Un policía de Tepatitlán, un agente antisecuestros de la Fiscalía y un ex policía investigador. Los tres fueron detenidos la madrugada del domingo mientras cumplían con su deber (ante el crimen organizado): trasladar seis cadáveres en Tlaquepaque para enviar un mensaje al cártel enemigo.Los lideraba un veracruzano líder del Cártel Nueva Generación (ese mismo grupo criminal que ya le disputa la venta de droga en Miami a “El Mayo” Zambada): “Big Mama”. De película de gángsters, pero real.En el operativo fueron detenidos 10 en total y tres eran o habían sido policías. Una metáfora de terror: el 30 por ciento del crimen organizado compuesto por policías o ex policías.Qué “Cerdos y Diamantes” ni qué inocentadas.***El fiscal Eduardo Almaguer no confirmó en domingo pero se sinceró en lunes: uno de los detenidos en el multihomicidio era agente antisecuestros de la dependencia. Hacía nueve meses que estaba adscrito a “tareas administrativas” en la Fiscalía (afuera ya sabemos que era muy “operativo”).El elemento enfrentaba (es un decir) un proceso de baja (o zona de confort, diríamos) largo, complicado, sinuoso, justificó el fiscal: no es fácil correr a un criminal sin que te demande. ¿En dónde hacía tareas administrativas? En el área de “Protocolo Alba”: administrativamente protegía a las mujeres. El don de la ubicuidad (criminal y policía) gracias al don de la reubicación.***El muchacho choncho de la película gachaAgustín Carstens, gobernador del Banco de México, acostumbrado a hacer de economía poesía y a redondear ideas con metáforas (bien redonditas), nos regaló, en su visita a Guadalajara, un nuevo símil del fenómeno Donald Trump y lo que enfrentaremos:“Vimos los cortos de una película, vemos diferentes escenas, pero no sabemos si es una película de terror o no, o si va a haber un buen final o no. Entonces ahorita lo que hemos visto son los cortos y a partir del 20 de enero va a correr la película”.Para alargar la metáfora: Carstens acudirá al estreno pero abandonará la sala a los 10 minutos de empezado el filme.