Es conocida la anécdota de que en la transición, el presidente electo y algunos de sus colaboradores asistieron a una reunión del gabinete de seguridad de Felipe Calderón. No muchos minutos después de iniciada la reunión, Enrique Peña Nieto solicitó permiso, cortesía obliga, para retirarse.Con lo poco que atestiguaron en esa sesión, quienes estaban a punto de asumir el mando creían haber descubierto la solución a los problemas del combate al crimen organizado.La nueva estrategia, nos dijo el nuevo gobierno, radicaría en una eficiente coordinación en el gabinete de seguridad, y de éste con otras instancias, como son los gobiernos estatales y municipales. El apostolado que implicaba esa coordinación fue depositado en Miguel Ángel Osorio Chong.Apenas se acomodó en Bucareli en diciembre de 2012, Osorio Chong propuso dividir al país en cinco regiones. Se anunció que el secretario viajaría mensualmente a cada una de esas regiones, acompañado del Comisionado Nacional de Seguridad, para instrumentar la coordinación entre la Federación y los gobernadores. Se convirtió en un itinerante coordinador en jefe.Así lo haría Osorio hasta que ya no se supo más de esas extenuantes giras, que incluían un mecanismo a nivel estatal donde, supuestamente, se daría seguimiento semanal de los compromisos asumidos con el coordinador.Todo eso es historia. Historia que podría incluirse en el abultado almanaque de las iniciativas (¿o habría qué decir ocurrencias?) que no funcionaron en México.Osorio Chong hoy es el excoordinador de la seguridad. Porque la RAE es muy clara al definir el término coordinación. Dice: “Unir dos o más cosas de manera que formen una unidad o conjunto armonioso”.De una manera muy singular, el miércoles el secretario de Gobernación reconoció su fracaso. Ese día aceptó que no pudo coordinar, que no pudo formar una unidad, un conjunto armonioso, con dos administraciones del estado de Guerrero.Porque lo que declaró antier Osorio Chong es un bumerán. Eso de tratar de culpar a Ángel Aguirre y a Rogelio Ortega del fracaso de la seguridad en Guerrero es en realidad un homenaje, una suerte de reivindicación de Felipe Calderón (que siempre se quejó de la inacción de los gobernadores).Y es el reconocimiento de que la supuesta estrategia de coordinación, supuestamente (la repetición del término es deliberada) implementada por Osorio Chong, fue lo que ustedes quieran menos una estrategia efectiva.Osorio Chong declaró el miércoles que advirtió a Ángel Aguirre y a Rogelio Ortega, “se lo dijimos a sus secretarios de Seguridad, que tenían que formar sus propias instituciones, hoy son las consecuencias las que se están sufriendo en Guerrero, y lo que más lamento es que tenemos que tomar acciones”.¿Tomar acciones? Entonces, ¿qué se supone que hacían los representantes del gobierno federal –de PGR, de SEDENA, de Marina, de CNS— cada vez que se reunían con los representantes estatales en eso llamado Grupo de Coordinación Guerrero, instalado por Osorio Chong?Coordinar, dice también la RAE, es dirigir y concertar varios elementos. Lo que Osorio dijo el miércoles fue que a pesar de todo su poder, como secretario de Gobernación en tres años no ha podido dirigir el uso efectivo de los millones de pesos que la Federación envía a Guerrero para formar nuevas policías.Lo peor es que el reproche de Osorio no es nuevo. En diciembre pasado le dijo lo mismito a Denise Maerker (aquí la entrevista).No pudo coordinarse con Aguirre. Tampoco con el interino Rogelio Ortega… Y ahora Osorio promete acciones, sí, él, que es el único que ha permanecido constante en el tema Guerrero en estos 35 meses.