Internacional | Iraq después de la guerra Influencia de EU pasa inadvertida Contrario a lo que podía pensarse, la invasión no dejó la expansión de negocios de comida rápida ni otras “joyas” norteamericanas Por: EL INFORMADOR 17 de diciembre de 2011 - 04:59 hs Hussein al Assadi, autoridad iraquí, y el coronel estadounidense Richard Kaiser, realizan el cambio de “manos” de una base militar. AFP / BAGDAD, IRAQ (17/DIC/2011).- El último prisionero. Estados Unidos entregó a Alí Musa Daqduq a las autoridades iraquíes, como parte de la despedida bélica.Daqduq, de origen libanés, es acusado de orquestar un ataque de militantes chiíes en enero de 2007, que causó la muerte a cinco soldados estadounidenses. Se va Estados Unidos, pero, ¿qué deja? Las gafas de espejo, el pañuelo al cuello y el chicle en la boca. La pose de los soldados iraquíes recuerda a sus instructores estadounidenses. Pero en los ubicuos controles que salpican Bagdad ya casi nadie habla inglés. Sus uniformes y sus rutinas de seguridad son la influencia más visible tras casi nueve años de ocupación. No hay McDonald’s, ni Starbucks, ni los centros comerciales que desde hace tiempo cuentan con franquicias en la mayoría de los países vecinos. La mayoría de los iraquíes no tienen en mente cuál es la huella estadounidense. La inseguridad y la destrucción del paisaje urbano son lo primero que les viene a la mente. Ninguno menciona de entrada la democracia, la libertad o el consumismo que se desató con la apertura de las fronteras. Sin embargo, la sociedad se ha transformado en muchos aspectos. Husam tenía 20 años cuando llegaron los americanos en 2003. Había crecido durante los años de la guerra contra Irán primero y las sanciones económicas después. El relato de los viajes que sus padres habían realizado al extranjero antes de que él naciera, le parecía una entelequia. Iraq estaba cerrado con dos candados, el de la dictadura que dificultaba salir del país y el de un mundo exterior que tampoco facilitaba visados. La televisión nacional, tres cadenas que competían en aburrimiento con sus reiteradas imágenes de Sadam Husein, tampoco aportaban mucha distracción. El acceso a Internet, que se había autorizado apenas dos años antes, estaba absolutamente controlado y sólo era posible con unas tarjetas de prepago que resultaban muy caras. “Ese fue el mayor cambio”, admite Husam. Él y sus amigos abrazaron las nuevas tecnologías con el fervor del converso. Se pasaban las noches zapeando los cientos de canales que como por arte de magia trajeron las parabólicas, o conectados a la web en los primeros garitos que ofrecieron conexiones baratas. También descubrieron con fascinación los teléfonos móviles, hasta entonces prohibidos. ¿Lo peor? “La comida”, responde sin dudarlo, convencido de que “donde esté una chawerma (cordero o pollo asado a fuego lento), que se quiten las hamburguesas”. Tal vez esa sea la razón por la que no han proliferado los restaurantes de comida rápida tan populares en Estados Unidos. Uso de armas, mera excusa Para el académico del Colegio de México, Lorenzo Meyer, los pretextos que usó George W. Bush, como el uso de armas de destrucción masiva, fueron una falsedad encaminada a asentarse en Medio Oriente, donde hay grandes fuentes petroleras y una gran inestabilidad política. En entrevista con este medio, afirma que el gasto que hizo el gobierno de Bush fue absurdo, ya que empezó la batalla sin dar un aumento a los impuestos, lo que tuvo como efecto una gran deuda fiscal que es parte del gran problema que ahora enfrenta política y económicamente a sectores norteamericanos. Entregan hasta las llavesLos últimos hechos Las autoridades iraquíes asumieron el control de la última base militar que estaba en poder del Ejército de Estados Unidos en Iraq. La base en cuestión es la del Imán Ali, como la conocen los iraquíes, o Camp Daer, como la llaman los estadounidenses, situada en Al Nasiriya, 350 kilómetros al sur de Bagdad, según la televisión oficial Al Iraqiya. En la editorial de The New York Times, titulada La política sobre los principios, el diario con mayor influencia en Estados Unidos critica al ex presidente Bush por utilizar de pretexto la lucha contra el terrorismo para afirmar que tenía el poder inherente de “detener a quien fuera, por el tiempo que quisiera, sin un juicio, y para autorizar la tortura de prisioneros”. Temas Asia Medio Oriente Guerra en Iraq Iraq Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones