La decisión significa que Musharraf deberá permanecer confinado en su domicilio, a las afueras de Islamabad, capital paquistaní, hasta que se presente ante la corte -el próximo día 25 de este mes- para que se lean los cargos en su contra e inicie el juicio. El ex presidente fue arrestado la noche del jueves, sólo horas después de que la Corte Suprema de Pakistán le había concedido libertad bajo fianza por falta de evidencias que probaran su implicación en el asesinato del líder separatista Nawab Akbar Bugti, en 2006. El general de 70 años será juzgado por presuntamente haber ordenado una incursión militar en la Mezquita Roja de Islamabad, pro Talibán, que dejó decenas de muertos -entre ellos el influyente clérigo Maulana Abdul Rashid Ghazi, quien dirigía el santuario- en 2007. Musharraf, presidente del país entre 2001 y 2008, ha estado bajo arresto domiciliario desde abril pasado por una serie de casos ocurridos durante su administración, incluido el asesinato de la ex primera ministra Benazir Bhutto, por el que aún deberá ir a juicio.
