Municipios pagan seguros de autos chatarra

GUADALAJARA, JALISCO (30/ENE/2015).- La hierba y maleza devoran un auto de la Procuraduría Social del Ayuntamiento de Guadalajara. Yace desde hace varios meses en el Depósito Vehicular número 8 del Instituto Jalisciense de Asistencia Social. “Éste es sólo uno… hay cientos”, dice el guardia.

Entre los ayuntamientos de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco suman 894 autos, camionetas y camiones inservibles en corralones. El problema es que las alcaldías desembolsan sumas millonarias para el pago de pólizas de seguro de estas unidades chatarra porque deben “proteger el patrimonio municipal” hasta que sea desincorporado o dado de baja.

En el caso de Zapopan, que tiene una tercera parte de ese parque inútil, en los últimos cuatro años erogó 4.9 millones de pesos en seguros para autos abandonados en corralones. Los otros cuatro ayuntamientos ocultan esa información sobre ese gasto. Los esfuerzos de las autoridades para enajenarlos son insuficientes. Entre las cinco actuales administraciones municipales apenas han logrado desincorporar 980 automóviles; es decir, otra parte similar continúa arruinándose a la intemperie por la lentitud en los procesos para donarlos o rematarlos al público.

Guillermo Camberos Quezada, académico del ITESO, indica que es un exceso que se gasten recursos en “basura”. Propone que se reformen los reglamentos con el fin de establecer un plazo límite para deshacerse de los vehículos, ya sea a manera de donativo o venta como material de reciclaje.

El director de Patrimonio en Zapopan, José Jasso Amador, refiere que en el corralón los autos pueden sufrir incidentes, como incendios, además de los robos de autopartes, por eso deben estar asegurados: “Si se quema todo y se pierde el vehículo significa una pérdida de un bien para el Ayuntamiento”.

El director de Administración de Bienes Patrimoniales de Guadalajara, Julio César Hernández Pérez, indica que la prioridad de la administración es deshacerse de los automotores para evitar gastos en vano. Añade que los vehículos arrumbados tienen un costo menor de aseguramiento, “aunque preferimos desincorporarlos para no pagar pólizas de seguros”. Sin embargo, hasta que el destinatario recibe la unidad, el Gobierno deja de pagar la póliza.

Sobre la posibilidad de cambiar los reglamentos municipales, Jasso Amador responde que el procedimiento para enajenar “es el indicado y eficiente”, pero deben emitirse primero dictámenes y luego ser autorizados por los plenos de los ayuntamientos. También refiere que si se retrasa este proceso es porque se espera a reunir un lote de autos para subastarlo. Mientras tanto, los ayuntamientos siguen gastando en un parque inservible.