A Renée y Renata, filólogas de tipazo- Supiste lo que hizo Pedro. ¡Qué tipazo, wey! - Viste lo que puso Toño en el face, ¡peladísimo!, que tipazo. - Luisa lavó todos los platos de la fiesta, tipaza.Tipo significa modelo, carácter, pero también grabado. Es una palabra griega (typos) que vienes de typtein, que quiere decir golpear. Los tipos son pues, en su origen, los caracteres que se grababan a cincel en piedra. Por eso hoy día seguimos llamando a las diferentes caligrafías tipos de letra o tipografía. Incluso en inglés, el verbo para escribir a máquina es to type.Con el tiempo, tipo comenzó a usarse para definir también los rasgos propios, esos que están grabados a cincel, de una especie, género o persona, y despectivamente para marcar lo ordinario de una personalidad o de un grupo. Un tipo es siempre alguien que no merece definición propia, que es parte del género humano pero que no tiene ninguna característica que merezca ser destacada, salvo que el susodicho sea un “tipejo”, es decir, el desecho de eso que ni siquiera merece ser nombrado o tener nombre propio.En los últimos años se ha puesto de moda usar la palabra tipazo para exaltar las cualidades de una persona. Cada vez más escuchamos que fulano o zutano son tipazos y no falta quien hasta reciba con agrado la caracterización. La palabra tipazo suele venir acompañada de la palabra wey, otro neologismo, que originalmente hablaba de la estupidez del interlocutor (se terminaba la frase con un sonoro buey, tras una breve pausa, para dejar claro que el de enfrente era un idiota) pero que ahora habla de la estupidez y falta de vocabulario de quien la dice.En la mayoría de los casos la palabra tipazo es una forma de reconocimiento a las acciones o rasgos de carácter de una persona a la que, de entrada, se visualiza como inferior. Un superior o alguien de la misma ralea jamás será un tipazo, ese es, en lenguaje wey, “gente como uno”. El tipazo es alguien que, siendo inferior, ha logrado desarrollar algunas ideas o hacer algunas cosas dignas de ser reconocidas desde el olimpo acartonado de quien las califica. Una persona que hace cosas que el wey jamás haría, como recoger la basura, ayudar a un migrante, dedicar su tiempo a una actividad de beneficio colectivo, trabajar arduamente en un proyecto social, o decir lo que nadie se atreve a decir, se convierte en un tipazo, pues sin abandonar nunca su condición de ordinariez, es capaz de sorprender al magnánimo o magnánima que lo expresa con condescendencia.La próxima vez que le digan tipazo o tipaza sepa, pues, que no es un halago. Lo que le están diciendo es “que bueno que haya gente como usted para no tener que hacer las cosas que hace usted”. Wey.