México | ATANDO CABOS POR DENISE MAERKER Frente al miedo Una o dos personas dispararon uno o dos balazos al aire y el pánico provocó una estampida que dejó ese saldo fatal Por: EL INFORMADOR 5 de mayo de 2010 - 04:13 hs La violencia del narcotráfico y el miedo —a veces legítimo, a veces irracional— de ser víctima de esa violencia, están perturbando cada vez más la vida social, cultural, económica y política del país. Cada semana nos trae un nuevo ejemplo. Este sábado fue en la feria ganadera en Guadalupe, Nuevo León, donde el terror mató a cinco personas. Una o dos personas dispararon uno o dos balazos al aire y el pánico provocó una estampida que dejó ese saldo fatal. Las armas no son nuevas en los palenques y en las ferias ganaderas, pero el miedo sí. Desde hace 66 años se organiza esta feria y sólo una vez hace seis años, en plena madrugada, hubo detonaciones pero no pasó a mayores. Por lo pronto, la feria se canceló. Y para el año que viene de menos habrá que pensar en poner arcos detectores de metal en todos los accesos. Y eso cuesta, por supuesto. Pero no es el único caso. Las noches en Cuernavaca no han podido volver a ser lo que eran antes de los rumores o advertencias que provocaron el cierre total de restaurantes y centros nocturnos en lo que allá se conoce como el viernes negro. Los fines de semana los propietarios siguen mandando a sus casas a los meseros que les sobran por la poca afluencia. En muchas centrales de abasto del país los comerciantes pagan derecho de piso a los grupos del crimen organizado. Son más costos y menos ganancias. En varias ciudades del Norte del país los padres temen por sus hijas y tratan de mantenerlas en casa, sobre todo a las más bonitas, por miedo a que les pase lo que ya ocurrió con muchas otras, que sicarios o narcos las levanten para quedárselas. El Estado mismo se está viendo limitado para ejercer sus funciones. La entrega de Oportunidades es en algunos estados un trabajo de alto, altísimo riesgo. Y en las próximas elecciones será tan interesante ver los resultados como saber en qué comunidades y barrios no se pudieron instalar casillas. Hay además regiones enteras en las que ya no se informa sobre lo que ahí ocurre. Si el objetivo era recuperar los espacios públicos y arrancárselos al crimen organizado, lo que constatamos es un franco retroceso. Cada vez más mexicanos se recogen y protegen en sus casas y huyen de las plazas y fiestas por temor. Se tiene que combatir a los sicarios, pero también al miedo. Y esto último nos concierne a todos. Ayer, “El Universal” propuso que “los profesionales de la comunicación tendríamos que protegernos, doblemente, a nosotros mismos, no con guardias ni con pistolas, sino con lo que los criminales más temen de nosotros: la unión en su contra”. Ése es sin duda el camino. Temas Rotonda Atando cabos Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones