Michel Martelly promete ser el presidente de la reconstrucción

PUERTO PRÍNCIPE, HAITÍ (15/MAY/2011).- Michel Martelly fue investido como presidente y habló claro: asume el desafío de dirigir la reconstrucción del país con “respuestas concretas” a los problemas y rehaciendo la nación.

En su primer discurso como el mandatario 56 del país caribeño, Martelly pidió al pueblo tener confianza en él, así como en la superación de la patria.

Pese al optimismo y la esperanza que el nuevo presidente quiere incentivar en los haitianos, el contexto en el que toma el mando se torna cada vez más complejo.

El Gobierno entrante tiene la obligación de terminar con el estancamiento de muchos de los proyectos de reconstrucción y de los compromisos de la comunidad internacional, desconfiada desde 2010 por la indefinición política de los caribeños.

Martelly no sólo enfrentará conflictos que estén al alcance de sus manos; el Parlamento es dominado por la coalición oficialista Inite (Unidad), la plataforma política liderada por el saliente presidente René Preval y que tiene mayoría en ambas cámaras.

Una de las promesas con las que el mandatario abre su era, es el mejoramiento de la educación “por medio de la escolaridad obligatoria”.

Tras rendir homenaje a los héroes de la patria con una ofrenda floral en el museo del Panteón Nacional, los actos continuaron frente al Palacio Nacional, el histórico edificio que quedó semiderruido en el terremoto de 2010 y que simboliza la destrucción causada por aquella catástrofe, en la que murieron más de 300 mil personas.

Martelly afirmó que combatirá al crimen con mano dura, para después afirmar que “para tener empleo hay que tener seguridad”. De esta manera pidió el fin de los secuestros, y advirtió a los delincuentes que “la justicia les va a castigar”.

Haití es un país pobre de poco menos de 10 millones de habitantes, la  mitad de los cuales vive con menos de dos dólares al día.

Es la primera vez en la historia de la nación del Caribe en que un presidente electo democráticamente, entrega el poder a un líder de la oposición que a su vez llegó al Gobierno mediante un proceso electoral.

PERFIL
Popular inexperto al mando

Michel Martelly

En el mundo son contados quienes pueden presumir de tener 15 discos en su haber, y una presidencia. Michel Martelly es uno de ellos.

¿Conocido? Sí. Tanto que en su perfil se sabe que está el amor a los buenos trajes, el cuidado al cuerpo y un estilo seductor. ¿Experiencia política? Ninguna. Y probablemente eso fue clave en su victoria: “Yo nunca estuve implicado en la política. Tengo las manos limpias”.

La vida de Sweet Micky (Dulce Micky) tiene más que ver con el sueño americano que con la pobreza haitiana, acentuada a raíz del terremoto del año pasado.

Sweet Micky, como se le conoce artísticamente, o “presidentmicky”, como figura en Twitter, nació en la capital haitiana el 12 de febrero de 1961. Poco más de 20 años después, tras haber iniciado estudios de ingeniería y pasado por el Ejército, se fue a Estados Unidos.

Cliché tatuado en el corazón del Continente. Pero a diferencia de otros compatriotas, Martelly regresó en 1986, aunque se volvió a ir para trabajar en la industria de la construcción. Fue en 1987 cuando se instala definitivamente en Haití para iniciar su carrera musical, ésa que lo convirtió en un baluarte del “compás”, ritmo haitiano con raíces africanas y dominicanas; de ahí a la salsa, soca caribeña y jazz fusión, ritmos que ahora lo tienen con un país en las manos.

Han pasado siete años de que el cantante fuese el popular opositor. En 2004 participó activamente en las protestas que terminaron con la salida del país del entonces presidente Jean Bertrand Aristide; luego pidió la colaboración de todos los haitianos para lograr la reconciliación nacional y el apoyo para el gobierno del primer ministro Gérard Latortue.

Hoy, la música ya no podrá ser el arma clave de Martelly. Un país en ruinas lo recibe después de un turbio proceso electoral, y el “compás” no servirá como consejero.      

El país, hoy
Haití

Capital: Puerto Príncipe.

Población: Nueve millones 719 mil 932 habitantes.

Idioma oficial: Francés.

Ingreso per cápita: Mil 200 dólares al año.

Forma de Gobierno: República.

Elecciones: Cada cinco años.

Religión: Católica (80%), protestante (16%), otras (4%).

Pobreza: Ochenta por ciento de la población es de bajos recursos.

Economía: Las remesas representan casi 20% del Producto Interno Bruto (PIB). Dos tercios de los haitianos sobreviven mediante el sector agrícola, que principalmente produce café, mango, arroz, caña de azúcar y maíz.

Tasa de desempleo: 40.6 por ciento.