Fragmentado, el PAN Jalisco busca superar su peor crisis

GUADALAJARA, JALISCO (16/ENE/2012).- La genética del Partido Acción Nacional (PAN) rechazaba la división y la tendencia hacia la construcción de grupos internos. Por encima de todo, en sus principios, los panistas creían que estaban la unidad partidista y el “bien común”, uno de los preceptos más clásicos del blanquiazul en sus más de siete décadas de historia. Sin embargo, desde su llegada a Casa Jalisco en 1995, el PAN se ha visto envuelto en un proceso de fragmentación que ha impedido la consolidación del programa político y gubernamental que planteó desde la oposición.

En estas condiciones, Acción Nacional enfrenta actualmente la que podría ser la división más pronunciada de su historia reciente, tras la crisis que significó haber perdido el Gobierno del Estado en las elecciones del 1 de julio pasado. Líderes locales como Alberto Cárdenas, Hernán Cortés, Alfonso Petersen y Jorge Salinas están de acuerdo en reconocer las dificultades por las que atraviesa el partido y en el diagnóstico de las causas que lo motivaron: la férrea lucha por las candidaturas y el “amor a la nómina” le han hecho mucho daño a una militancia que por décadas se construyó con base en otros principios.

No obstante, coinciden con menos claridad en su lectura del futuro: mientras que algunos de los consultados afirman que es momento de que el blanquiazul ajuste su programa ideológico, otros opinan que simplemente debe dejarlo en claro y, para apuntalarlo, subrayar el liderazgo hacia el interior.

En medio de las sugerencias para una renovación, temas como la falta de unidad, las traiciones sufridas en el proceso electoral más reciente, las malas decisiones en los procesos de afiliación y en los de selección de candidatos, así como la urgencia de aclarar cómo se formarán las nuevas generaciones de panistas, son algunos de los puntos de discusión entre los líderes locales de Acción Nacional.