Viernes, 26 de Abril 2024
Incremento. El número de accidentes relacionados con el transporte público se ha agudizado en las últimas décadas debido al crecimiento poblacional. EL INFORMADOR/Archivo
Jalisco

Los eternos problemas de la ciudad

Año tras año, las calamidades propias de una urbe se repiten con formas y actores similares; la batalla por el espacio entre autos, ciclistas y peatones, la inseguridad de las personas en situación de calle y otros siniestros siguen presentes

El Informador

Un infante, la primera víctima del transporte público

El 12 de abril de 1920 ocupó la primera plana de EL INFORMADOR la primera muerte cau sada por el transporte público en la ciudad de la que se tenga registro. La víctima era un niño que respondía al nombre de Cándido Gudiño quien fue arrollado por el tranvía eléctrico en el cruce de las calles Prosperidad y Hospicio.

La madre del pequeño envió a Cándido y a su her mano, Rosendo, a comprar comestibles. Ambos salieron corriendo de su casa y al llegar al crucero se toparon con el tranvía que venía a exceso de velocidad. Cándido fue embestido y quedó con el cráneo destrozado; tuvo una muerte instantánea.

Accidente. En 1920, un menor fue atropellado por el tranvía eléctrico en el cruce de las calles Prosperidad y Hospicio. EL INFORMADOR/Archivo

Los accidentes y muertes en las que se ven involucradas unidades del transporte público no se han detenido desde entonces.

A partir de los años 30, a medida que la ciudad crecía y se popularizaba el transporte colectivo, se comenzaron a presentar más muertes.

Durante esa década, al menos una persona era atropellada cada año con secuelas que iban desde la pérdida de extremidades hasta la muerte. Siendo los casos más significativos aquellos en los que fallecían menores de edad: el 2 de agosto de 1930 murieron dos niñas: una de ellas a un costado del Teatro Degollado al tratar de ganarle el paso al tranvía y otra fue arrollada por un camión en la entonces Avenida Lafayette y La Paz, el 12 de mayo de 1931 otro niño falleció atropellado en la calle 28 de enero y el 5 de enero de 1932 un camión arrolló a un pequeño en Tlaquepaque.

Esta situación se fue agudizando por décadas, sobre todo en los últimos años debido al crecimiento poblacional y del número de automóviles en circulación. En 1999 la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) emitió una recomendación al Gobierno de Jalisco por la violación a la integridad personal e inadecuada prestación de este servicio público.

Además, desde 2007 a 2015 fallecieron 422 personas en accidentes que involucran unidades del transporte público. Entre los accidentes más emblemáticos destaca el ocurrido el 7 de marzo de 2014, cuando un camión de la ruta 368 se impactó contra una parada a las afueras de la Preparatoria 10 que dejó a 20 personas lesionadas, entre ellas María Fernanda quien falleció más tarde.

El caos por las lluvias

Cada temporal de lluvias, la ciudad se vuelve un caos por las inundaciones: Plaza del Sol, la Calzada Independencia, Colón, Gobernador Curiel y los Arcos del Milenio son tan sólo algunos de los puntos que reclama el agua tras las tormentas que azotan cada año a la metrópoli.

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Pero este problema no es nuevo, de hecho es casi tan vieja como la ciudad. El desbordamiento del Río San Juan de Dios y de otros arroyos que circulaban por la antigua Guadalajara arrasaban con casas, se llevaban a personas a interrumpían actividades económicas.

El 24 de agosto de 1919, ocupó la primera plana de EL INFORMADOR la noticia del desbordamiento del Río San Juan de Dios con el título “La parte baja de la ciudad fue arrasada por una inundación”. Una lluvia sin precedentes durante la noche que duró dos horas provocó que el cuerpo de agua se saliera de su cauce.

Dos niños desaparecieron en la corriente, la carpa del Circo Atayde en la Plazuela de San Fernando estuvo a punto de desplomarse, una farmacia en las intermediaciones tuvo fuertes pérdidas y numerosas casas cedieron ante la fuerza del agua. También se registraron daños por la lluvia en la Colonia Moderna, en la calle Donato Guerra y en el empedrado frente a la Parroquia del Pilar.

La precipitación alcanzó la cifra de 93 milímetros siete décimas, número nunca antes registrado para ese entonces.

En los años siguientes se entubó el Río San Juan de Dios. Durante la administración de Jesús González Gallo de 1947 a 1953, se construyó un colector de gran capacidad al sur de la Calzada Independencia.

