El 1 de enero de 1994, despues de 5 años de negociaciones, se cumplió con el procedimiento de ratificación por parte del poder legislativo de los paises miembros (México, Canadá y Estados unidos) y entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio de America del Norte (NAFTA por sus siglas en inglés). Con él tambien, tanto iniciaron las historias de terror como las de éxito, para cientos de micro, pequeñas y medianas empresas.Creo que vale la pena analizar la experiencia que vivimos con el Tratado de Libre Comercio, especialmente ahora que nuestro pais suscribió el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Cooperación Económica (TPP por sus siglas en inglés), el cual al igual que el acuerdo que suscribimos en 1994, es una iniciativa para impulsar la liberación del comercio y la inversión, pero en la región Asia Pacifico.Es un hecho que este nuevo acuerdo, equiparable al NAFTA, nos toma mejor parados pero seria un grave error el no tormar consciencia, tanto de las oportunidades que representa para nuestras empresas como de las amenazas que tambien traera consigo.Para dimensionar la importancia del TPP basta con mencionar que està conformado por los países de Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y Estados Unidos; los paises miembros aportan el 40% del Producto Interno Bruto mundial; representa un mercado de alrededor 800 millones de personas. En resumen, se estima que represente tan solo el 25 por ciento del comercio mundial generando ventas netas de 295 billones de dólares al año.Según un estudio de HSBC las oportunidades que representa el TPP para México son las siguientes: tener acceso a 11 de las economías más importantes del mundo, tener diversificación de mercados en cuanto a insumos, aumentar el atractivo de México como un destino de Inversión Extranjera, tener la posibilidad de colocar productos mexicanos por un valor de alrededor de 150 mil millones de dólares en varios sectores clave de exportación, así como la posibilidad de exportar productos terminados a otros mercados aprovechando la ventaja de que un 90 por ciento de las importaciones de Asia Pacifico son productos intermedios o de capital .Estimados empresarios y emprendedores así como hemos revisado algunas de las más evidentes oportunidades que este acuerdo trae consigo, es de vital importancia el que también tengamos presente las amenazas que este representa, por ejemplo el hecho de que tendremos que recortar nuestros aranceles frente a los paises integrantes, a excepción de Vietnam, por lo cual nuestras empresas deben, entre otras acciones, revalorar que insumos adquirir y que artículos sera factible continuar exportando de manera competitiva.Otro gran tema que deberemos analizar son las implicaciones con el NAFTA, pues una pequeña evidencia de los efectos de las mismas, es el hecho de que nuestro pais les otorgara a los países miembros del TPP los mismos beneficios comerciales para ingresar a nuestro mercado, de los que gozan Estados Unidos y Canadá.Pero, a pesar de las referidas amenzas, los beneficios para nuestras empresas, si nos ponemos “las pilas”, son muchos y valen totalmente la pena, por mencionar algunos, el TPP se convertirá en un motor de crecimiento, tan sólo recordemos que el gran motor que nos sacó de la crisis de 1995 fue el NAFTA, el incrementar y, sobre todo, diversificar nuestras exportaciones al gozar de nulos aranceles en 10 de las principales economias del mundo, con las cuales no contabamos con dichos beneficios. Además de lo anterior, nos veremos ampliamente beneficiados por la simplificación del acceso a mercados que conforman este bloque comercial, al poder obtener insumos de cualquiera de los 12 países miembros sin efectos arancelarios, lo cual podriamos capitalizar para incrementar la competitividad de nuestros productos.Por último, estimados empresarios y emprendedores, tomemos plena consciencia de lo que viene para nuestras empresas con el TPP, desde el 2012 hemos venido platicando de esto, si aún no has hecho nada al respecto, todavia estas a tiempo de acelerar para convertirte en una historia de éxito en lugar de una de terror, como las que comenzaron en 1994 con el NAFTA.
