pequeños grupos privilegiados, deben proteger fundamentalmente a las mayorías, y ese trabajo no está hecho.
Como ejemplo del contrasentido, ya se tiene el aumento en las gasolinas, precio que ya está disparando aumentos en todos los productos y servicios. Pero, como si lo de las gasolinas fuera poco, lastimando el bolsillo y, sobre todo, la alimentación de los mexicanos, el precio de la tortilla subirá en todo el país.
Y entonces no se entiende. No se entiende que el Gobierno federal por un lado exprese que la crisis está siendo superada y que por el otro favorezca sendos golpes a la vida de la población… que diga que su preocupación es el bienestar de los mexicanos y que permita que se eleve el precio de la tortilla, alimento básico para la población.
No se entiende que en un Gobierno que busca el Estado de derecho, la administración federal aplique los aumentos a las gasolinas como el cobro de impuestos, pero sin la autorización del Congreso… como lo señaló el secretario de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
No se entiende que en lugar de generar el empleo, tantas veces prometido, se deje sin empleo a todos los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza… acción que los priva de su fuente de ingresos, pero que favorece, claro está, a grandes empresarios, muchos extranjeros, que tienen inversiones en la generación de electricidad, dándole la vuelta a la Constitución Mexicana con argucias de habilidad sin igual.
Y no se entiende que la migración a Estados Unidos, a pesar de que la crisis sea mundial, siga siendo la única salida para los mexicanos, con altísimos costos para ellos y un enorme beneficio para la Federación; sacrificio de cada mexicano en el “otro lado” que posibilita ingresos fuertes al Gobierno… recursos que evitan que las poblaciones sean presa del hambre… castaña que la Federación saca del fuego con la mano dolida de los emigrados.
Entonces, no se entiende que pretendiendo buscar el bien común terminen logrando el interés individual… el interés de pequeños grupos favorecidos en detrimento de los más. Entonces, no se entiende que las palabras del Ejecutivo sean contrarias a sus hechos, cuando la honestidad y la honradez han sido su bandera; no, no se entiende… a menos que se trate de un 28 de diciembre, Día de los Inocentes, extendido… seis años de inocentes palomitas que se dejan atarantar, sabiendo que de esta administración nada se debe confiar.

LOURDES BUENO / Investigadora de la UdeG.
Correo electrónico: lourdesbueno03@yahoo.com.mx