Presidentes celebran fecha independentista de Ecuador

QUITO.- Los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela, y Evo Morales, de Bolivia, se reunieron en Ecuador con su colega anfitrión, Rafael Correa, para conmemorar la gesta independentista de esta nación andina y ampliar los programas de cooperación que mantienen.

Morales, quien permaneció en Quito por pocas horas, saludó a los pueblos ecuatoriano y venezolano y a todos aquellos “que luchan por su liberación”.
Consideró que Latinoamérica vive “etapas interesantes” dentro del proceso de integración y aseguró que el “mejor instrumento” para ello en la actualidad es la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) que busca reemplazar a los tratados de libre comercio.

En el aeropuerto de Quito, previo a su retorno a Bolivia, celebró la propuesta de Chávez y Correa de establecer el “sucre” como un sistema único de compensación regional por considerar que es “un instrumento económico para la liberación pero también para la integración”.

Morales felicitó al presidente anfitrión por haber ganado “cinco batallas democráticas” en alusión a su reciente triunfo electoral para un mandato de cuatro años.
Previamente, los tres mandatarios participaron en una ceremonia en la Cima de la Libertad, en las faldas del Volcán Pichincha, donde se libró la batalla liderada por Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.

Chávez y Correa constantemente mencionan a los próceres de la gesta del 24 de mayo de 1822 en sus discursos, dicen inspirarse en ellos para impulsar las acciones de sus gobiernos.

“No podemos mencionar la palabra libertad sin mencionar la grandeza de (Simón) Bolívar, de Sucre”, dijo Correa durante un discurso en el que aseguró que bajo la inspiración de los dos héroes “se ha ido gestando la revolución ciudadana”, lema del cambio que propugna su Gobierno.

Ante el mandatario boliviano se comprometió a “sacar a nuestros pueblos indígenas de la exclusión a la que siempre han sido sometidos” para devolverles sus tierras y proteger su cultura.

Los tres gobernantes mantienen estrechos lazos entre sí y comparten una visión crítica al modelo económico imperante durante las últimas décadas e impulsado por el Gobierno de Washington y las entidades financieras multilaterales. A cambio, promueven un socialismo aunque sus detractores consideran sus acciones y discursos cargados de populismo.