Sentencian a cadena perpetua a Josef Fritzl

SANKT PÖLTEN, Austria.- Josef Fritzl, el llamado “Monstruo de Amstetten”,  pagará con cadena perpetua los 24 años de encierro y violaciones a los que sometió a su hija Elisabeth y a los que la fiscal que lleva el caso definió como un “martirio inimaginable”.

Un jurado popular determinó de forma unánime que Fritzl es culpable de asesinato por omisión de socorro, esclavitud, violación, privación de libertad, coacción grave e incesto.

El veredicto llegó tras un rápido juicio de sólo cuatro días en la Audiencia Provincial de Sankt Pölten, al oeste de Viena.

Fritzl, un electricista jubilado de 73 años, pasará el resto de su vida en un centro de reclusión para criminales con trastornos siquiátricos donde recibirá terapia.

Su internamiento fue solicitado por la Fiscalía y recomendado por la psiquiatra que lo examinó, que diagnosticó un “gigantesco deseo de poder” y advirtió del riesgo de reincidencia.

Hasta su ingreso en dicho centro, Fritzl permanecerá en la cárcel de Sankt Pölten. Si el tratamiento funciona y los controles periódicos que se le realizarán determinan que ha superado la grave alteración de la personalidad que padece, podría ser liberado dentro de 15 años.

Sin embrago, tanto Fritzl como su abogado han reconocido que con toda probabilidad pasará encerrado el resto de su vida.

“Acepto la sentencia”

Fritzl escuchó con calma y sin inmutarse la lectura del veredicto y de la sentencia. “Acepto la sentencia”, dijo cuando la juez le preguntó si entendía y aceptaba la pena.

El “Monstruo de Amstetten” renunció así a la posibilidad de recurrir la sentencia, que tampoco será apelada por la Fiscalía.

Fritzl confesó el miércoles su culpabilidad de todos los cargos que se le imputaban, después de que el lunes pasado negó el de esclavitud y asesinato por omisión de socorro.

Este último se refiere a la muerte de uno de sus hijos-nietos en abril de 1996, quien falleció por problemas de circulación apenas a los dos días de nacido; Fritzl no hizo nada para que recibiera atención médica y tras su muerte quemó el cuerpo en la caldera de su casa.

Rudolf Mayer, abogado de Fritzl, calificó la sentencia como “lógica” y reconoció: “Fue muy difícil defenderle, ya que resulta evidente que es un perturbado”.

Tras salir del denominado “Juicio del Siglo”, Mayer agregó: “Aparentemente, él mismo siente la pena como justa”.
El miércoles por la mañana, el “Monstruo de Amstetten” manifestó su “arrepentimiento de corazón” por el daño causado a su familia durante tantos años. En una carta presentada en el juicio, su hija Elisabeth manifestó que quería que su padre pague por la muerte de su hijo.
(Agencias)

 “La sentencia es lógica por todos los delitos que cometió”
 Rudolf Mayer, abogado de Josef Fritzl.

Preguntas sin respuestas
¿Cómo es posible que este electricista jubilado de 73 años tuviera en el sótano de su casa a una segunda familia (su hija Elisabeth y tres de sus hijos-nietos) sin que su esposa no se diera cuenta de la doble vida que llevaba su marido?

¿Por qué ni el vecindario ni los familiares lo descubrieron?, ¿por qué las autoridades austríacas no indagaron?

¿Por qué los otros tres niños fruto de la relación incestuosa fueron hallados en el portal de la casa de la familia sin, si siquiera, levantara sospechas la explicación de Joseph Fritzl de que Elisabeth había abandonado su hogar para refugiarse en una secta desconocida?

¿Por qué habrá sido que en un juicio a puerta cerrada, con el argumento de proteger a las víctimas, sólo se permitiera a la televisión estatal austríaca, como único medio de prensa, interrogar micrófono y cámara en mano a Fritzl, antes de empezar la causa y en la misma sala de la audiencia?

Si hubo secreto judicial, ¿cómo es posible que se hayan difundido fragmentos del pliego de la acusación, días antes de abrirse el juicio que terminó ayer?

A partir de este sentencia, ¿la familia abrirá nuevos casos judiciales contra Joseph?
(EFE)