Lunes, 17 de Junio 2024
México | El ex dirigente nacional del PRD no concibe a la izquierda separada en 2012

Ebrard es “el mejor candidato” de la izquierda

El ex dirigente nacional del PRD y actual líder de Demócratas de Izquierda no concibe a la izquierda separada en 2012

Por: EL INFORMADOR

Jesús Ortega Martínez, líder de la corriente Demócratas de Izquierda. EL UNIVERSAL  /

Jesús Ortega Martínez, líder de la corriente Demócratas de Izquierda. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (11/SEP/2011).- La izquierda mexicana es autodestructiva. La fragmentación, la falta de institucionalidad y las rupturas permanentes son lastres históricos de una fuerza política e ideológica que no ha sabido construir un espacio de deliberación partidista sólido, donde los liderazgos no estén por encima de los intereses del partido. Primero fue Cuauhtémoc Cárdenas el que dictó y mandó al interior del partido. El ingeniero fue candidato en 1988, 1994 y en 2000. Después surgió Andrés Manuel López Obrador desde la jefatura de Gobierno en el Distrito Federal. López Obrador hablaba y todos los demás debían de callar, el partido subyugado a los designios de una persona. La pérdida de la Presidencia de la República en 2006 significó una merma en su poder al interior de la agrupación política, aunque no su desaparición de la escena política.

Ahora, de cara a 2012, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) gira en torno a dos personajes con liderazgos indiscutibles: Marcelo Ebrard, quien gobierna la capital del país, y Andrés Manuel López Obrador, un líder social que difícilmente dará por perdida la candidatura a la Presidencia de la República. La decisión acerca de quién debe ser el abanderado del Sol Azteca en julio de 2012 ha fragmentado a la izquierda.

Muchos han sido los desencuentros entre ambos políticos. Sin embargo, en esta semana, dos acontecimientos le pusieron más tensión a la lucha por la nominación presidencial. Después de años de evitar hacerlo, Marcelo Ebrard dejó de lado deslizamientos y desencuentros, y saludó de mano al Presidente Felipe Calderón.

Para los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, la actitud de Ebrard vulneraba los principios del PRD, que argumenta fraude en las elecciones de 2006 que llevaron a Calderón a Los Pinos. Dicho saludo provocó que el secretario de Desarrollo Social del Distrito Federal, Martí Bartres, reprochara la actitud del jefe de Gobierno, que horas después le pidió su renuncia.

— Esta semana causó mucho revuelo en la izquierda el saludo entre Marcelo Ebrard y el Presidente Calderón, ¿qué opina de esta reacción?

— En política no debe de haber pleitos o enemigos eternos; lo que hizo Marcelo fue responder a su investidura y fue un saludo de carácter institucional ante el Jefe del Ejecutivo; para muchos la actitud de Marcelo Ebrard fue simplemente una traición, es una barbaridad que se vean las cosas de esa manera. Todos los días en las cámaras conviven legisladores de distintos partidos políticos, quienes están obligados a sacar acuerdos que abonen al país. Hablar de traición es negar que Marcelo ha hecho mucho por sacar adelante reformas que en la izquierda vemos como positivas.

— Ha sido una semana polarizada para el PRD, ¿cómo ve hoy el panorama del partido rumbo a las elecciones de Michoacán?


— Veo bien al partido, llegamos con una cohesión interna muy importante. Los acuerdos que hemos logrado son sustantivos, no tenemos sólo una apariencia de acuerdo, sino que, por el contario, me siento sorprendido por el liderazgo y madurez política que han mostrado la mayoría de los dirigentes del partido. Hay que decir que siempre existen oposiciones, pero no me gustaría condenarlas, creo que el debate al interior es positivo, no queremos falsos consensos, buscamos una verdadera unidad al interior.

— Analistas políticos interpretan que si la izquierda pierde Michoacán, un Estado de gran importancia, y después la joya de la corona que es el Distrito Federal, la situación sería muy complicada para el PRD, ¿qué opina de este posible escenario?

— Lo veo improbable. No cabe duda que a nivel nacional existen distintas fuerzas políticas que les gustaría ver al PRD en un estado de debilidad, que les gustaría ver a la izquierda en vuelos bajos. Me temo que hay que decirles que ese escenario no está presente, que estamos en pie de lucha para mantener nuestros estados estratégicos e incrementar nuestra presencia nacional.

En Michoacán vamos arriba en las encuestas y la tendencia nos muestra que estamos avanzando progresivamente. Así también, hay que tener presente que la elección de un buen candidato a la Presidencia de la República también nos va a abonar en términos de presencia política estatal, necesitamos organizarnos, sacar al mejor candidato y pelear por ganar la mayoría de espacios posibles.

Tengo que decir que tenemos a los mejores candidatos, tanto en inteligencia como habilidad política: Cuauhtémoc Cárdenas es un líder indiscutible; Andrés Manuel no le podemos quitar nada de importancia y Marcelo Ebrard es un extraordinario perfil, todos son fundamentales. Si vamos unidos, con cualquiera ganamos la Presidencia.

— ¿Qué impresión tiene de los dimes y diretes entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, desde un tiempo para acá?


