México | AYER DECÍAMOS POR CARLOS ENRIGUE “Una muerte” Eso valió a nuestro cazador el apodo de ''el tiradas''. Fue creciendo en edad y en afición por la caza Por: EL INFORMADOR 23 de enero de 2011 - 06:26 hs Carlos Enrigue / Toda la vida fue amante de la cacería, todos los del pueblo recuerdan cuando era un crío de siete u ocho años que, armado con una resortera acosaba a los tordos que habitaban en los fresnos de la plaza principal, donde todas las tardes la gente de aquí socializaba dando vueltas a su alrededor. Eso valió a nuestro cazador el apodo de “el tiradas”. Fue creciendo en edad y en afición por la caza.Al cumplir doce años le regalaron, para desgracia de las liebres de la región, una vieja escopeta de tiempos de la Revolución pero que todavía tiraba y así cada día llegaba del campo con conejos, liebres y lo que se le presentara, entonces no había defensores de la naturaleza, porque hay que decirlo “el tiradas” era un depredador nato, por que traía a casa lo que se comería, pero mataba lo que se le cruzaba, él decía que de rata alazana para arriba todo es cacería. Desde luego que abandonó la escuela en los primeros años, no podía atender ambas actividades y si la caza es una vocación, este joven realmente la sentía, nunca en su vida hizo nada que impidiera una tirada y más cuando hubo crecido que ya tenía buenas armas y la misma afición. Un buen día al brincar una cerca de alambre se disparó la escopeta y el proyectil lo impactó en el pecho, salvaje como era volvió al pueblo, al bajar de su camioneta cayó desmayado bañado en sangre, de inmediato lo llevaron a la casa del médico. Bastó que el galeno quitara la camisa y limpiara la herida para que se diera cuenta que moriría y dijo a uno de los vecinos que lo llevaron: —Traigan al padre. El sacerdote llegó casi de inmediato y preguntó a “el tiradas” si quería recibir los santos oleos y “el tiradas” asintió con la cabeza y devotamente el cura realizó en ritual. Viendo que comenzaba a agonizar le propuso: —Recemos juntos para que te acojas a la misericordia divina. “El tiradas” asintió con la cabeza. “Crees en Dios Padre Todopoderoso”, preguntó el padre. Sí creo, contestó “el tiradas”. —Amas a Dios Padre todopoderoso “Sí lo amo”, contestó el agonizante. “Crees en Jesucristo su único hijo”, continuó el cura. —Sí creo —Amas a Jesucristo su único hijo “Sí, lo amo”, respondió el agonizante. Y así siguió preguntando el cura de todas y cada una de las verdades de la profesión de fe y de si tenía amor por ellas, respondiendo el moribundo en forma positiva, entusiasmado el sacerdote por la respuesta cuando hubo terminado el Credo continuó: “Odias al diablo”, preguntó el clérigo Ante el silencio de “el tiradas”, volvió a preguntar. —¿Odias al diablo? “Mire padre”, contestó “el tiradas”, “puede que al rato me lo encuentre así que no quiero malquistarme con él”. Temas Tertulia Ayer decíamos... Lee También La recomendación de hoy en la cartelera de cine es “Beekeper: Sentencia de muerte” Polvos de La Mancha XIX Polvos de La Mancha XIII Polvos de La Mancha XI Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones