Sudán anuncia la muerte del principal jefe rebelde de Darfur

DARFUR, SUDÁN (25/DIC/2011).- Las fuerzas armadas de Sudán mataron a Khalil Ibrahim, líder del principal grupo rebelde de Darfur, dijeron medios estatales el domingo, asestando un duro golpe a los insurgentes en la remota región occidental en su guerra iniciada hace casi una década con Jartum.     

El conflicto de Darfur lleva activo desde que insurgentes en su mayoría no árabes tomaron las armas en el 2003, diciendo que el gobierno central los había dejado fuera de la estructura de poder político y económico y estaba favoreciendo a tribus árabes locales.     

Ibrahim, jefe del Movimiento Justicia e Igualdad (JEM, por su sigla en inglés), surgió como uno de los comandantes rebeldes más poderosos. En el 2008, su grupo lanzó un ataque histórico contra Jartum que mató a más de 200 personas.     

Las autoridades de Sudán llevaban mucho tiempo tratando de atrapar a Ibrahim, que se había refugiado en la vecina Libia cuando gobernaba Muammar Gaddafi, hasta que el derrocamiento del líder lo privó de su refugio, y se había rehusado a firmar un acuerdo de paz negociado por Qatar.     

Al-Sawarmi Khalid, portavoz de las fuerzas armadas de Sudán, dijo que Ibrahim había muerto en la madrugada del domingo cuando intentaba cruzar a Sudán del Sur, que se separó en julio en virtud de un acuerdo de paz logrado en el 2005 que puso fin a otra guerra civil que llevaba décadas activa.     

"Las fuerzas armadas se trabaron en un combate directo con las fuerzas rebeldes de Khalil Ibrahim, y fueron capaces de eliminar a Khalil Ibrahim, que murió junto a un grupo de comandantes", dijo Khalid a la televisión estatal.     

Sin embargo, el JEM contradijo la versión de los militares sobre la muerte de su líder y afirmó que Ibrahim falleció el viernes por la mañana en un ataque aéreo que también terminó con la vida de uno de sus guardias.     

El grupo agregó que la precisión del ataque sugiere la "colusión y conspiración de algunos actores regionales e internacionales".     

"La sangre del mártir no irá en vano y los que lo asesinaron pagarán el precio muchas veces", dijo el JEM en un comunicado.     

La muerte de Ibrahim -a menudo descrito como carismático y con don de mando- podría ser un duro golpe para el JEM, aunque el muy restringido acceso a las zonas de conflicto de Sudán ha hecho difícil calibrar la verdadera fuerza y unidad interna de los insurgentes.     

"Khalil Ibrahim dominó JEM y determinó personalmente la estrategia política y militar del movimiento y en particular fue responsable por la postura (...) de negarse a negociar con el Gobierno de Sudán. Su muerte es un golpe muy serio para el movimiento", comentó Alex de Waal, un importante experto en Sudán.     

"El liderazgo en Jartum se verá tentado a responder a su muerte con la consideración de que ahora la insurgencia en Darfur ha terminado. Aunque la amenaza presentada por JEM sin duda ha disminuido, sería un error concluir que el conflicto político en Darfur puede ser resuelto tan fácilmente", advirtió.    

LA LUCHA CONTINUA     

Naciones Unidas ha dicho que hasta 300 mil personas podrían haber muerto en Darfur, donde Jartum movilizó a tropas y milicias en su mayoría árabes para aplastar el levantamiento. Jartum estima la cifra de muertos en 10 mil.

Si bien la violencia ha decrecido desde los asesinatos masivos reportados en los primeros días del conflicto, la ausencia de ley y orden en la región la ha convertido en terreno fértil para ataques de bandidos, milicias, soldados y grupos tribales en los últimos años.     

Unos 2 millones de personas han abandonado la región huyendo del conflicto, según sostiene Naciones Unidas.     

Varios grupos rebeldes de Darfur, incluidas dos facciones del Ejército de Liberación de Sudán, han seguido combatiendo pese a una enorme operación de paz establecida por la ONU y la Unión Africana en el 2007.     

Qatar negoció un acuerdo de paz que Sudán firmó este año con el Movimiento de Liberación y Justicia, una asociación "paraguas" que alberga a varios grupos pequeños.     

Pero el JEM y los principales grupos rebeldes se han negado a firmar el acuerdo, frustrando las esperanzas de lograr pronto una paz duradera.     

En noviembre, los principales grupos insurgentes de Darfur dijeron que habían formado una alianza para derrocar al presidente Omar al-Bashir con rebeldes de otros dos estados fronterizos de Sudán, donde estallaron los combates más o menos cuando se produjo la independencia de Sudán del Sur.     

Los analistas han cuestionado la eficacia de la alianza, dado que las diversas facciones rebeldes de Darfur rara vez han sido capaces de mantener una coordinación militar y política a largo plazo.     

La Corte Penal Internacional ha acusado al presidente al-Bashir de genocidio y de ser el autor intelectual de otros crímenes en la región, cargos que Jartum rechaza como políticos.