Abandonan a ancianos en el Civil

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUL/2013).- Cada mes, entre tres y cinco personas, sobre todo del segmento de la tercera edad, son abandonadas por sus familiares en el Antiguo Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”.

Alguien llega con ellos, sea familiar o algún vecino, los dejan enfermos o con alguna complicación de enfermedad crónico-degenerativa en el nosocomio, y no regresan. Los abandonan.

Es ahí donde entra el área de Trabajo Social, que busca a cualquier familiar o a alguien cercano al paciente para que regrese por él cuando se da de alta. En  ocasiones, la búsqueda tiene éxito y los familiares regresan por ellos; en otras, se inicia la búsqueda por albergues o asilos para acomodar al anciano; sin embargo, no es tarea fácil, refiere la jefa de Trabajo Social del hospital, María Guadalupe García Villagrán.

El problema se agrava en junio, julio, octubre, noviembre, diciembre y enero, meses en que llegan a presentarse hasta 10 casos de abandono por mes.

“En diciembre se da mucho el abandono en adulto mayor, porque generalmente en diciembre las defensas bajan y se ponen susceptibles a los cambios climatológicos, y son muy frecuentes las neumonías en ellos”.

En ciertos casos de abandono, luego de platicar con el paciente se descubre que sufría algún tipo de maltrato por parte de sus propios hijos o cuidadores. Ahí entra el otro extremo, en el que aun cuando regresen por el paciente, él ya no quiere volver a casa.

Según la trabajadora social, han existido ocasiones en las que un paciente dura hasta ocho meses dentro del hospital, pues no se encuentra algún albergue o asilo a dónde enviarlo, y al permanecer internado tanto tiempo presenta infecciones nosocomiales que hacen que deba continuar en la unidad hospitalaria.

García Villagrán señala que se tienen registrados casos en los que se ha forzado a la familia para que reciba de nueva cuenta a su paciente.

“Incluso, les decimos: ‘¿Sabes qué?, te vamos a poner una denuncia en el DIF porque esto es abandono en estado de necesidad’, y es cuando la gente sí, enojados o molestos; reciben de mal modo al paciente”.