Samuel Ramos no se queda conforme con su análisis del “pelado” a la mexicana, sino que continúa con un esquema de su estructura y funcionamiento mental que lo divide en ocho interesantes puntos, que con gusto comentaremos.1.- “El “pelado” tiene dos personalidades: una real, otra ficticia.”El manejo que hace el mexicano socialmente no suele ser su manera auténtica de ser, esa la tiende a ocultar y la reserva para sí mismo y los muy cercanos. Dentro de lo ficticio, está el idealizarse y presentar una manera deseable de ser aunque raye en lo divertido, lo impactante y sobre todo que muestre una cierta superioridad y aires de éxito que en el fondo no tiene.2.- “La personalidad real queda oculta por esta última, que es la que aparece ante el sujeto mismo y ante los demás.”Incluso ante sí mismo, la forma de ser real queda escondida, la identidad no se conoce como es, pues predomina lo que quiero que se piense y sepa de mí. El mundo íntimo se viste de una forma de ser llena de apariencias, máscaras y maquillajes.3.- “La personalidad ficticia es diametralmente opuesta a la real, porque el objeto de la primera es elevar el tono psíquico deprimido por la segunda.”Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Es una manera de conocer realmente a un mexicano, quitarle la máscara es descifrar correctamente lo que está en su apariencia es lo opuesto de lo que realmente se considera. En el fondo nos sentimos menos y acomplejados.4.- “Como el sujeto carece de todo valor humano y es impotente para adquirirlo de hecho, se sirve de un ardid para ocultar sus sentimientos de menor valía.”Aunque es exagerada su aseveración, sí queda claro que con tal de conseguir que se le valore y aprecie, el mexicano es capaz de cualquier estrategia para conseguir que su apariencia resuelva su complejo de inferioridad. Por lo que para conocer la realidad, hay que desmontar ese ardid que llevamos.5.- “La falta de apoyo real que tiene la personalidad ficticia crea un sentimiento de desconfianza de sí mismo.”Es cierto que en realidad hay una inseguridad de base, por lo que las apariencias sólo logran crear un temor constante a ser descubierto en las debilidades y complejos que se ocultan. Además se acaba por sentir inseguro al no saber quién realmente eres, el ficticio o el real.6.- “La desconfianza de sí mismo produce una anormalidad de funcionamiento psíquico, sobre todo en la percepción de la realidad.”Si yo no me siento seguro de mí mismo, tiendo a fingir y acomodar la realidad a mi modo. Acabo viendo lo que no es y pierdo la objetividad.7.- “Esta percepción anormal consiste en una desconfianza injustificada de los demás, así como una hiperestesia de la susceptibilidad al contacto con los otros hombres.”Se vive con el temor a ser descubierto, a no confiar en casi nadie. Pues en la intimidad va a salir quien realmente soy.8.- “Como nuestro tipo vive en falso, su posición es siempre inestable y lo obliga a vigilar constantemente su ‘y’, desatendiendo la realidad.”Una excelente conclusión, acabamos por ser ensimismados y egoístas. Con tal de protegerme no me importan los demás.