Temporal. En la administración de Jesús González Gallo se entubó el Río San Juan de Dios. EL INFORMADOR/Archivo

En 1971, la Penitenciaría del Estado se inundó varias veces durante la temporada de lluvias, el agua inclusive se introducía hasta las celdas de los reclusos. Años más tarde, en 1976, se tuvieron que habilitar pasos al nivel de las vías del tren en López Mateos, Mariano Otero y Niños Héroes pues los túneles se inundaban durante la temporada de lluvias con tal rapidez que casi cada tormenta automovilistas quedaban atrapados y varios puntos de la ciudad terminaban incomunicados.

Otros de los puntos históricamente conflictivos es la zona Plaza del Sol que se inunda en cada temporal. En 1966 se amplió el colector de Jesús García y se entubó el canal El Chicalote, obras que presuntamente solucionarían las inundaciones. En 1998 se intervino la Avenida López Mateos con el mismo objetivo y en 2007 se realizaron trabajos en el Canal de Santa Catalina que, de nuevo, pretendían acabar con la problemática. No sucedió así.

En marzo de 2016, el gobernador Aristóteles Sandoval presentó un plan de acciones para mitigar las inundaciones en la metrópoli con una inversión de 800 millones de pesos.

La diaria batalla del ciclista

En 2015, 92 ciclistas sufrieron accidentes viales en la Zona Metropolitana de Guadalajara, de los cuales cinco fallecieron. Mientras que el colectivo Bicicleta Blanca da cuenta de 210 muertes de ciclistas desde 2009 a la fecha.

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Sin embargo, este problema no es nuevo, pues los atropellamientos de ciclistas se han presentado casi desde que este medio de transporte se popularizó en la ciudad a principios del siglo pasado. 

El 11 de febrero de 1919, publicó EL INFORMADOR, un ciclista fue arrollado por una camioneta que transportaba carne en las inmediaciones del Parque Agua Azul en el camino que entonces conducía al edificio del Rastro Nuevo. Ese mismo año sucedieron tres casos más.

Fue hasta el 11 de enero de 1930 cuando se registró el primer accidente en el que falleció un ciclista. Se trató de un niño de 11 añosz que circulaba sobre la carretera que conducía a la entonces Villa de Tlaquepaque que fue arrollado por un camión de pasajeros que se dirigía a San Martín de las Flores. La unidad le pasó por encima destrozando la bicicleta en la que iba el pequeño quien murió casi al instante.

Desde entonces se han presentado cientos de accidentes y muertes siendo algunos de los casos más significativos los ocurridos en 1987 cuando un camión de la ruta 2 arrolló a un ciclista en Gobernador Curiel y Litografía, arrastrándolo varios metros, y en 2006 un tráiler atropelló a ocho en la carretera a Chapala con un saldo de tres lesionados.

Víctimas. Desde 2009 el colectivo Bicicleta Blanca ha contabilizado las muertes de ciclistas en la ciudad. EL INFORMADOR/Archivo

Sin embargo, uno de los que logró grabarse en la memoria colectiva se registró en 2009 cuando falleció Edgardo Yared Padilla Uribe quien fue arrollado por una camioneta en la Calzada Independencia y Anillo Periférico. Fue arrastrado por el vehículo 25 metros después de ser embestido por el chofer que luego se dio a la fuga. Por este caso se instaló la primera Bici Blanca en Guadalajara.

Alcohol y volante, mala mezcla

Desde que se popularizó el uso del automóvil en la ciudad se comenzaron a registrar accidentes en los que participaban conductores en estado de ebriedad. Problema añejo que nunca se ha logrado resolver pese a la implementación de innumerables políticas públicas.

El 22 de agosto de 1930, EL INFORMADOR hizo un llamado a acabar con la impunidad que dejaba en libertad a los conductores ebrios luego de la muerte de un profesor, su esposa e hija en el antiguo Camino a Chapala. Fueron arrollados por el chofer del camión 4043 cuando regresaban de un balneario.

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El 23 de enero de 1943, tres mujeres fueron atropelladas por el cantinero Eulalio Muñoz cuando, quien, bajo los influjos del alcohol, impactó su vehículo contra una cenaduría en la Calzada Independencia y Avenida Hidalgo. Resultaron con heridas leves.

Mientras que, el 8 de abril de 1962 un matrimonio fue arrollado por un camión de volteo en la calle Guadalupe Victoria, en Zapopan. El vehículo era tripulado por un joven quien se encontraba bajo los influjos del alcohol. Le pasó por encima del cráneo a una de las víctimas que falleció al instante, mientras que el otro resultó con heridas de consideración.

Mientras que el 18 de enero de 2012, una persona resultó decapitada en un aparatoso choque en el nodo vial de Los Cubos. El conductor circulaba en estado de ebriedad sobre los carriles elevados cuando perdió el control y cayó sobre otro vehículo matando al instante a su chofer.

