Domingo, 12 de Octubre 2025
México | El aparato se mueve según los deseos de su operador, advierten científicos

Científicos exigen examinar polémico detector de droga

El aparato se mueve según los deseos de su operador, advierten científicos

Por: SUN

El Gobierno británico advirtió a su par mexicano sobre el funcionamiento del detector molecular GT200. EL UNIVERSAL  /

El Gobierno británico advirtió a su par mexicano sobre el funcionamiento del detector molecular GT200. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (17/OCT/2011).- Científicos mexicanos alertaron “con preocupación” a senadores que el detector molecular GT200 usado por el Ejército y otras dependencias para buscar droga y armas, adolece de un gran número de errores conceptuales y de frases sin significado que usan lenguaje fuera de contexto.

A partir de las primeras pruebas científicas, hay motivos “para sospechar” que el aparato “se mueve de acuerdo a los deseos, conscientes o no, de su operador, respondiendo a pequeños movimientos de su mano, los cuales proporcionarían suficiente energía”.

Derivado de una reunión reciente con senadores, los científicos revelaron es tas dudas sustentadas en argumentos técnicos, de que el equipo funcione para descubrir las sustancias que pretende detectar, sea cual fuere su mecanismo de operación, por lo que diversos miembros de la comunidad científica mexicana promueven un experimento que sea conclusivo y resuelva todas las dudas, es decir, un experimento controlado, que ya impulsan legisladores a través de un punto de acuerdo.

Prevén sanciones

El presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado, Francisco Javier Castellón Fonseca (PRD), reconoció la preocupación por el caso y adelantó que si se realizan pruebas científicas y demuestran que el detector es un fraude, deben fincarse responsabilidades contra los servidores públicos que adquirieron el aparato.

En entrevista, el también ex rector de la Universidad de Nayarit alertó del riesgo de usar el detector —conocido como “La ouija del diablo”, de la empresa Global Technical LTD— en detección de explosivos y droga por el Ejército y otras fuerzas.

No descartó que pueda sancionarse también a la empresa si se demuestra el fraude en el uso del detector.

Castellón alertó que en ocasiones incriminan a una persona que no trae nada, como en el caso del mixe Ernesto Cayetano (ver testimonio), quien fue absuelto tras ser detenido en un retén militar por supuesto tráfico de drogas.

Además está el problema ya registrado en Inglaterra, de “falsos negativos”, es decir, cuando no detecta explosivos y provocó un atentado que le costó la vida a varios soldados ingleses.

De acuerdo con un reporte de la citada comisión, con datos proporcionados por la Sedena, el detector molecular GT200 es empleado en las operaciones contra el narco, principalmente en los estados de Sonora, Sinaloa, Tabasco, Durango, Michoacán y Baja California, y en la aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, “obteniéndose resultados favorables”.

Pero la misma comisión refuta ese optimismo, por “fallas importantes”, como por ejemplo, la confusión, en la carretera México-Nogales, de “un cargamento de queso Cotija con cocaína”.

Castellón consideró que el Ejército, y las dependencias que usan el GT 200 deben atender la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por los testimonios “de ciudadanos incriminados falsamente”.

Reunión con expertos

El pasado 13 de septiembre, senadores se reunieron con científicos con el fin de conocer su opinión en torno al aparato y concluyeron la necesidad de hacer un experimento en el que el operador del detector molecular no tenga información que le permita saber dónde se halla la sustancia que busca, adicional a la que le proporcione el detector.

“La prueba propuesta debe ser ‘doble ciego’, repitiéndose un número adecuado de veces y analizándose los resultados estadísticamente”.

“Hemos recibido informes de un grupo de científicos. A partir de inquietudes, nos reunimos con el físico Luis Mochán para hablar sobre el tema y no solamente hablar de oídas. En esa reunión nosotros recibimos la información de parte de los científicos, que hay antecedentes en otros países de que este dispositivo no ha dado los resultados que se supone debería de dar”.

Promueven punto de acuerdo

La Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta promovió un punto de acuerdo para solicitar al Ejecutivo un informe detallado de los detectores, qué secretarías y dependencias los han adquirido, el número de detectores moleculares comprados, el costo y la utilización que les ha dado.

Presentado el 22 de septiembre, el punto incluye un resolutivo para exhortar al Ejecutivo a convocar a la comunidad científica mexicana —por medio de la Academia Mexicana de Ciencias— para someter a pruebas y experimentos los detectores moleculares GT200 adquiridos por el Gobierno mexicano, con el fin de determinar su efectividad.

Castellón Fonseca argumentó esa necesidad ante posibles violaciones a los derechos humanos, y por la vulnerabilidad de los miembros de las fuerzas armadas y las policías que usan estos aparatos y que “un falso negativo podría provocar problemas de riesgo para ellos”.