— Tengo que recordar que un objetivo es ir cohesionados al proceso federal del año entrante. Pero es muy normal que entre dos precandidatos a la Presidencia existan estos intercambios de palabras, creo que es sano para el partido y considero que sería importante que otras fuerzas políticas también tuvieran debates internos profundos de cara a la ciudadanía, con la intención de que los ciudadanos los conozcan mejor. Obviamente, ninguno de ellos se descarta y cada uno reafirma su postura.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) todo está muy claro, el candidato va a ser Enrique Peña Nieto, algunos harán su lucha, pero no habrá ningún tipo de proceso interno para definir su candidato.

En el Partido Acción Nacional (PAN) el candidato será el que mande el Ejecutivo federal, todo saldrá de lo que él decida.

— Usted es un personaje que se ha manifestado abiertamente por Marcelo Ebrard como el mejor de los posibles candidatos que la izquierda puede elegir, ¿cómo saber a ciencia cierta si Marcelo es el mejor posicionado?

—Para eso precisamente acordamos que el método de selección será mediante una encuesta a población abierta, así determinaremos en noviembre quién es el mejor de los candidatos para la izquierda.

— ¿Por qué le convence Marcelo Ebrard como candidato?

— Es, sin lugar a dudas, el precandidato que mejor representa la visión de una nueva izquierda, de un partido que no le puede dar la espalda a la democracia y que se aleja de los radicalismos y los extremismos.

Es una visión socialdemócrata, pero adaptada a las realidades mexicanas, a nuestras propias especificidades.

Existen millones de mexicanos que no necesariamente militan en la izquierda y que están de acuerdo en un cambio progresista, en una idea de izquierda moderada y moderna.

— Pero, ¿cómo hacer que, si pierde, Andrés Manuel López Obrador se baje de la contienda?

— Creo que para eso no hay mejor instrumento que la encuesta, que habrá de señalar quién es el mejor posicionado.

Nadie puede aferrarse a estar en la boleta en julio, considero que es una actitud individualista y egoísta, no hay nadie indispensable.

El fin de la izquierda es cambiar el país de forma pacífica, promover el progreso y el desarrollo, quien tenga más posibilidades de lograrlos será el candidato. Ya determinamos que la encuesta es el camino que vamos a seguir, no hay marcha atrás, es lo que decidimos y son las reglas de juego que aceptamos.

El país debe estar por encima de los intereses individuales de los candidatos, es un compromiso y lo cumpliremos.

— Cuando fue dirigente nacional del PRD vivió momentos de fragmentación y polarización muy marcados, los simpatizantes de Andrés Manuel le llamaban colaboracionista y le acusaban de miles de cosas, ¿qué experiencia rescata de ese periodo?

— La unanimidad no es deseable en un instituto político. La diversidad y la pluralidad de ideas son valores que debemos mantener vivos en la izquierda. Había personas al interior del partido que actuaron de forma autoritaria bajo el lema de  “estás conmigo o estás en contra de mí”, eso no es democracia, tenemos que aprender a tolerar. No podemos permitir que el partido siga una visión única, como religiosa o dogmática, se necesita tener democracia al interior.

FRASE

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En política no debe de haber pleitos o enemigos eternos; lo que hizo Marcelo fue responder a la investidura del Jefe del Ejecutivo con un saludo "
Jesús Ortega Martínez,

líder de la corriente Demócratas de Izquierda.

PERFIL
Una figura polémica


Odiado por muchos y querido por otros, acusado de colaborar más de la cuenta con el Gobierno federal y enaltecido por establecer relaciones institucionales y abonar a la democracia, Jesús Ortega ha sido uno de los dirigentes nacionales del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que más controversia ha causado en la izquierda.

Llegó a la silla presidencial del instituto político más representativo de la izquierda nacional tras un proceso de selección interna marcado por los escándalos y las acusaciones entre él y su oponente, Alejandro Encinas. Al final, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio la victoria que lo llevó a la dirigencia nacional.

Ortega es un político vinculado a la izquierda desde hace muchos años. Militó en fuerzas de oposición como el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), donde alcanzó la secretaría general del Distrito Federal. En 1980, abandonó el PST para formar el Partido Mexicano Socialista desde donde alcanza una diputación federal en 1988.

Ortega es miembro fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), después del día en que el sistema se cayó en la elección presidencial de 1988.

Muchas veces intentó alcanzar la silla presidencial del PRD, aunque no lo logró hasta 2008. En 1996 perdió la interna con Andrés Manuel López Obrador; en 1999, repitió la derrota esta vez contra Amalia García, y la tercera caída fue contra Rosario Robles.

De 2008 a 2011, Jesús Ortega llevó las riendas del PRD. En la elección intermedia de 2009, el PRD sufrió una drástica caída en las preferencias electorales, situándose en la línea de 12% a nivel nacional.

Sin embargo, en 2010, “Chucho” se pronunció a favor de concretar alianzas con el Partido Acción Nacional, estrategia controversial aunque efectiva. De esta manera, Ortega logró detener la caída electoral del partido y conquistó estados dominados por el Partido Revolucionario Institucional: Oaxaca, Sinaloa y Puebla. Esta actitud fue calificada por muchos al interior del partido, como excesivamente pragmática, aunque otros la apoyaron fielmente.

Actualmente, Ortega funge como presidente de la agrupación Demócratas de Izquierda, que impulsa la candidatura de Marcelo Ebrard a la Presidencia de la República en los comicios de julio de 2012.

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