La Navidad sabe distinto en cada rincón del país

GUADALAJARA, JALISCO (15/DIC/2012).- Aunque el pavo relleno, el lomo ahumado y otros cortes son de consumo generalizado por los mexicanos en la cena de Navidad, cada región del país guarda sus propios secretos gastronómicos que dan un sabor distinto a esta tradicional velada familiar, reflejo de la riqueza y diversidad culinaria de México.

En el Norte del país, por ejemplo, el platillo eje en Navidad son los tamales, por el papel predominante del maíz en la gastronomía de esa región. La peculiaridad de este alimento es que la mayor parte de su composición es carne, envuelta en una mínima porción de masa enchilada.

El chef Ricardo Muñoz Zurita explica en una publicación digital que el tipo de chile utilizado para la masa varía entre Estados norteños, mientras en Nuevo León se utiliza el chile ancho, en Coahuila usan el chile pasado y en Sonora el chile de sarta, además las distintas hojas con que los envuelven les dan un toque particular.

En Yucatán, por su parte, se acostumbra cocinar cochinita pibil acompañada de salsa de col blanca, naranja agria, sal, cilantro y chile habanero triturado en molcajetes de madera (tamul), todo esto servido en tacos.  También en la península se acostumbra el pavo en chimole negro, una receta indígena que se prepara originalmente en horno de tierra.

Aúna el chef que en los Estados del Golfo, primordialmente en Veracruz, se opta por preparados del mar, como el bacalao o pescado fresco a la veracruzana. La zaragalla, típica de Tamiagua, es una versión del pescado preparado a la veracruzana con la diferencia de que ésta se sirve con la carne desmenuzada.

En el centro de México se acostumbra la ensalada navideña acompañada de pavo relleno o lomo, así como también de romeritos y ponche de frutas, utilizado no sólo en México sino en el Caribe y en algunos países de Latinoamérica.