Familias en asentamientos siguen en plantón

BUENOS AIRES, ARGENTINA (13/DIC/2010).- Tras la ola de violencia en los últimos días en los que murieron tres inmigrantes, cuando la Policía intentó desalojar el parque Indoamericano, en el barrio de Villa Soldati, la calma retornó a este predio, de unas cien hectáreas, luego de que el Gobierno argentino se decidiera a enviar el sábado pasado a miembros de la Gendarmería (Policía de la frontera) y de la Prefectura (guardacostas).

Gran parte del parque, que está rodeado de asentamientos precarios y urbanizaciones de vecinos de ingresos medios a bajos, ha sido dividido en parcelas con palos y sogas por las casi mil familias que se asentaron en el lugar y que prometen no dejarlo hasta que el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires les dé viviendas.

El Gobierno de Cristina Fernández ofreció tierras, pero el alcalde de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, no se comprometió a financiar la construcción de viviendas.

En tanto, la jueza que interviene en el caso, Elena Liberatori, recorrió el parque y se mostró conmovida por la situación de “vulnerabilidad social extrema” que viven los ocupantes. “No es una ocupación de territorio. Es algo más trascendente: es pedir una vivienda digna”, dijo la magistrada a la prensa.

Macri relacionó la ocupación del parque con la supuesta “inmigración descontrolada” en Argentina de la mano del delito y el narcotráfico, lo que provocó quejas de parte de Bolivia y Paraguay y acusaciones de parte del Gobierno de Cristina Fernández hacia el alcalde por su supuesta xenofobia.