Sábado, 15 de Junio 2024
México | Algunas personas esperaron hasta dos días afuera del predio para alcanzar un buen lugar

Ni el frío impidió que los feligreses acudieran a la misa

Algunas personas esperaron hasta dos días afuera del predio para alcanzar un buen lugar

Por: EL INFORMADOR

ECATEPEC, ESTADO DE MÉXICO (15/FEB/2016).- Más de 300 mil personas participaron en la misa celebrada por el Papa Francisco en el municipio más poblado del país.

Fieles de diversas ciudades y más allá de las fronteras llegaron desde muchas horas antes para alcanzar un buen espacio en los campos del Centro de Estudios de Ecatepec, donde se montó un enorme templete en forma de medio círculo que acogió el altar del Pontífice.

Algunos de ellos arribaron incluso con 17 horas de anticipación como Margarita López Juárez, quien viajó otras tres horas desde su natal Querétaro acompañada por un grupo de feligreses de esa Entidad.

“Pagamos pasaje en un autobús, somos varios compañeros. Tres horas tardamos, llegamos como a las cinco de la tarde del sábado, estuvimos parados allá afuera hasta las 12 de la noche que abrieron las puertas”, explicó.

“Hizo muchísimo frío, pensé que en un momento a alguien le podía pasar algo porque sí bajó mucho la temperatura, pero gracias a Dios todo transcurrió con calma”, agregó.

Junto a ella, Teodora Maldonado también pasó una noche movida. Con una bandera del Vaticano estampada con las imágenes de la Virgen de Guadalupe y del Papa Francisco, se dedicó a lanzar porras y entonar cánticos.

Sin mostrar particulares signos de cansancio, confesó haber llegado a las ocho de la noche del sábado y haber entrado a medianoche.

Para la ocasión se movilizaron 10 mil elementos de seguridad. Entre los asistentes existe conciencia de que Ecatepec es uno de los municipios con mayor índice de violencia y de feminicidios en el país. También el distrito con más pobladores de México.

Atiende asuntos fuera de la agenda oficial

El Papa Francisco tuvo dos encuentros fuera de la agenda oficial en su segundo día en Ciudad de México al saludar a unas monjas que le esperaban al borde de la carretera y al recibir a un grupo de los jesuitas en la nunciatura.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, explicó que Francisco hizo parar el papamóvil para acercarse a un grupo de monjas que se encontraban al borde de la carretera afuera de la Universidad Simón Bolívar.

Eran unas monjas de cláusula de la Orden de la Visitación de Santa María, llamadas Visitandinas o Salesas, con las que el Papa se detuvo a intercambiar algunas palabras. Durante la tarde, tras volver de la visita a hospital pediátrico, Francisco recibió en la Nunciatura a un grupo de jesuitas mexicanos, la orden a la que pertenece el Papa, y con ellos conversó durante media hora.

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