Internacional | Primera vuelta da victoria a Hollande Sarkozy propone tres debates previos a elección El presidente francés, quien ve alejarse a su reelección, quiere presionar al puntero; éste responde que con una discusión es suficiente Por: EL INFORMADOR 23 de abril de 2012 - 02:15 hs La portada de un periódico francés destaca, además de los dos punteros, la importancia de Le Pen en la segunda ronda. REUTERS / PARÍS, FRANCIA (23/ABR/2012).- Hace cinco años fue electo con la propuesta de cambiar a una Francia adormilada. Empero, lo que Nicolas Sarkozy logró fue hacerse una imagen de presidente desordenado e impulsivo, que lo llevó a convertirse en el mandatario más impopular de Europa. Ayer, eso se vio reflejado en las urnas. En su aspiración para reelegirse en el puesto, el presidente francés quedó en segundo lugar (26.98%), detrás del socialista François Hollande, quien salió airoso en la primera vuelta con 28.10% de las preferencias. Inmediatamente, Sarkozy sacó a relucir parte de su estrategia rumbo al 6 de mayo, día en el que se celebrará la segunda vuelta. El presidente retó a Hollande a realizar tres debates televisados en los próximos 15 días. Será por tener aún más reflectores de los que le da la investidura presidencial, o quizá la real intención de esclarecer las propuestas para el electorado; el punto es que ayer mismo contestó Hollande: con un debate basta y “durará lo que haga falta”. En su única comparecencia ante centenares de sus militantes en la sede de la Mutualité de París, el presidente y candidato sorprendió al proponer los tres debates con su contrincante. “Los franceses tienen derecho a la verdad y a la claridad. Después cada uno hará su elección”, declaró Sarkozy para justificar su propuesta de celebrar tres debates sobre distintos temas sociales, económicos y de política internacional, precisó. Habitualmente en Francia se celebra entre uno y dos debates electorales entre los dos candidatos clasificados para la segunda vuelta. Sarkozy consideró que su derrota se debió a la crisis económica que sufre Europa y que “los dos candidatos (él y Hollande) tienen un deber de verdad y de valentía” y llamó a votar por los que “tienen, por encima de las ideologías, a la patria”. Consideró que los comicios de este año constituyen “una elección histórica” y estimó que la alta participación registrada, de alrededor de 80%, los franceses “desmintieron todos los pronósticos” pesimistas. “Voy a reorientar Europa” François Hollande se comprometió a reorientar Europa si resulta electo en la segunda ronda del 6 de mayo próximo. “Si gano voy a reorientar Europa sobre el camino del crecimiento y del empleo”, declaró Hollande en un breve mensaje pronunciado en la pequeña localidad sureña de Tulle, desde donde siguió la jornada electoral. Hollande calificó a su triunfo como “un acto de confianza en el proyecto que presenté para redirigir a nuestro país”, hacerlo más justo y dominar al mundo de las finanzas, señaló, entre otros fines. Asimismo, consideró que se trata de un castigo a la administración que acaba y a su candidato, “que le hizo el juego a la extrema derecha”. Al leer su declaración en un estrado en el que se leía “El cambio es ahora”, se consideró “el candidato de la unión para el cambio, que debe ser lo más amplio posible, de las fuerzas de izquierda y los ecologistas”. Los resultados de la primera vuelta los completan Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional, con 18.8%, y Jean-Luc Mélenchon, del Frente de Izquierda, con 10.89 por ciento. CONSIGUE CASI 19% DE LOS VOTOSLe Pen, un histórico y determinante tercer lugarPARÍS, FRANCIA.- Además de la obviedad que resulta destacar a los dos primeros lugares de la primera vuelta en la elección presidencial, hay un factor que será determinante para el triunfo, y se llama Marine Le Pen. La candidata de la ultraderecha obtuvo casi 19% en la votación, cantidad que será determinante para el balotaje entre el favorito socialista, François Hollande, y el presidente conservador, Nicolas Sarkozy. El 18.8% logrado por Le Pen fue la sensación de la noche, superando el resultado que obtuvo su padre en el 2002 y sobrepasando al ultra izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que quedó en el cuarto lugar con 10.9 por ciento. Incluso, periódicos como el Le Figaro y el Libération, destacaron al relevancia del hecho en su portada. Dos sondeos de opinión realizados durante las votaciones por los institutos IPSOS e Ifop sugirieron que el socialista derrotará al actual mandatario con 54% de las preferencias contra 46% en la segunda ronda. Sin embargo, mucho depende aún en cómo cada uno de ellos convenzan a partidarios de Len Pen y otros. Le Pen, una activista antiinmigración que representa al Frente Nacional, quiere que los trabajos sean reservados para ciudadanos franceses en momentos en que el desempleo está en su máximo de 12 años. También está inclinada a abandonar al euro como moneda y a restablecer el mando de la política monetaria a su país. EL