Una realidad incontestable: el mejor de los mundos es aquel donde reine la tolerancia y como consecuencia, LA INCLUSIÓN. En la búsqueda de este ideal y sensible a las causas sociales, la Universidad de Guadalajara, a través de la cátedra UNESCO “de la igualdad y no discriminación” ha planeado llevar a cabo talleres para personas, tanto del sector publico como de la sociedad en general, que aborden todos los temas que deben involucrarse para aspirar a tener una cultura inclusiva y en consecuencia evitar la discriminación. Mucho hay que reconocer esta loable e indispensable iniciativa puesto que se trata de una lección humanitaria que acrecenta la dignidad de la Universidad de Guadalajara, en otras palabras, estamos ante un importante proyecto de mucha aportación social. La inclusión, que por supuesto implica la no discriminación, es un tema que debe abordarse a partir de discusiones criticas y racionales para que aterrice en acciones concretas con profundo contenido solidario, que mejor que estas condiciones sean generadas desde el seno de “las aulas” de la UDG.Establecer políticas públicas y sociales que prevengan la discriminación es, en cierta forma, distanciarse de la violencia, y una de las plataformas de despegue para este distanciamiento es la poderosa fuerza educativa de la Universidad de Guadalajara. Insita a nuestra naturaleza aparece, entre otras deformaciones, la inclinación a la discriminación, desde niños se practica, bien que bien, eliminar esta inclinación no es imposible, sólo se requiere de una tarea sencilla si logramos convencernos que el bien colectivo debe ser prioritario sobre el bien individual; los talleres que planea llevar a cabo la Cátedra UNESCO se encargara de este convencimiento y así fomentar el culto a la inclusión, fomento que por supuesto se convierte en una creación cultural.El reto es formidable, no olvidemos que a diario se cometen actos discriminatorios que algunos de ellos terminan convergiendo en el horror. La práctica de la inclusión es aquella que se ejerce por convicción y no la muy frecuente caracterizada por las falsas apariencias o aquella que dice: esto si, aquello no. La idea de involucrar a políticos y funcionarios públicos es maravillosa ya que son personas —hay de todo— con marcada tendencia a la indiferencia o a la tolerancia hipócrita; con esta inclusión la UDG demuestra que entiende los tiempos que corren. Éxito a esta encomiable iniciativa, seguros estamos que los asistentes a estos talleres habrán de ser personas convencidas y comprometidas con la inclusión; recalcamos: convencidas y comprometidas, ya que ser autentico no es tarea sencilla. Amén de los amenes.