Internacional | Bashar al-Assad estaría dispuesto a negociar su dimisión Enfrentará transición en Siria divisiones entre la oposición Distintos informes e investigaciones cifran en alrededor de 25 los grupos que desde dentro y fuera de Siria aspiran a colocar a sus representantes en un gobierno de transición Por: NTX 23 de agosto de 2012 - 08:24 hs La guerra de más de 17 meses se ha cobrado la vida de más de 23 mil personas. ARCHIVO / JERUSALÉN, ISRAEL (23/AGO/2012).- El anuncio del viceprimer ministro sirio, Qadri Jamil, de que Bashar al-Assad estaría dispuesto a negociar su dimisión, abre esperanzas para poner fin al conflicto, aunque antes la oposición deberá resolver a qué candidato propondrá. El traspaso de poderes, después de una guerra de más de 17 meses que se ha cobrado la vida de más de 23 mil personas, no es sólo una cuestión de ofrecimientos en el actual gobierno llegado el caso, sino también una puja entre las distintas facciones que forman la oposición. Distintos informes e investigaciones cifran en alrededor de 25 los grupos que desde dentro y fuera de Siria aspiran a colocar a sus representantes en un gobierno de transición que pongan fin a la dictadura de la familia al-Assad desde hace casi cuatro décadas. Abdel Baset Sayda, de origen kurdo y de 55 años, es el presidente de la principal coalición de la oposición, el Consejo Nacional Sirio (CNS), y tras escuchar las declaraciones de Jamil anunció que estudian ya la gestación de un "gobierno de transición". En una reunión en París con el presidente francés, Francois Hollande, Sayda reconoció que "este es un proceso que exige numerosas consultas" y que requiere dar pasos firmes con lentitud por la complejidad del caso. "No hay que ir demasiado rápido, pero el Consejo Nacional Sirio intentará (tener una alternativa de gobierno) lo antes posible", afirmó. Las primeras dificultades se originan en la multitud de grupos que forman la oposición y que no todos responden a los mismos intereses y objetivos políticos más allá del de derrocar a Bashar al-Assad. También está el problema que Sayda, que reside en Suecia desde hace unos 25 años, representa a los "exiliados", grupo que encontrará numerosos problemas con los disidentes del "interior", los que de facto están provocando la caída del régimen y están luchando en las calles. Las primeras disensiones emergieron tras el dramático anuncio de Jamil acerca de que el régimen "está dispuesto a discutir la renuncia de al-Assad" con las fuerzas opositoras siempre y cuando no se ponga esa demanda "como condición previa". Frente al optimismo que despertó en los grupos disidentes en el exilio, algunos de los que están luchando en las calles mostraron sus reservas y reiteraron que su intención es la caída incondicional de al-Assad porque "sólo así podrá comenzar una verdadera transición". Sayda, investigador de civilizaciones antiguas y conocedor del recelo que siempre generan los políticos exiliados, resaltó que para el CNS lo esencial es formar un gobierno ejecutivo desde "el interior". Sin embargo, no expuso cómo integrar a los distintos grupos y representantes de una sociedad que, si bien, es bastante homogénea étnicamente, se enfrenta a las divisiones dejadas por décadas de dictadura por una de las minorías. La población de Siria, de casi 20 millones de habitantes, es 90 por ciento de origen árabe y confesión musulmana, y aunque en su mayoría son de la corriente sunita del Islam, hay otros grupos minoritarios como los chiítas y alauitas. Al-Assad pertenece a la corriente alauí, próxima o afín al islam chiíta. En el entramado para sustituirle se cree que el próximo jefe de gobierno deberá ser cuanto menos sunita como para representar a la mayoría, pero no es una condición imprescindible. Conforme los combates avanzan en Damasco y en las principales ciudades sirias y hacen resquebrajar al régimen cada vez más, las disputas por la jefatura del próximo gobierno de transición sólo se acrecentarán y se irán sumando candidatos de grupos menores. También lo harán de entre los disidentes militares y civiles que una vez formaron parte del gobierno sirio y en los últimos meses se fugaron al exilio huyendo de al-Assad. El ex coronel Riad Al Assad, ahora del Ejército Libre de Siria, o el primer ministro desertor Riad Hiyab, podrían contarse entre los candidatos de una transición que tienda puentes entre los exiliados y los grupos armados en el interior, según algunos analistas. Pero en el proceso no sólo influirán fuerzas políticas sirias que desean ver a al-Assad fuera del gobierno, sino gobiernos extranjeros y organizaciones islámicas que tratarán de colocar a sus candidatos en puestos de influencia. También existen grupos guerrilleros islámicos, muyahadines, algunos de los cuales se consideran próximos a Al Qaeda y los principios de la Guerra Santa. En ese entramado de grupos políticos y combatientes, de gobiernos extranjeros e ideales islámicos, deberá gestarse una transición que quizás no estará exenta de menos violencia que ahora. Temas Medio Oriente ONU Siria Lee También Abu Dabi busca demostrar que es posible construir comunidades residenciales ecológicas Netanyahu advierte que el acuerdo en Gaza es un “alto al fuego temporal” Cambio climático agravará las sequías; esto advierte estudio Animales mexicanos en peligro de extinción Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones