Vecinos de La Normal denuncian cuarteaduras en sus viviendas

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUL/2013).- Por lo menos cuatro familias que viven en la calle Pedro Loza, entre las calles Silvestre Revueltas y Avenida de los Maestros, en la Colonia La Normal, o también conocida como Alcalde Barranquitas, están a la expectativa desde el sábado pasado para ver si podrán conservar su hogar, pues en un "abrir y cerrar de ojos", sus casas, en su interior, empezaron a sufrir severas cuarteaduras y grietas en lugares como la sala, recámaras y closets.
 
"Mi mujer estaba viendo la tele y de pronto me dijo que escuchó que algo tronaba; de inmediato fui y me percaté que lo que estaba emitiendo ese ruido era la pared, que empezaba a agrietarse", narra Raúl Hernández Vargas, uno de los vecinos más afectados de esa calle, quien tiene 26 años viviendo ahí y jamás había pasado por un problema así. Poco más de la mitad de su casa se encuentra en peligro de derrumbarse, y es que las grietas, por las que se puede ver de lado a lado de la pared, son cada vez más notorias.
 
"Todo empezó el sábado, en cuanto vimos que estaba tronando por que la grietas se estaban manifestando, pues de inmediato traté de ponerme en contacto con Obras Públicas, pero no me contestaron, y llamé enseguida a Protección Civil, y vinieron, valoraron y nos dijeron que era peligroso, que nos recomendaban desalojar, y nos ayudaron a sacar nuestras cosas y se fueron", continúa don Raúl.
 
Israel Montoya es vecino de esa misma calle: vive en la finca marcada con el número 947. Notó que su casa presentaba problemas al día de ayer; su puerta principal se agrietó de manera tal, que le impidió la salida. "Se trabó, porque el techo, como que con las grietas se bajó y la puerta ya no pudo abrirse. Yo hablé al Ayuntamiento de Guadalajara, a la línea de emergencia 072 y al 073 del Siapa", asevera, y afirma que en el Ayuntamiento tapatío le confirmó que iría el área de contingencias, del departamento de Obras Públicas, a revisar el incidente, pero nadie acudió, y hasta hoy no han recibido visita alguna. Del Siapa, tampoco acudió nadie. El vecino tiene los reportes número 102112 del Ayuntamiento de Guadalajara y el 591280 del Sistema Intermunicipal de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Siapa).
 
Los vecinos atribuyen las grietas en sus viviendas a los pésimos trabajos que el Siapa ha realizado en el drenaje de esa calle, pues afirman que cada año, en temporada de lluvias, se forman por lo menos un par de socavones, pero el drenaje sólo se parcha, al igual que la carpeta asfáltica, y no se han cambiado como debe ser.
 
Actualmente en ese tramo se aprecian hombres y maquinaria realizando trabajos, al parecer, para abrir en canal en centro de esa calle, pero nadie ha notificado nada, incluso no hay camionetas ni personal del Siapa que se pueda identificar.
 
El problema se es serio, toda vez que en la finca marcada con el 955, las grietas son pronunciadas, y afirma su propietario, se siguen oyendo truenos cada que se forman grietas nuevas, y las que ya existen se han pronunciado más.

Es cuestión de tiempo para que ocurra una desgracia: Especialista

Las afectaciones por cuarteaduras en las casas de las colonias La Normal y Alcalde Barranquitas son un problema añejo y recurrente, pues aparecen cada temporal de lluvias. Y de no resolverse, podría convertirse en una bomba de tiempo y causar una desgracia, afirma el especialista suelos y arquitecto, Alfredo Varela Torres.
 
 Este profesor, quien se especializó en la Revitalización Patrimonial por la Universidad de Colima, cuenta que en esta zona del norte del Centro Histórico fue rellenada durante la década de los 50 y los 60 del siglo pasado, para la urbanización. "Esos terrenos eran unas barranquitas. De ahí el nombre de la colonia. Pero cuando se urbanizaron fueron rellenados, como si fueran campos de futbol. Esto con el tiempo... fue infiltrado por el agua. Y los arroyos siguieron haciendo cauce".
 
Los vecinos de las colonias afectadas denunciaron que, de un día para otro, sus hogares se fueron cuarteando, hasta llegar a un punto preocupante. Culparon al SIAPA y al Ayuntamiento, pero el especialista lo descarta. La historia indica que estos predios están situados en rellenos cuya supervisión hace 50 años puede quedar en entredicho.
 
"Hay que recordar que en Jalisco, debajo de capa vegetal hay una combinación de suelos, de jal, que es como una piedra pomex que no es muy resistente. Además hay arena amarilla y luego puede haber roca. Pero en este caso no hay eso, porque esos eran arroyos, donde bajaba el agua hacía el río San Juan de Dios".
 
La solución que ve el especialista es que las autoridades determinen, con prontitud y exactitud, los daños que se causarán con las infiltraciones. "Necesitan hacer una evaluación con un mecánico de suelos. Que se metan pilotes y que redimenten (sic). Es un proceso complicado, pero es lo que se puede hacer de rápido".

EL INFORMADOR / ÉDGAR FLORES / OMAR GARCÍA