DATODesventaja Se trata de la primera vez en los 54 años de historia del actual sistema electoral que un presidente en funciones que busca la reelección es relegado al segundo lugar en la primera vuelta. FRASES''Podemos abordar la segunda vuelta con confianza (...) Los franceses han expresado un voto de crisis, que demuestra la inquietud ante el nuevo mundo que se dibuja ''Nicolas Sarkozy, aspirante a la reelección presidencial. ''El 6 de mayo, sin pedir nada a cambio, para vencer a Sarkozy, les pido que voten como si se tratara de hacerme ganar a mí la elección presidencial ''Jean-Luc Mélenchon, candidato de la izquierda radical ''Yo soy el candidato de todas las fuerzas que quieren cerrar una página y abrir otra... la juventud espera que yo le dé todo su lugar y así lo haré '' François Hollande, candidato socialista con ventaja. ''Hemos hecho estallar el monopolio de los dos partidos de la banca, de la finanza, de las multinaciones, del renunciamiento y del abandono ''Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional (tercer lugar). ANÁLISISAdiós a Europa por Enrique Toussaint (periodista) En una entrevista con El País, el filósofo francés André Glucksmann quien apoyó decididamente a Nicolas Sarkozy en la elección presidencial anterior, advirtió a los europeos: “no esperen nada de Francia, estamos como en los treintas”. Las campañas nos recordaron ciertos rostros de esa Francia nacionalista que habíamos olvidado. Los extremos ideológicos lograron imponerse la música y los ritmos del baile, mientras que Nicolas Sarkozy y François Hollande no pudieron más que entrar a la pista y deleitar a los franceses con rutinas incluso más arriesgadas. Los resultados electorales son claros: el cambio es un reclamo de más de 70% de los electores. Sin embargo, lo más sorprendente es el arrastre de los “ultras”, agrupaciones políticas que sugieren darle la espalda al compromiso con Europa; que llaman al proteccionismo y denuncian ferozmente a la globalización como culpable de los males económicos. El Frente Nacional, histórico partido de ultraderecha en Francia, logró el apoyo de una quinta parte de electorado, cinco puntos menos que el presidente Sarkozy. El comunista Jean-Luc Mélenchon no pudo mantener el nivel de preferencias proyectado por las encuestas y cayó a un nada despreciable 11 por ciento. El último tramo de la campaña lastimó las altas expectativas de Mélenchon, ya que Hollande se jugó sus últimas cartas con propuestas fiscales muy atractivas para el electorado de izquierda (cobrar 75% de impuestos a los franceses más acaudalados). La apretada victoria de Hollande es más moral que determinante para la segunda vuelta del 6 de mayo. Por un lado, el candidato socialista demuestra que es capaz de robar votos de la izquierda y, por el otro, confirma su impacto en el votante independiente-centrista, al dejar a François Bayrou en un dígito. La pregunta que subyace a toda segunda vuelta electoral es: ¿quién va a apoyar a quién? La dispersión del voto en la primera vuelta francesa, un fenómeno de la elección de 2002 donde el Frente Nacional alcanzó la segunda vuelta electoral, provoca que casi la mitad del electorado haya emitido su voto a favor de una opción política distinta a las que acuden al balotaje. Lo que abre distintas posibilidades de alianzas de facto y negociadas. Mélenchon, candidato de los comunistas, ya declaró que era indispensable “impedir que Sarkozy siguiera al frente del Eliseo”. El centrista Bayrou ya entró en negociaciones con Sarkozy para la segunda vuelta, a cambio sería designado como el primer ministro. ¿Y Le Pen para dónde? Una lectura simple nos diría que una parte de sus votos irían a las arcas electorales del derechista Unión por un Movimiento Popular, partido de Sarkozy. Sin embargo, el actual mandatario no ha sido capaz de convencer al electorado de derecha de sus convicciones para reducir la migración y su insumisión a las causas políticas de la canciller alemana Angela Merkel. Por el contrario, Hollande se ha presentado en sociedad como un candidato más nacionalista, crítico de los acuerdos tomado en el seno de la Unión Europea y más proclive a la defensa de la soberanía y el mercado interno galo. Ante esta realidad, la segunda vuelta no augura la concordia europea o el retorno del internacionalismo ilustrado francés, sino un recrudecimiento del discurso identitario francés y la posibilidad de que los candidatos tomen posiciones más dogmáticas en temas polémicos. Así, el centro se difumina, y tanto Hollande como Sarkozy buscarán seducir al votante radical. Adiós Europa y adiós globalización, el votante francés ya ha decidido. Temas Europa Francia Elecciones Francia Lee También Suspenden elecciones estudiantiles en el CUCSH por violencia (VIDEO) Van por 100 delegados en asamblea estatal del PAN Una elección marcada por la promesa de transformación La historia del INE: De elecciones decididas por el Estado a un organismo rector Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones