Desde luego que siento complicado hablar de este delicado tema, pues de inmediato me pregunto si el machismo no es más que una respuesta orgullosa y valentona, ante el Gobierno y mandato femenino.El mexicano considera como muy grave que insulten a su madre, que la humillen y la devalúen. Lo que no sucede con la figura paterna. En muchos casos la madre es intocable, es la “reina del hogar”.Ya hemos visto que en nuestra historia la mujer es una en la vida precolombina y otra bajo el mandato del conquistador, y hoy aún no hemos finiquitado el delineado de la identidad femenina.De lo que si estamos seguros, es de que la mujer, una vez que se casa, toma el mando del hogar y se adueña de la cocina. La hace su sacrosanto territorio y privilegiado altar. Especialmente con la maternidad, se entrega con especial ternura y sensible afecto a las tareas de la crianza. Está dispuesta a muchos sacrificios y enfadosas tareas con tal de sacar adelante sus responsabilidades dentro y fuera del hogar. Acaba siendo una mujer abnegada, por voluntad propia, porque en este sentido no obedece instrucción alguna de ningún varón.Por eso algunos estudiosos del comportamiento del mexicano, señalan que el machismo, no es más que una reacción violenta y prepotente ante al miedo que se le tiene a la mujer o es una respuesta vengativa ante el daño que siente que le han propinado algunas mujeres en su vida. Pero, en general, muchos hombres son “mandilones” o sumisos a la madre y en ocasionen lo trasladan a su esposa con singular facilidad. Por eso se le suele decir a la esposa “mamita” expresión que también suelen utilizar algunos hombres coquetos para decirle que está “muy buena”.Muchas mujeres son muy inteligentes para gobernar su hogar con sutileza y sensibilidad, incluso alcanzan a convencer a cualquiera de que el hombre es el que manda, cuando en realidad, calladitas y sin prepotencia, ellas son las que dominan el escenario de la vida familiar.Es sin duda la madre, la fuente de cariño y amor más importante que tiene el pueblo mexicano, aunque no muy distante al que se tiene por igual en otras culturas. Por ello dice Jorge Ibargüengoitia, el 10 de mayo es el día más grande del año ¡tan bonito que es festejar uno a su madre!Somos marianos y guadalupanos, es nuestra religión danzarle a la Tonantzin, le pedimos más a ella que al mismísimo creador ¿Por algo será?De que la mujer manda, no hay discusión, lo importante es entender por qué la respuesta violenta, discriminatoria y hasta devaluatoria de muchos barbajanes que acaban por maltratarlas sin misericordia alguna.De que hay machismo, tampoco hay duda, pero cabe la pregunta de si lo es como respuesta al miedo que se tiene al dominio femenino o realmente es una actitud que nace del deseo ferviente de someter y hacerla callar, porque los hombres mandamos y punto.