El legislador mencionó además el aspecto económico, o sea, “se realizó un gasto importante para dotar al Ejército, la Secretaría de Marina, la Policía Federal y varias policías estatales, pero si no sirve, estaríamos en riesgo mayor todos los ciudadanos”.

Disparó las detenciones

El titular de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva, exigió al Gobierno federal que deje de utilizar el detector molecular GT200, porque “es un producto más fraudulento que fiable”. Y pide a las autoridades no “caer en ingenuidades en donde se utilicen aparatos pretendiendo dejar de lado investigaciones”.

El Gobierno federal y algunos estatales comenzaron a usar el aparato en 2008. Plascencia Villanueva informa que a partir de esa fecha las quejas de cateos ilegales en casas casi se triplicaron, al pasar de 393, en 2007, a 964, en 2008. En 2009 la CNDH recibió 947 quejas; en 2010, 826, y hasta mayo de 2011 llevaba 422. El ombudsman nacional atribuye dicho incremento a las lecturas falsas del detector GT200.  

FRASE

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Hay antecedentes en otros países de que este dispositivo no ha dado los resultados que se supone debería de dar ''

Francisco Castellón Fonseca,
presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta.

Defiende acuerdo de confidencialidad
La Sedena rechaza hacer pruebas al dispositivo

CIUDAD DE MÉXICO.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) rechazó la propuesta de un grupo de científicos mexicanos de someter a pruebas el detector molecular GT200.

De acuerdo con la exposición que el científico Luis Mochán realizó a senadores, se constata que el 30 de junio de 2011 el general de Brigada Diplomado de Estado Mayor y Subjefe Operativo, Édgar Luis Villegas, informó a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), en el oficio 53174 de la Sedena, que 738 detectores con que cuentan han tenido resultados favorables.

Ante ello, el mando castrense señaló que no es posible acceder a la solicitud de los científicos por el acuerdo de confidencialidad que el Ejército tiene con la empresa inglesa Global Technical LTD, que vendió los detectores moleculares al Gobierno federal.

El 4 de abril pasado la AMC hizo una petición al secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, para brindar facilidades en la realización de experimentos científicos y comprobar la efectividad del GT200, pero la respuesta fue negativa.

Testimonios del Ejército aseguran que el detector molecular ha sido usado en las operaciones contra el narcotráfico y en la aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivo con resultados favorables.

Además se ha encontrado reticencia pues el contrato con la empresa Segtex estipuló en una de sus cláusulas que toda la información que deriva del mismo será considerada como “reservada”.

Es por ello que  la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado impulsó un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo, vía la Sedena, a someter a pruebas científicas a dicho aparato.

La reunión entre el científico Luis Mochán, del Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y los senadores encabezados por el presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara alta, Francisco Javier Castellón, se realizó el 13 de agosto.

En la exposición “Ciencia, Pseudociencia y Seguridad” se dieron a conocer pormenores del detector molecular GT200. De acuerdo con el documento, recogiendo varias fuentes, el Gobierno federal a través de varias dependencias ha adquirido alrededor de 940 aparatos, cuyo costo es de alrededor de 343 millones de pesos.

Los senadores pudieron saber de primera mano que dicho artefacto se promociona como el detector remoto de narcóticos, explosivos y armas más avanzado, recomendado en varios países, y puede buscar en grandes áreas y reducirlas a pequeñas localidades en busca de dichas sustancias.

En el análisis del doctor Luis Mochán, de entrada se destaca que el informe del GT200 sólo relata testimonios de éxitos, “no relatan fracasos y no presentan estadísticas”.

Además, abunda, “no demuestran científicamente su eficacia, no cuantifican su porcentaje de éxitos, sus probabilidades de errores, falsos positivos y falsos negativos”.

Advierte que de no funcionar como se promociona “habría graves consecuencias”, y tendrían resultados negativos en credibilidad y prestigio.

Ficha técnica
Las carencias


El Gobierno federal adquirió 940 detectores moleculares por un costo total de 343 millones de pesos.

Dicho artefacto denominado GT200 se promociona como un detector remoto de narcóticos, explosivos y armas más avanzado, recomendado en varios países, y puede buscar en grandes áreas y reducirlas a pequeñas localidades en busca de dichas sustancias.

Según estudios del científico de la UNAM, Luis Mochán el detector no demuestra su eficacia, no cuantifican su porcentaje de éxitos, sus probabilidades de errores, falsos positivos y falsos negativos.

El Gobierno británico alertó a su homólogo mexicano del uso del GT200.

C R Ó N I C A
El aparato me señaló


El infierno del mixe Ernesto Cayetano Aguilar comenzó el 29 de enero de 2011 durante un retén carretero en Jaltipán, Veracruz. El sol del mediodía hacía sudar a los pasajeros de un camión de segunda clase que estaba a media hora de llegar a su destino, Coatzacoalcos, cuando unos militares detuvieron el autobús para inspeccionarlo.

