Alertan sobre distinguir alergias de cuadros virales

GUADALAJARA, JALISCO (01/AGO/2010).- Porque en septiembre las alergias de los niños tienden a disparase, es importante diferenciar los síntomas de dicho padecimiento a un cuadro viral.

La confusión entre ambas enfermedades repercute tanto en el diagnóstico como en el tratamiento, advierte Guadalupe Alcalá Padilla, encargada del Servicio de Alergia Pediátrica del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.

“Es importante hacer una diferencia de los síntomas producidos por un cuadro alérgico o asmático y otro tipo de enfermedades virales, trátese de una gripe o de influenza. El niño en un proceso viral tiene malestar general, decaimiento y puede tener fiebre, mientras que el cuadro alérgico no presenta fiebre, ni malestar general. El niño puede tener tos, flema, estornudos, pero él se siente bien”, detalló Alcalá Padilla.

Debido a los niveles de humedad en la atmósfera, explica la especialista, es en la temporada de lluvias cuando se registran menos pacientes alérgicos, sobre todo aquellos que reaccionan al polen de las flores. Sin embargo, la experta comentó que durante el inicio del ciclo escolar, los niños se vuelven alérgicos a la escuela:

“Pero no se trata de una invención de ellos, ya que lo que sucede es que cuando entran a clases, los niños suelen aspirar el polvo acumulado en los salones, que es cuando empiezan a presentar cuadros alérgicos”.

Las alergias suelen manifestarse, señaló Alcalá Padilla, por la llamada rinitis aguda, que consiste en picor nasal, producción de moco acuoso y líquido, además de estornudos frecuentes. Si el médico explora el interior de las fosas nasales, podrá observar que la mucosa de los cornetes está enrojecida, inflamada o con una coloración violácea muy característica.

Informó que en septiembre también empiezan a incrementarse el número de consultas a urgencias por crisis asmática, que se manifiesta en los pacientes con tos frecuente, más por las noches, en la mañana o durante el ejercicio.

“Mi recomendación para padres y maestros es hacer una diferenciación correcta con ambos problemas: el alérgico y el viral, ya que muchas veces confunden los síntomas y a los niños se les impide la entrada a las escuelas, porque piensan que pueden infectar a otros niños, cuando esto no es así. Muchas veces tengo que otorgar múltiples constancias de que los niños no tienen esa enfermedad”.