Jueves, 12 de Junio 2025
Jalisco | La ciudad que se va

Cita en la ciudad

Por: Alfredo Hidalgo

Por: EL INFORMADOR

Hace muy poco la ciudad era muy distinta. Hay imágenes que lo develan con cierto esmero. En días pasados, el Museo de la Ciudad inauguró una muestra fotográfica de Guadalajara, vista antes de que cediese parte de su identidad a proyectos de renovación urbana que serían el origen de situaciones de fragmentación social. Ni la Plaza Tapatía consiguió ser la zona peatonal más agradable del centro histórico ni entubar el río San Juan de Dios reconstruyó la relación entre la Guadalajara de oriente y la de poniente.

Al ver las imágenes del centro conformado por construcciones como la Plaza de Toros, por enfiladas fachadas de elegante porte neoclásico; por sus iglesias, referente obligado en la horizontalidad tapatía, es inevitable pensar que el tiempo y la distancia han hecho de las ciudades espacios físicos y sociales inabarcables. Al movernos en dos planos: el horizontal, del territorio, y el vertical, del tiempo, vamos encontrándonos sorpresivamente con lugares inimaginables e historias increíbles.

La exposición Guadalajara: verla para vivirla es un contacto a esas dos dimensiones a través de las históricas fotos de Gómez Ibarra. Ver entre muchas otras, el ingreso a Guadalajara por los arcos originales de acero, las angostas avenidas del centro; la densidad y variedad de edificios cercanos al Hospicio Cabañas que incluían un sin número de esquinas impensables, no son sólo un magnífico recorrido por la historia de la ciudad a través de sus construcciones y espacios públicos, sinoÊ también una convocatoria hacia la reflexión: ¿Con qué facilidad nos hemos deshecho de tanta historia?, ¿habremos sido buenos o malos negociadores en aras de la modernidad?.
La Guadalajara que vivimos ha aumentado desmedidamente en pocos años. No se puede concebir de igual manera cuando hace cien años sólo había alrededor de 120 mil habitantes, ahora con cuatro millones se vuelven inminentes los hilvanes del crecimiento y las suturas del deterioro.

El territorio ha sido generoso al permitirnos crecer, pero el tiempo no nos ha dado la sabiduría para hacerlo, sin perderÊ la calidad de vida de los tapatíos. No sólo se trata del crecimiento horizontal incontrolable, sino de cómo ese fenómeno ha repercutido en el abandono del primer cuadro de la ciudad generando, entre otras graves consecuencias, la ausencia de inversión, la falta de mantenimiento yÊ la demolición de obras que estructuraban la identidad de la ciudad. Las imágenes del pasado de Guadalajara evidencian algunas acciones en las que hubo sacrificio a cambio deÊ espacios públicos necesarios y de calidad, en otros casos a cambio de vialidades. No hace mucho que la ciudad era muy distinta, pasajes y edificios de los que no queda ni huella, fueron presenciadas por muchos tapatíos que hoy, recuerdan con nostalgia Las nuevas edificaciones sobrepuestas a las antiguas se convierten en nuestra imagen de la ciudad.

Ahora que el centro de la ciudad se reconstruye, de nuevo, cabe hacer la reflexión sobre si lo que veremos al caminar por lasÊ nuevas banquetas, será la ciudad que nos identifica con nuestro pasado y nos permite creer y soñar con el futuro.

Alfredo Hidalgo Rasmussen, arquitecto, dirige el Centro de Infotectura y Tecnología Aplicada A.C.
alfredo@infotectura.org

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