Para marcar el sesquicentenario del nacimiento de Beatrix Potter, la casa de moneda de Gran Bretaña, la Royal Mint, acuñó una moneda muy especial: es la primera dedicada a un célebre personaje de cuentos infantiles, Peter Rabbit (Perico el Conejo en su versión española). A la moneda de colección, de oro y de plata, heptagonal y con la imagen grabada a color, seguirán en los próximos meses otras tres también con personajes de los cuentos de Potter. Después circulará una edición de las cuatro, aunque sin color, como moneda de curso corriente de cincuenta peniques.* Los grabados fueron hechos por Emma Noble, quien ha producido otras piezas conmemorativas para el Jubileo de Diamante de la reina de Inglaterra y otras efemérides. No es raro que se publiquen sellos postales para honrar a algún autor o personaje de libros infantiles; alguna vez el Correo mexicano produjo una muy bonita serie de homenaje a Cri Cri, y la filatelia internacional sin duda incluye estampillas de Alicia en el país de las Maravillas o el Principito. Pero es mucho más excepcional que se fabriquen monedas de ese género. Beatrix Potter nació en Londres el 28 de julio de 1866 y murió en Lancashire el 22 de diciembre de1943. Su primer libro, The Tale of Peter Rabbit,** escrito e ilustrado por ella y publicado en 1902 por el editor Frederick Warne, tuvo un éxito inmediato y desde entonces nunca ha dejado de estar presente en las bibliotecas infantiles. El protagonista apareció luego en otros cinco cuentos, y la autora publicaría a lo largo de su vida un total de más de treinta libros, cuyos personajes son distintos animales: patos, gatos, ratones, zorros y hasta ranas. Lo que hace que estas obritas de literatura infantil sean particularmente notables es la calidad extraordinaria de sus ilustraciones. La autora no sólo fue artista, sino también científica: en 1897 presentó ante los expertos botánicos de la Linnean Society su trabajo sobre la germinación de las esporas de los Agaricaceae (una familia de hongos). Desde muy joven había estudiado la historia natural y adquirido una sorprendente destreza en la representación de plantas y animales, en particular los hongos, que observó y pintó de manera exquisita. Beatrix Potter, heredera de la gran tradición de ilustradores científicos de los siglos XVIII y XIX, merece figurar entre los mejores naturalistas de su época. Pero lo que le dio fama (y pingües medios para convertirse en agricultora, ganadera y protectora del campo) fue la serie de veinticuatro libros para niños que la editorial Warne publicó en una colección de formato pequeño. Potter y su editor también fueron muy atinados en aprovechar las ilustraciones para vender muñecos, calendarios, ropa infantil y cientos de artículos más que desde entonces han sido muy populares. Perico el Conejo dio celebridad a esa inglesa excéntrica y campirana -cual debe ser- cuya admiración de la naturaleza, y su conocimiento profundo, se reflejan en una obra artística que va mucho más allá de las beaterías ecologistas al uso. *http://www.telegraph.co.uk/news/12176811/Peter-Rabbit-to-feature-on-50p-coin-to-mark-Beatrix-Potter-anniversary-Royal-Mint-announces.html**http://www.peterrabbit.com/