Un perro entrenado entró al camión y detectó en los asientos 32 y 33 lo que podría ser la evidencia de que ahí viajaba un traficante de estupefacientes.

Los soldados hicieron bajar a la veintena de pasajeros y les indicaron que formaran una fila. Un militar que portaba un mango de plástico negro con una pequeña antena móvil en la parte superior paseó con calma frente a los sospechosos, hasta que la antena del aparato comenzó a girar lentamente para detenerse justo en el momento en que apuntaba a Cayetano.

El detector molecular GT200, bautizado por los propios militares como “la ouija del diablo”, daba su veredicto: el indígena de 52 años, de rasgos recios y cuerpo compacto, sería a partir de entonces presunto traficante de drogas.

Lo raro es que Cayetano viajaba cuatro filas adelante del certero hallazgo canino. A los soldados les tomó cuarenta minutos desmontar con desarmadores el respaldo del asiento donde permanecía escondido un kilo de mariguana. En la inspección manual descubrieron que el mixe no llevaba desarmador ni residuo alguno de drogas. Pero no les importó.

A Cayetano lo aislaron y desnudaron. Le dijeron que el aparato lo inculpaba y sería remitido a las autoridades. Comenzó a angustiarse, se defendió en vano. Un sudor frío emanaba de su rostro. Tenía una idea de lo que podía esperarle porque sus 19 años como policía estatal comisionado en Puerto Escondido, Oaxaca, le habían dado la experiencia suficiente para imaginar lo que un ciudadano puede vivir cuando cae en manos de “la justicia”.

“¿Cómo es que me señala ese aparato? ¡Yo ni fumo y menos soy adicto a la droga!”, les dijo el cristiano devoto que viajaba rumbo a Coatzacoalcos para visitar a su hijo, quien vivía con su ex esposa desde hacía meses. El papá iba emocionado al encuentro con el adolescente porque tras una racha de rebeldía, el muchacho comenzaba a mejorar en sus calificaciones escolares.

No llegó a tiempo a su cita. La pesadilla que duraría ocho meses y cuatro días apenas comenzaba.

En el penal de máxima seguridad de Villa Aldama, cerca de las faldas del cerro de Perote, el más alto de Veracruz, yace Margarito Méndez González, oriundo del poblado veracruzano de Juan Rodríguez Clara. Al electricista de 56 años también lo detuvieron en un retén de Jaltipán. “La ouija del diablo” lo señaló igual que a Cayetano. Por eso se conocieron en prisión.

La diferencia entre uno y otro es que a Margarito lo sentenciaron a 10 años de prisión por traficar un kilo de mariguana y a Cayetano le tocó una juez que reunió evidencia científica sobre la ineficacia del GT200.

Karla Macías Lovera fue nombrada Juez Decimocuarto de Distrito en Veracruz hace apenas tres meses. Es una mujer joven y espigada, de trato afectuoso, que estudió Derecho en la Universidad Panamericana de la Ciudad de México. A ella le tocó juzgar el caso de Cayetano.

Macías Lovera recurrió a las facultades que tienen los jueces para “allegarse” de información que valide las pruebas presentadas tanto por la parte acusadora como por los presuntos culpables. Se interesó especialmente en conocer los dictámenes científicos que validaran la confiabilidad del GT200, para ver si podía usarse como “prueba de cargo”.

Macías Lovera emitió un dictamen sin precedente al establecer que el detector molecular GT200 no puede ser prueba para sentenciar a presuntos implicados en tráfico de drogas.

La juez se negó a conceder entrevista, pero su posicionamiento quedó asentado en la Sentencia Causa Penal 05/2011-IV. En dicho documento explica: “El Ministerio Público no aportó un solo dato que permita dilucidar los fundamentos científicos del resultado de la prueba, según el cual Ernesto Cayetano Aguilar tenía restos de mariguana al momento de su detención”.

En sólo tres meses, la juez Macías recibió cinco casos de personas detenidas en retenes donde se implementó el GT200: el de Margarito lo recibió de su antecesor (fue sentenciado a 10 años de prisión), el de Cayetano (absuelto por ella misma) y tres más que están en proceso.

La madrugada del lunes 3 de octubre Cayetano tuvo un sueño : un oficial le decía que había quedado en libertad. Un sueño que tuvo en varias ocasiones. Sus compañeros de celda se reían cuando se los contaba.

En algún momento de la mañana de ese lunes los custodios lo llamaron y le dieron la noticia de su liberación. Pero incluso ese día feliz fue accidentado. Tres veces le dijeron que fue un error: le pedían que se quitara el uniforme de recluso, que se lo pusiera de nuevo. Lo tuvieron esperando nueve horas de pie, con las manos en alto sobre una pared, sin poder cambiar de posición. Lo soltaron hasta la madrugada del martes. ’

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