López Obrador y Encinas, ¿independencia o traición?

Entre las muchas historias que se tejen en la elección del Estado de México, la relación entre Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas es de las más intensas y de las que más darán de qué hablar en estos observados comicios. Etiquetado como “súbdito” del tabasqueño —por el apoyo incondicional a su plantón en 2006—, Encinas busca deshacerse de esa imagen y procura, sin afán de ruptura, su autonomía política y desmarcarse del padrinazgo, aunque para López Obrador eso es traición.

En su búsqueda de independencia, Encinas provocó la semana pasada la ira de Andrés Manuel cuando no asistió al mitin en Ecatepec, un acto cuidadosamente organizado por López Obrador en el que sería presentado el Morena (Movimiento de Renovación Nacional) y al mismo tiempo se pretendía lanzar la precampaña del candidato de PRD, PT y Convergencia al Estado de México.

La ausencia de Alejandro Encinas, que pretextó “pendientes de agenda”, fue la segunda señal que el candidato envió esa semana a Andrés Manuel de su intención de desmarque. La primera había ocurrido dos días antes, el 28 de marzo, cuando, junto a Marcelo Ebrard, Encinas salió a rechazar la alianza con el PAN y a proclamarse “candidato de las izquierdas”. La cólera del tabasqueño fue de tal nivel en Ecatepec, que obligó a Encinas a emitir un comunicado para explicar las razones de su inasistencia al mitin lopezobradorista.

“Traición”, fue la palabra que se escuchó entre el círculo cercano de López Obrador, y en pleno mitin de Ecatepec vino el reproche, con la afirmación de que la candidatura de la alianza le fue ofrecida a Encinas por el Presidente Felipe Calderón. Para Encinas era un reclamo y un recordatorio de lealtad; para Marcelo Ebrard, Manuel Camacho y Los Chuchos, un golpe directo del tabasqueño que buscaba exhibir sus negociaciones directas con el Presidente al que desconocieron.

Pero Encinas, que tuvo que salir a negar tratos con Calderón, no acató la exigencia de lealtad. El domingo sí fue a Ecatepec, lo hizo para arrancar su precampaña por su cuenta y llevó como su principal invitado a Marcelo Ebrard. ¿Así o más claro el mensaje?

Encinas tiene claras coincidencias con Andrés Manuel en el rechazo a las alianzas con el PAN, pero hará lo posible por deslindarse de la imagen de que éste lo mangonea y que es como su empleado, su Juanito del Estado de México. Por eso es que se acercó a Ebrard, porque juega a su independencia, a quitarse el herraje obradorista, sin romper con Andrés Manuel ni aliarse completamente a Marcelo.

El problema para Alejandro Encinas es que López Obrador no cree en las lealtades a medias.

NOTAS INDISCRETAS… A 15 meses de la elección presidencial, un condensado de encuestas sobre los precandidatos del PAN arroja datos preocupantes para los panistas: los cuatro precandidatos del gabinete no pasan de cinco puntos en la intención de voto. Ernesto Cordero, al que muchos ven como delfín presidencial, tiene dos puntos porcentuales; Alonso Lujambio, cuatro puntos; Heriberto Félix, el llamado caballo negro, tres puntos, y al que mejor le va, Javier Lozano, cinco puntos en las encuestas. Por encima de ellos están Emilio González, con ocho; Manuel Espino, con nueve puntos; Josefina Vázquez Mota, con 14, y Santiago Creel con 25. Mala cuadra para una carrera complicada… El mensaje al ministro de la Corte, que acababa de presentar un valiente dictamen contra varios funcionarios, fue amenazante: “Dice el Presidente que no se te olvide quién te propuso”, soltó el secretario de Gobernación en el despacho del jurista. Pero éste no se arredró: “Dile al Presidente que yo no soy su empleado y que no se olvide que trabajo para un poder que no es el suyo”… Falsos, dicen en el primer círculo de Marcelo Ebrard, los rumores de una separación con Mariagna Pratts. Aunque el tema es estrictamente de su vida privada, precisan, la versión es falsa… Se detienen los dados. Escalera.