El ambiente social mexicano genera presión y aleja la acción propositiva del diálogo para el convencimiento de las partes y comprensión de sus posturas amparadas en la disposición de dar curso a la democracia: Gobierno del Pueblo y para el pueblo; con burocracia representativa, generadora de confianza y respeto por su atención a las demandas de la población; sin remilgos ni complacencias; menos aún complicidad.Nuestras aspiraciones deben ser tan congruentes como nuestro esfuerzo y capacidad para asimilar deberes y ganar derechos sin conspiraciones, subproductos de la deslealtad y traición por la ausencia de valores. Política orientada por la democracia con sentido educativo de razón y aprecio a la convivencia pacífica enmarcando la tranquilidad que da la coparticipación para alcanzar auténtica evolución. Vista ésta tan cercana como la determinación en la lucha por lograr lo deseable sano y productivo. Hacia este marco de valores se contempla la verdadera e indispensable evolución conducente hacia una vida tan feliz como próspera y acorde al proceso de transformación, alimentada por políticas visionarias y previsoras de la imprescindible evolución a que inducen la ciencia instrumenta por la tecnología del mundo habitado por siete mil millones de seres humanos.Los pronunciamientos de ingobernabilidad en regiones y ciudades son cercanos por la dinámica comunicacional, prendiendo alertas de imperativo reclamo de capacidad y honestidad en el ejercicio de gobierno al servicio de la población.En ese marco circunstancial transcurren México, Jalisco y Guadalajara: con visión de propósitos y proyectos exigentes de equidad y seguridad, sin soslayar amenazas de estabilidad y gobernabilidad en el ambiente de las desigualdades en la población y debilitamiento de partidos políticos. Libertad, legalidad y lealtad integran el marco ideal de propósitos y proyectos promotores de equidad y seguridad que supere desigualdades económicas, educativas y culturales con el justo e imperativo reclamo de capacidad y honestidad de gobernantes al servicio de la población; ésta sin temor y dolor con la esperanza de verdadera mejoría.El diálogo conducente a la comprensión deberá superar dicotomías como las expuestas en el ambulantaje, prevista su existencia y asistencia con criterio de empleo digno al esfuerzo de sus militantes, pero sin lesionar los intereses de la población: real dilema al confrontar intereses legítimos de las partes, que sólo la visión procuradora de propuestas viables puede dar solución definitiva y previsora de legalidad con legitimidad.Cual fiel de la balanza se aproxima diciembre con recíproca necesidad de oferta y demanda, por múltiples causas soportadas en los usos y costumbres de comerciantes y compradores, muchos de éstos aún afectos a la tradición de ver en el ambulantaje forma y fondo de satisfacción a pesar de no ser exenta de potencial ilegalidad.Dios nos guarde de la discordia.sicpm@informador.com.mx