Operativo. En 2013, iniciaron las revisiones de Salvando Vidas para detectar a conductores ebrios. EL INFORMADOR/Archivo

A finales de 2013, fue lanzado el operativo Salvando Vidas por la Secretaría de Movilidad para detectar a conductores ebrios. Hasta enero de 2017, se detuvo a 14 mil 046 personas que manejaban bajo los influjos del alcohol. 

Los indigentes vulnerables del Centro

Pese a la implementación de políticas públicas y los esfuerzos de grupos de la sociedad civil, la presencia de personas en situación de calle en el Centro tapatío es un problema que ha acompañado a la ciudad a lo largo de su historia y que nunca se ha logrado resolver de forma definitiva.

Las características propias del primer cuadro como el gran flujo de personas, los pasos peatonales y la presencia de elementos arquitectónicos que funcionan como refugios durante la noche son sólo algunos elementos que explican este fenómeno.

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La presencia de indigentes lleva consigo situaciones de inseguridad, problemas de higiene y de aseo público pues algunos de ellos hacen sus necesidades en la calle o tienen problemas de drogadicción, son de la tercera edad o padecen enfermedades mentales. Esto los lleva a padecer abusos, vejaciones y accidentes.

En la década de los años 30 se comenzaron a reportar los primeros incidentes. El 20 de noviembre de 1932, EL INFORMADOR reportó en sus páginas el atropellamiento de una anciana de la tercera edad que respondía al nombre de Espiridiona Baltazar. La mujer, quien era sordomuda y que había sufrido la pérdida de sus brazos años antes, fue embestida por un vehículo en la calle Álvaro Obregón a su cruce con Clavel mientras se dirigía a la vivienda de la familia Romero, donde se alojaba.

Mientras que el 18 de diciembre de 1936 otra persona de la tercera edad en situación de calle, falleció atropellada a las afueras del mesón “El Arenal” que se ubicaba en la calle Donato Guerra.

A finales de los años 80, 12 indigentes fueron víctimas de un asesino serial que los ultimaba dándoles un tiro en la cabeza. Mientras que algunas administraciones municipales los han desplazado del Centro de la ciudad.

Apoyo. La administración actual de Guadalajara inició un programa para dar albergue a personas en situación de calle. EL INFORMADOR/Archivo

El Gobierno de Enrique Alfaro emprendió un programa para la atención de personas en situación de calle que en una primera etapa destinó un presupuesto de tres millones de pesos. La estrategia consiste en cuatro brigadas que saldrán diariamente- en un horario preferentemente nocturno- a buscar a individuos quienes no cuenten con un techo donde dormir para canalizarlos a instituciones ya existentes como FM4, Mamá A.C, Barrios Unidos, Alcance Victoria, Ayudarte y Casa de la Misericordia.

Mercados en llamas

Ya sea provocados, por cortocircuitos o acción humana, los mercados municipales tienen en su historial varios incendios que han arrasado con edificios enteros y el patrimonio de varias familias tapatías.

Fue en 1910, la primera vez que el fuego consume al Mercado Corona. Todo el edificio se derrumbó a causa del incendio y el ingeniero Ambrosio Ulloa construye un nuevo mercado inspirado en el original.

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Nueve años después, el 18 de febrero 1919, ocupa la primera plana de EL INFORMADOR un incendio que estuvo a punto de pasar a mayores si no fuera por la intervención de la Policía Municipal. A las 22:00 horas, un grupo de filarmónicos pasaron a las afueras del mercado y se percataron que uno de los puestos estaba en llamas. Dieron aviso al entonces inspector de la policía, Jesús Araiza, quien junto con varios agentes logró extinguir el fuego.

El 27 de mayo de 1929, otro incendio acabó con al menos la mitad de los puestos en el Mercado Corona dejando en la miseria a muchos pequeños comerciantes. El fuego fue provocado por el descuido del señor Arnulfo Zambrano, quien dejó un brasero encendido. El Cuerpo de Bomberos tapatío trabajó durante cinco horas para controlar las llamas.

En 1965, un nuevo mercado fue construido por el arquitecto Julio de la Peña por encargo del gobernador Francisco Medina Ascencio. Este edificio sería utilizado hasta el 4 de mayo de 2014, cuando un incendio acabó con 90% del sitio, que tuvo que ser demolido.

El 11 de julio de 2016, el fuego alcanzó al Mercado Alcalde y afectó a 86 locales, 12 de los cuales tuvieron pérdida total. Según confirmó la Fiscalía del Estado unos días después, las llamas fueron provocadas por un corto circuito.

Alerta. El Mercado Alcalde fue el último que se incendió, lo que afectó 86 locales. EL INFORMADOR/Archivo

Este artículo forma parte de la edición conmemorativa de los 100 Años de EL INFORMADOR. El resto de los contenidos especiales están disponibles en ESTE ESPACIO y también puedes consultar la versión hojeable digital PULSA AQUÍ.