Martes, 22 de Octubre 2024
Internacional | Sotomayor se enorgullece de su cultura boricua

Sotomayor abre debate sobre si género y etnia afectan imparcialidad judicial

Los demócratas y grupos cívicos e hispanos aseguran que Sotomayor sabrá hacer cumplir el imperio de la ley

Por: NTX

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- La jueza Sonia Sotomayor encendió una polémica en Estados Unidos acerca de si su sexo y etnia hispana interfieren en la imparcialidad que requiere el cargo vitalicio en el Tribunal Supremo para el que fue nombrada.

El paquete de información sobre el expediente personal, financiero y laboral de Sotomayor que la Casa Blanca remitió al Comité Judicial del Senado el jueves demuestra que la juez neoyorquina ha expresado orgullo étnico no solo en un discurso en 2001 sino también en otros de los más de 80 que dio entre 1994 y 2003.

Quienes se oponen a su confirmación se han prendido del que dio en 2001 en California, cuando dijo que "una mujer sabia latina" tomaría mejores decisiones que un juez blanco que no ha vivido esas experiencias.

Sus detractores, incluyendo algunos republicanos, líderes y grupos conservadores como Rush Limbaugh y Judicial Confirmation Network temen que, si es confirmada, Sotomayor llevará su "racismo" al estrado y, como "activista judicial", "dictará" leyes en vez de interpretarlas.

Los demócratas y grupos cívicos e hispanos aseguran que Sotomayor sabrá hacer cumplir el "imperio de la ley" sin que medien sus convicciones ideológicas.

Salvo que en la montaña de documentos se desentierre algún escándalo de corrupción, violación ética o secretos personales, los analistas prevén que Sotomayor, de 54 años, será ratificada.

La historia de Sotomayor, de ascendencia puertorriqueña, personifica el "Sueño Americano" del que se precia EU: nació y se crió en un barrio pobre de Nueva York, se graduó summa cum laude en Princeton y estudio leyes en Yale.

Ocupó puestos bajo un presidente republicano y otro demócrata, y tiene 17 años de experiencia judicial, más que ningún otro candidato al Supremo en más de un siglo.

Si la confirman, Sotomayor será la primera latina y tan solo la tercera mujer en el panel de nueve jueces en el Supremo en sus más de 200 años de historia.

Eso en un órgano donde, de 111 jueces que ha tenido la máxima corte en toda su historia, 107 han sido hombres de raza blanca y solo dos han sido mujeres, Sandra Day O'Connor, ahora jubilada, y Ruth Ginsburg.

Para llegar al Supremo cuando inicie su sesión el próximo 5 de octubre, Sotomayor tendrá que sobrevivir un campo minado en el Senado y la campaña mediática que han montado los conservadores desde que el presidente Barack Obama la nombró el pasado 26 de mayo.

"Esperemos que las principales conferencias (audiencias del Supremo) no ocurran cuando ella esté menstruando o esté a punto de menstruar; eso sí que sería muy malo. Solo Dios sabe lo que nos pasaría", dijo el comentarista conservador G. Gordon Liddy.

De "racista" la han acusado Limbaugh y el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, aunque este último bajó el tono de su retórica tras las presiones de líderes republicanos que no quieren ahuyentar aún más a los votantes hispanos.

En todo proceso de confirmación, baste recordar los casos de los jueces John Roberts y Samuel Alito, los ataques son inevitables.

Si bien es necesario debatir asuntos legítimos sobre filosofía judicial y la lectura objetiva de la Constitución, lo lamentable es que "los grupos e ideólogos extremistas no busquen un debate razonable sino hacer una caricatura" superficial de Sotomayor, se quejó Tom Goldstein, un bloguero del Tribunal Supremo.

Pero en la blogósfera no cesan las diatribas de conservadores sobre el "racismo de la izquierda", la "hipocresía de los progresistas" y el "patrón de racismo" contra los blancos que presuntamente alberga Sotomayor.

"Estas acusaciones son ridículas. La conozco personalmente y sé que ella es toda una profesional", dijo hoy Angelo Falcón, presidente del Instituto Nacional para Política Latina.

"En sus discursos, argumentaba que a través de la historia los hombres blancos han tenido posiciones privilegiadas y que había que ser más inclusivos, porque las minorías pueden aportar perspectivas muy valiosas", manifestó.

En su audiencia de confirmación como juez de apelaciones hace más de una década, Sotomayor dijo que ningún juez puede "acomodar la Constitución a su antojo, porque dice lo que dice y tenemos que cumplirla".

Sotomayor se enorgullece de su cultura boricua, le encanta el "cuajo", un plato típico de tripas de cerdo, y en 1996 aludió, en un discurso en la Universidad Hofstra, a la "llama latina" que lleva dentro.

Cuando se someta de nuevo al escrutinio del Senado, tendrá que demostrar que, aunque nadie puede desprenderse de su historia de vida, esa "llama" jamás interfirió o interferirá en sus dictámenes desde el estrado.

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